Recomendaciones para hacer frente a la sequía en los tambos

Share on twitter
Share on facebook
Share on linkedin
Share on whatsapp
Share on email

El INTA rafaela elaboró un informe técnico sobre pasturas y forraje.

RECOMENDACIONES PARA PRODUCTORES LECHEROS
AFECTADOS POR EL DÉFICIT HÍDRICO ESTIVAL
Desde el segundo semestre de 2011 y durante el principio de 2012, las precipitaciones fueron
muy variables entre cuencas, y dentro de las mismas. Las temperaturas medias máximas y
mínimas superaron los promedios históricos en numerosos puntos geográficos. Además, tanto
los días como las horas diarias con ITH >72 y las olas de calor registradas, resultaron superiores
a las de los últimos años*.
El crecimiento de la producción y de la eficiencia logrados en los tambos tiene dos pilares
básicos: el aumento de la carga animal (más vacas/ha) y el de la producción individual (más
litros/vaca). Como consecuencia de esto, los requerimientos alimenticios del sistema se
incrementan en cantidad y en calidad. Las pasturas y forrajes conservados aportan, en general,
entre el 60 y el 80% de esta demanda. Frente a situaciones climáticas adversas (como la sequía
o las inundaciones) tanto la producción de pasturas como de reservas se ven resentidas, y se
vuelve imprescindible realizar una planificación considerando diferentes escenarios. Este
ejercicio, efectuado anticipadamente, puede atenuar el impacto productivo y económico de
estos eventos.
El objetivo de esta publicación es acercar una serie de recomendaciones técnicas que
posibiliten discutir y planificar acciones a implementar a nivel del sistema durante los próximos
meses. Además, se pondrán a disposición otros documentos ampliatorios
(www.inta.gob.ar/lecheria)
Las recomendaciones se agrupan en tres ejes: pasturas y forrajes, manejo del rodeo y gestión
técnica-económica.
PASTURAS Y FORRAJES
1. Planifique pensando en cómo producir más alimentos para
los próximos meses.
– Tome decisiones a nivel de cada potrero
Si bien a esta altura del calendario ya se han tomado decisiones respecto del destino de los
cultivos de verano, no deje de recorrer los lotes y ajustar las mismas a cada situación en
particular.
– Evalúe sus pasturas base alfalfa
*ITH: Índice de temperatura y humedad. Cuando supera el valor de 72, las vacas se encuentran en una
situación de riesgo de sufrir estrés calórico. Olas de calor: cuando existen 3 días consecutivos con ITH
mayor a 72.
2
El primer paso es evaluar el estado actual de la pastura mediante el recuento del número de
plantas de alfalfa. Normalmente las pasturas degradadas están desparejas, en manchones y no
es simple estimar la falta de plantas. Como criterio se recomienda realizar un muestreo por
sectores homogéneos. Si la pastura tiene:
· 15-20 plantas/m2 ó más, aunque sea en forma despareja, podría ser considerada
adecuada para mantenerla.
Se recomienda efectuar una intersiembra de especies como raigrás anual y/o avena,
acompañada por una leguminosa como trébol rojo y/o trébol blanco, teniendo en cuenta la
zona y las condiciones climáticas del otoño.
· Si la pastura tiene un raleo de plantas de alfalfa (<15-20 plantas/m2 en pasturas
sembradas en 2011) pero existe un aceptable stand de plantas de gramíneas.
Se recomienda la intersiembra o siembra directa de trébol rojo y trébol blanco de manera de
mejorar la producción y la calidad de la materia seca. Esta práctica funciona correctamente
bajo condiciones de buena humedad. Cuando esta situación no se presenta y los suelos son de
menor aptitud, se propone considerar especies como la achicoria, melilotus y trébol persa.
· Si la población de plantas de alfalfa es superior a 30 plantas m2.
Ajustar el manejo, evitando sobrepastoreos y tiempos de descanso insuficientes.
En todos los casos (y suponiendo que reviertan las condiciones de humedad), analizar la
conveniencia de una refertilización.
– Pasturas de gramíneas templadas
¿Qué hacer frente a una situación donde se perdió gran parte de la gramínea y hay “grandes
manchones” cubiertos por malezas de verano?
· Si no se cuenta con suficientes forrajes conservados para el invierno y el suelo lo
permite, eliminar las malezas y sembrar temprano un verdeo de invierno.
· Si la población de plantas de gramíneas no es extremadamente baja, controlar las
malezas que el espectro de herbicidas selectivos permita, luego intersembrar con
raigrás anual o cebadilla criolla y fertilizar con nitrógeno una vez nacida la pastura.
· Considerar la siembra directa de una pastura de corta duración a base de cebadilla
criolla, trébol rojo y avena como acompañante.
¿Qué hacer si se perdió la leguminosa de la mezcla pero se conserva la gramínea?
· En zonas húmedas, intersembrar trébol rojo (alta respuesta inicial) en otoño. Esto
se puede hacer luego de un pastoreo intenso y con sembradora de siembra directa
sobre la gramínea existente.
· Fertilizar temprano en otoño con bajas dosis de nitrógeno para promover el
crecimiento otoñal de la gramínea (40-60 kg N/ha).
· En zonas subhúmedas o semiáridas, manejar la pastura como de gramíneas puras.
3
· Si es necesario, realizar un control de malezas. Si el régimen hídrico se recompone
y existe un banco de semillas de años anteriores, es probable que aparezcan trébol
blanco y/o lotus tenuis, especies que pueden favorecerse a través de una
refertilización con fósforo.
– Sembrar verdeos de invierno.
Asumiendo heladas tempranas en otoño y la continuación de una «Niña» o Neutro en invierno,
se debe sembrar temprano.
· La siembra temprana de verdeos es la mejor alternativa para establecer
satisfactoriamente el verdeo y minimizar efectos de sequías transitorias. Se acorta
también el período al primer pastoreo y resulta económicamente más favorable.
Para lograrlo, elegir tempranamente los lotes, controlar malezas, conservar
humedad y acumular nutrientes.
¿Qué sembrar para tener pasto temprano en otoño y en pleno invierno?
· En una situación de pasturas perennes degradadas y reservas escasas o nulas la
necesidad de forraje a fines del otoño y principios del invierno requiere de un
verdeo de invierno con rápida implantación.
· Adaptación: en zonas semiáridas tener en cuenta el centeno, el triticale y la avena.
En zonas húmedas y subhúmedas, cebada, avena, trigo de ciclo largo y raigrás
anual.
· La cebada es el cereal forrajero de más rápida implantación y disponibilidad para
el pastoreo. Sin embargo, es más probable que el productor tenga disponible
semilla de avena y la diferencia con la cebada no es marcada.
· Si la necesidad de forraje se concentra en pleno invierno, en zonas húmedas y
subhúmedas el raigrás anual es la alternativa para producir forraje con situaciones
futuras de menor déficit hídrico.
· Con probabilidad de fríos severos y falta de agua en pleno invierno, el centeno se
constituye en la mejor alternativa, sin descartar el trigo para determinadas
situaciones de falta de semilla disponible de otros verdeos de invierno.
· En suelos con problemas moderados de salinidad, la cebada es la especie que
mejor se adapta.
· Existen cultivares dentro de estas especies con diferentes características (más
precoces o más tardíos).
· Encadenamiento de verdeos: dadas las distintas curvas estacionales de producción
de forraje de los cultivos anuales, es factible sembrar más de una especie o
cultivares de especies (Por ej. una avena y un raigrás anual o dos cultivares de
avena de distinto ciclo) para distribuir mejor la oferta de forraje en otoño e
invierno.
· En lotes con un buen banco de semillas, que tuvieron anteriormente raigrás anual
o cebadilla criolla, se recomienda hacer un pastoreo intenso temprano o aplicar
herbicidas para disminuir la competencia de las malezas y permitir la germinación
temprana. Si se producen adecuadas lluvias otoñales luego de la emergencia,
fertilizar con nitrógeno para favorecer una alta producción de forraje.
· El INTA posee una red de evaluación de verdeos de invierno en distintas regiones
del país. Diríjase a las unidades del INTA más próximas o consulte por internet.
4
– Reservas forrajeras
· Frente a los bajos rendimientos y calidad de los maíces de primera y -en menor
medida- de los sorgos, se ha generalizado en varias regiones la siembra de cultivos
tardíos (mediados a fines de enero). Dependiendo de las condiciones climáticas,
estos cultivos podrán aportar volumen de forraje aunque con el riesgo climático
(heladas tempranas y deficiente humedad en floración) que afecte la cantidad de
granos. Se debe tener en cuenta que estos lotes se desocuparán tarde (mayo)
impidiendo o dificultando la siembra de verdeos invernales en ellos.
· Ensilar con un buen porcentaje de MS (no menos de 30%). Controlar la humedad
del tallo, si es necesario levantar la altura de corte para mejorar el porcentaje de
MS y usar inoculante en dosis mayores a las habituales.
· Tener en cuenta la probabilidad de heladas tempranas y el momento de
desocupación del lote.
· En algunas zonas y dependiendo de la humedad se podría contemplar la siembra
de moha con destino henificación. Esta alternativa puede hacer un aporte
interesante de forraje con el riesgo de la época del corte (marzo-abril), donde las
condiciones ambientales y de la planta podrán condicionar la calidad final del
heno.
· Asegurarse una cantidad mínima de heno para satisfacer las necesidades de fibra
en la dieta (entre 1,5 y 2 Kg./VO/día). Aquellos productores que tengan pasturas
con aceptable producción, deberían ajustar el manejo con el objetivo de
incrementar la eficiencia de cosecha (ejemplo, pasar de 60-65 a 70-75%) de
manera que queden excedentes para ser conservados (heno, henolaje y/o silaje).
· Aquel productor que posee silajes del año pasado, de mejor calidad, puede
destinarlos a los animales de mayores requerimientos y dejar los de poco grano
para las otras categorías, animales de fin de lactancia, vacas secas, recría.
· Almacenar todo el grano húmedo que pueda disponerse en el establecimiento y, si
se tiene la posibilidad, adquirirlos directamente de establecimientos vecinos
(especialmente sorgo). Así se podrán disminuir los costos de este concentrado,
obviando comisiones y fletes.
MANEJO DEL RODEO
2. Sea eficiente en el manejo de los recursos alimenticios.
– Logre una alta eficiencia de cosecha de pasto.
– Almacene los alimentos adecuadamente, evitando su deterioro o descomposición.
– Suministre siempre los suplementos en comederos. Asegúrese de que la superficie de
comedero sea adecuada (~ 70 cm/ por vaca).
– Reduzca la posibilidad de selección de ciertos alimentos en el comedero a través de un
homogéneo tamaño de partículas en dietas TMR.
– Efectúe una rutinaria lectura del comedero tratando de que el rechazo resulte cercano a
cero (comedero vacío). Un rechazo de 5 al 10 %, como indicador de consumo a voluntad
no es válido en periodos donde la comida es limitante.
5
– En lo posible, suministre el heno mezclado con los otros alimentos (mixer), lo cual asegura
el nivel de consumo del heno en todos los animales. De lo contrario, suministre los rollos
en “porta rollos”, evitando desarmarlos sobre el piso.
– Controle en forma rutinaria las dietas que se ofrecen y sus rechazos.
3. Realice ajustes en el manejo nutricional del rodeo.
– Seque anticipadamente aquellas vacas con producciones que no cubran el costo del
alimento suministrado.
– Anticipe el descarte voluntario de vacas (mastitis, patas, reproducción, etc.)
– Analice la calidad de los alimentos disponibles (como mínimo los contenidos de MS,
energía, proteína y FDN). Estos datos le permitirán un mejor ajuste de la dieta.
– Divida el rodeo según requerimientos nutricionales.
– Lote preparto: evitar la ingestión de rebrotes verdes en el preparto por la posibilidad de
incrementar la prevalencia de vacas caídas por hipocalcemia. Tener la precaución de
revisar que en los piquetes preparto la cobertura vegetal no permita ingresos significativos
de MS, ya que la ocurrencia de lluvias y temperaturas propias de la época pueden generar
bruscos rebrotes de material verde con alto contenido en potasio afectando la diferencia
Catiónica Aniónica (DCA).
– Por su nivel de producción, las vacas en temprana y mediana lactancia (primeros dos
tercios) representan el principal ingreso económico del productor. Por su estado
fisiológico, estas categorías responden a una mejora en la alimentación; por lo tanto, las
mismas requieren el mayor nivel y calidad de alimento. Dentro del rodeo de vacas secas,
las vacas preparto (último mes de gestación) tienen más requerimientos nutricionales
(desarrollo fetal) que la vaca recién secada.
– Las vaquillonas de primer parto deberían ser separadas del rodeo adulto para evitar que la
dominancia en los comederos limite su consumo.
– Maneje la alimentación de las vacas secas para que no pierdan más de un punto de
condición corporal en los primeros 60 días de lactancia o que no presenten en ese
momento una condición corporal menor a 2,75.
– En el caso de secado anticipado de vacas, verifique el estado y evite que engorden
demasiado. Llegar al próximo preparto con una condición corporal de 3,5.
4. Cuide la salud y el bienestar del rodeo.
– Evite cambios bruscos de dietas. Éstos pueden producir desordenes nutricionales,
afectando la producción, la calidad de leche y, en casos extremos, la vida del animal. Las
vacas necesitan un periodo de adaptación ante cualquier modificación.
– Si utiliza altas cantidades de granos, tome medidas para evitar episodios de acidosis
ruminal. El maíz y sorgo son menos riesgosos que el grano de trigo. La inclusión de fibra es
una prioridad para evitar este problema.
– La urea es una fuente de nitrógeno que muchas veces se incluye en la dieta del rumiante.
Sin embargo, debe tenerse precaución extrema para evitar la intoxicación de los animales.
– La incidencia de intoxicaciones por ácido cianhídrico y nitratos podría incrementarse
cuando los cultivos crecen en condiciones de estrés hídrico. Se deben tomar precauciones
antes de permitir que los animales consuman un cultivo (por ejemplo, sorgo) limitado en el
crecimiento.
6
– El mayor uso de alimentos concentrados, subproductos y silaje aumenta el riesgo de
ofrecer dietas con altos contenidos en micotoxinas. Controlar las condiciones que pueden
favorecer el desarrollo de hongos. Analizar el contenido de micotoxinas en alimentos
riesgosos o en aparente mal estado.
– Si la cantidad de comida es menor a la habitual en el preparto y en las primeras semanas
posparto, la posibilidad de lograr los picos de lactancia se verán disminuidas.
5. Calcule el alimento disponible.
Realice un balance “simplificado” definiendo disponibilidad actual y futura de forrajes
conservados y requerimientos del rodeo.
Cálculo de alimento disponible:
Convencional
(Bunker o
Puente)
Bolsa 9 pies Bolsas 5 pies
Kg MS Kg MS
Kg MS
Alimentos
Kg MS/m3 m3 M lineal m3 M lineal
Silo maíz 227-245 192-210 1050-1225 – – –
Silo sorgo 227-245 192-210 1050-1225 – – –
Silo de
pasturas
227-245 192-210 1050-1225 – – –
Silo grano
húmedo
– – – 504-540 864-1008 –
Rollo pastura – – – – 510-595
Rollo moha – – – – 382-425
Fardo pastura – – – – 18-19
Para estimar disponibilidad actual y futura de alimentos, proceda con cada alimento de la
siguiente manera:
Disponibilidad de alimentos
Actual (1) Posible* (2)
Listado de
alimentos
M Kg/MS/m M Kg/MS/m
Total (1+2)
Kg MS
Silo de maíz 100 1050 210 1050
embolsado 105.000 220.500
325.500a
* Para estimar considere la superficie sembrada y un rendimiento según el estado del cultivo.
La sumatoria de los totales de cada forraje conservado posibilitará estimar la disponibilidad
total (silaje, heno y grano húmedo).
Cálculo de requerimientos y de días cubiertos
Para simplificar el cálculo, se asume un requerimiento de 22 Kg/MS/v/día para la categoría
vaca en producción, de 12 kg/día para la vaca seca y de 9 kg/día para la recría. Se estima que el
40 o el 60% de la dieta es cubierta con forrajes conservados, el resto es aportado por la
pastura y suplementos. Los cálculos se realizan para un tambo de
http://www.cadena3.com

Mirá También

Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

Te puede interesar

Notas
Relacionadas