Finalmente, y tras varios meses de crisis, SanCor comienza a enderezar su producción a la vez que cierra las negociaciones con su próximo dueño. Como venía especulándose desde mitad de año, los dueños de la cooperativa santafesina avanzan hacia buen puerto con la empresa neozelandesa Fonterra, quien fue el más interesado en quedarse con la productora de lácteos en la región.
“Lo poco que sabemos es que Fonterra ya había hecho el arreglo con Sancor. Después hay muchas versiones de que se quedaría con algunas plantas pero lo concreto es que el arreglo ya está”, admitió Marcelo Aimaro, secretario de Meprolsafe (Mesa de productores lecheros de Santa Fe) en diálogo con Aire de Santa Fe.
Según publica El Litoral en su portal web, la negociación con Fonterra apuntaría a cubrir el pasivo actual de SanCor que ronda entre 600 y 700 millones de dólares. Además, en el preacuerdo ya figuran las cinco plantas con las que se quedará Fonterra: Sunchales, San Guillermo, Morteros, Balnearia y Chivilcoy. La planta de Centeno funcionará bajo la firma La Tarantela, empresa de Buenos Aires que se quedó con la producción de queso mozzarella de Santa Fe.
Mientras tanto, las otras fábricas de SanCor del país como a de Brinkman, Córdoba (depósito importante de quesos y acondicionamiento de materia prima para seleccionarla por calidad); Coronel Charlone, Buenos Aires (elabora roquefort), y Moldes, Córdoba (queso pasta dura para exportación y mercado interno) seguirán negociando con empresas interesadas. Desde algunos sectores alegan que el acuerdo entre Fonterra y SanCor destrabarían las negociaciones que se están llevando a cabo por las otras plantas ubicadas fuera de Santa Fe.