Este organismo, junto al INTA y al Mercado de la Estepa llevan adelante en distintos parajes capacitaciones en elaboración de quesos. Las mismas cuentan con diferentes fuentes de financiamiento, entre las cuales están el Fontagro y el Procodas, este último dependiente del Ministerio de Ciencia Tecnología e Innovación de Nación.
Los buenos índices productivos obtenidos gracias al trabajo de las familias de campesinos y de las bondades de esta raza caprina permiten explorar y diversificar otras posibilidades productivas.
Si bien el objetivo principal estaría orientado a la seguridad alimentaria mediante la producción de carne tanto para autoconsumo como para venta, son posibles otras actividades como la obtención del cashmere, el curtido de cueros y la elaboración de quesos de forma artesanal. En este caso la gran aptitud lechera de estas cabras permite realizar ordeñes tanto con los chivitos al pie como sin estos con rendimientos que van desde los 0,5 litros hasta 1 litro de leche por día.
Por las características de esta leche con 8 litros se puede elaborar 1 kilo de queso, lo que permite conservar la misma y consumir un alimento rico en proteínas, minerales y vitaminas. “La producción de quesos con leche de cabra no es nueva en la región, ya que algunos pobladores recuerdan en sus relatos a sus abuelas haciendo quesos. Lo cierto es que estos saberes por diferentes motivos se han ido perdiendo con el tiempo y la intención es poder recuperarlos”, señaló el ingeniero agrónomo Alejandro Fornasa, técnico de la Subsecretaría de Agricultura Familiar de Nación.