El remate, desarrollado en la planta baja de Tribunales, fue ordenado por el síndico que lleva adelante quiebra de la firma que perteneciera a Julio Irastorza, padre e hijo, y que dejará 2447 cheques rechazados, por falta de fondos, por un valor de 14.178.000 pesos.
Las instalaciones (terreno, galpones, máquinas) tuvieron una base de 1.800.000 pero la puja entre empresarios de Jesús María y un grupo de inversores de Villa María (representado por Nicolás Oses) hicieron que la ex láctea se vendiera por 5.020.000 pesos, a estos últimos, obviamente un monto muy lejano a los 100 millones de pesos que debería la empresa quebrada dedicada a la elaboración de quesos para el mercado de Buenos Aires.
Obviamente que el sindico, a la hora de distribuir los recursos, saldará deudas con el fisco, productores, tenedores de cheques, bancos. No se sabe que pasará con quienes quedaron desocupados. Es casi seguro que no recibirán un centavo.
Es oportuno recordar que el fiscal, René Bosio, imputó a Julio Irastorza, padre e hijo, del delito de estafa al emitir cheques sin fondos.