Para Sammartino «el 2018 fue muy duro, fue un año de pérdida»

CREE QUE FALTA UNA MEJOR FINANCIACION Y QUE EL TAMBERO PUEDE SEGUIR ENDEUDANDOSE.
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La Mesa de Productores Leche de la Provincia de Santa Fe –MEPROLSAFE- convocó ayer a una reunión informativa en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Pcia. de Santa Fe (Moreno y Cervantes) para la presentación del Mercado de Futuro de Leche. La misma estuvo a cargo del director nacional de Lechería, Ing. Alejandro Sammartino quien estuvo acompañado por el Ing. José Quintana. También se aprovechó la oportunidad para informar sobre la reglamentación de la línea crediticia 700 del Banco Nación Argentina y además se pondrá en conocimiento del Fideicomiso de Administración Lácteo Santafesino. En la reunión también estuvo presente Miguel Gatti, el director provincial de Lechería de la provincia de Santa Fe.

En diálogo con los medios admitió que el año 2018 fue malo y señaló que la financiación es lo que más necesita un productor. Incluso, indicó que, pese a la situación de quebranto del sector, el tambero puede tomar deuda en la actualidad, porque el futuro es mucho mejor para el sector.

En cuanto al Mercado a Futuro de la Leche, Sammartino recordó que «se presentó esta semana a un grupo de referentes y a la industria exportadora». Describió al sistema como los que funcionan de los derivados de granos y de carne. «Es un mercado de precio, no físico. Intenta cubrir a los productores en el caso de baja de precios y a la industria exportadora, en caso de subas. Es un mercado de cobertura, no para ganar. Va a funcionar en pesos o en dólares por litro y los operadores van a poder vender contratos de 5000 litros de leche como unidad de venta», indicó.

«El mercado a futuro, en la medida en que se vaya desarrollando, va a permitir que un productor, por ejemplo, al mes de abril y con el precio en aquel momento de U$S 0.26, pueda vender contratos de 5.000 litros de leche para cubrirse de una posible variación de precios. Eso no tiene nada que ver con el mercado real, en donde paralelamente le está vendiendo a una industria. Al llegar el plazo, si subió a U$S 0.27, vas a tener que pagar el centavo en el mercado y si bajó a U$S 0.25, lo vas a cobrar», describió.

«El 2018 fue muy duro», describió y abundó: «si hay dos enemigos de la actividad lechera (en toda la cadena) son las devaluaciones y las inundaciones. Está todo dicho. Entendiendo una macroeconomía muy desfavorable para el sector, también entendamos un proceso de recuperación de precios. Siempre se decía que para subir los precios debía caer la producción. Este es un año que, en una coyuntura muy complicada, con tasas muy altas, hubo un proceso de exportación y de recuperación de precios muy consistente. Por supuesto que no alcanza. Que quede claro. Pero cuando te corren el arco tres veces es muy difícil encontrarle la renta. Fue un año de pérdida».

¿Cuál fue la ayuda que le dio el Estado al tambero en el mal año?, preguntó LA OPINION. Sammartino pidió precisiones. Pareció querer ganar tiempo para encontrar una respuesta. Lo primero que hizo fue rechazar los subsidios. «En esta Argentina tan vulnerable y tan necesitada, no tiene presente los subsidios, los que pudimos hacer al principio de la gestión. Esa Argentina ya pasó, tiene que ordenar sus cuentas fiscales. La madre de todas las batallas es la inflación (esperemos que en 2019 comencemos a ganarla) y entendiendo en ayuda líneas de crédito mucho más flexibles de lo que fueron al comienzo de la gestión. Un proceso de recuperación de precios mucho más consistente. A pesar de las devaluaciones, el productor entendía el derrotero de la dinámica de precios y pedía financiamiento. Es el tema de hoy: hay que lograr más financiación para el productor y a la industria», respondió.

«No quiero transmitir que está todo bien. Venimos de un año de pérdida: el productor perdió plata, la cadena perdió plata en esta coyuntura. ¿Estamos llegando a un precio que empecemos a entrar a una zona de confort? Sí, definitivamente. ¿Le alcanza para recuperar todo un año de pérdida? No, claramente. La pérdida de la adversidad, de la devaluación, ha sido tremenda y ha significado pérdida económica y financiera por las tasas de interés, ese es un combo muy complicado para la producción de toda la Argentina», completó.

Un tambero ¿puede enduedarse más?, preguntó LA OPINION. «Sí, por supuesto. Más vale. La lechería es la mejor oportunidad que tiene una empresa familiar en la pradera pampeana. Mucho más que la soja y la carne», respondió Sammartino.

Y si es así ¿por qué tantos se fueron del negocio? «Entramos en otro tema. El cierre de los tambos es una dinámica mucho más compleja que el tema precios y rentabilidad, acá y en el mundo. Tiene que ver con la falta de proyectos familiares que no continúan, cuando la gente se cansa… Esto está estudiado acá y en el mundo. No solo los tambos, sino las empresas agropecuarias en general», dijo, rápido de reflejos.

CADENA TRANSPARENTE

«Nosotros no tenemos que mostrar transparencia. La cadena debe hacerlo. Entendemos que ese proceso es gradual. Desde que comenzamos la gestión, generamos un montón de gestiones tendientes a eso. Por ejemplo, actualizamos todas las estadísticas. Muchos dirigentes dicen que eso no ayuda a la transparencia. Pero sí, el saber cómo estamos parados, no enterarse del precio del mercado en un café, sino en un precio de mercado a partir del que se pueden fijar precios (del SIGLEA, algunos puntos por encima), te pueden marcar un proceso de reglas de juego y competencia por la materia prima. Pero no llegamos, todavía, a lo que queremos llegar», comentó.

«El ordenamiento tiene que ver con el manejo de la cadena, con reglas de juego claras, con transparencia, con entender cómo estamos parados en términos de precios y de producción, de evitar sobreofertas. No pasan por el financiamiento, sino por la implementación y conciliación del sistema comercial a través del SIGLEA, que es lo que está trabajando la comisión técnica formada por productores e industriales, en la búsqueda de un sistema de pago de calidad, que es la aspiración de todos. Entendiendo que se paga más en esos términos, pero menos de lo que se quiere», dijo el funcionario nacional.

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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