Productores repartieronen forma gratuita en Córdoba dos mil litros de leche. Reclamaron una recomposición y cambios en la política oficial.
Sobre una bandera con los colores patrios, sostenida en los extremos por dos voluntarios arriba de la caja de una camioneta, se explicaba el enojo de los productores: “No nos roben; me pagan 1,30 peso, te cobran 6”.
La escalada de reclamos de los productores tamberos –que se inició el pasado 28 de marzo en Rafaela, provincia de Santa Fe– llegó ayer al Centro de la ciudad de Córdoba, donde referentes de distintas cuencas entregaron de manera gratuita unos mil sachés de leche fluida, y luego repitieron el gesto en la villa Angelelli, un sector careciente de la Capital.
El reclamo de los productores sería llevado mañana a una mesa de negociación. Según indicó anoche Confederaciones Rurales Argentinas, luego de que tuviera lugar una concentración ante la firma Williner, en Bella Italia (Santa Fe), los representantes de la empresa se comunicaron con Miguel Paulón, presidente del Centro de la Industria Lechera (CIL), y se acordó realizar una reunión mañana en la cual se le propondrá “trabajar en políticas comunes, en las que el Gobierno nacional y/o el supermercadismo afronten las diferencias de precio que los productores están reclamando, debido a que las empresas lecheras manifestaron que no pueden hacerse cargo”.
Volantes y números. “Todo aumenta y nosotros cobramos cada vez menos”. Los volantes que se entregaban desde la plazoleta del shopping Patio Olmos, sin interrumpir el tránsito, resumían los números de la discordia.
Con un 30 por ciento de inflación anual en el último año, los ingresos de los productores fueron para atrás (1,48 peso por litro en febrero de 2012, contra 1,49 en el mismo mes de 2011), mientras que un insumo clave, como el gasoil, pasó de 3,46 a 6 pesos por litro.
La otra comparación tomaba en consideración las dos puntas en la cadena de valor. Mientras un litro de leche se paga 1,48 peso en salida del tambo, el consumidor abona 4,90 pesos por litro, 3,3 veces más. “¿Usted sabe qué pasa en el medio?”, se interrogaba.
Marco Giraudo, presidente del consejo provincial de Coninagro (Confederación Intercooperativa Agropecuaria), reconoció que “siempre hubo brecha entre lo que percibe el productor y lo que paga el consumidor, pero la intervención del Gobierno en los mercados la profundizó. Hay industriales y sectores de la cadena comercial que miran para otro lado, y esto hay que denunciarlo”, dijo.
En la fila para llevarse su saché, Eva, residente de barrio Villa Corina, sumó su opinión: “Yo pago entre 6 y 7 pesos, y compro no menos de cinco litros por semana. Los intermediarios tienen bastante que ver con los precios, y los productores son los que más perjudicados salen”, opinó.
“Los que trabajan son siempre los que ganan menos”, acotó Alicia, vecina de barrio Observatorio, también en defensa de los productores tamberos, mientras Nancy, de Bella Vista (cabeza de una familia numerosa de 12 hijos), dijo optar por la leche en polvo “porque dura más”.
El presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona (Cartez), Néstor Roulet, responsabilizó al Gobierno por la “imprevisibilidad” de la política lechera y puso como ejemplo las exportaciones. “El año pasado estuvieron en un récord de 160 mil toneladas, pero sólo absorbieron mil millones de litros; quedaron 500 millones más que saturaron el mercado interno”.
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