Por Elida Thiery – Pasó la ExpoRural de Rafaela en medio de un mar de rumores y opiniones sobre el estado y los horizontes de la lechería. Con todos los colores de las miradas, en concreto, el sector está pendiendo de un hilo.
Si bien los precios este mes se mantuvieron estables, e incluso crecieron algunos centavos, el camino a la primavera no deja muchas certezas en cuanto al ritmo consecutivo de esta variable tan influyente en el humor general. Tamberos e industriales no se animan a pisar en firme, sobre todo con comportamientos internacionales que no le dan fiabilidad, al menos a mediano plazo.
El indicio positivo de esta semana fue la Resolución General 3.925 de la AFIP, a través de la cual se prolonga la reducción temporaria de la alícuota vigente en el régimen de retención del impuesto al valor agregado aplicable a la compraventa de leche fluida sin procesar de ganado bovino, establecido por la Resolución General N° 1.428, sus modificatorias y complementarias, que se anunciara en abril pasado.
Será hasta el 31 de diciembre que de la percepción del seis por ciento que se tiene habitualmente por IVA, se pase sólo a un punto y así se le dé un oxígeno a la rentabilidad del productor, que en todas las cuencas está muy complicada. Este tema había sido reclamado en el reciente encuentro entre la Subsecretaría de Lechería y la Comisión de Enlace, como uno de las medidas más inmediatas a aplicar en el sector.
De todas maneras, en los próximos días los encuentros entre los integrantes del Ministerio de Agroindustria y las entidades continuarán, en un ambiente de muchos rumores, que debe esclarecerse para poder trabajar hacia adelante.
Honestidad
En este marco y aprovechando el paso por Rafaela de Alejandro Sammartino, CASTELLANOS lo consultó sobre su propia percepción del sector. “Emociona la energía, la pasión de los equipos de trabajo”, dijo el funcionario luego de finalizar la premiación de los Grandes Campeones Holando, en una pista que mantiene vivo el espíritu de la raza y la voluntad que requiere el tambo.
Lo que quiso destacar fue “el reconocimiento del Gobierno Nacional de una actividad lechera como motor de desarrollo de las regiones, de las cuencas, del territorio y nadie mejor que el Gobierno para entender eso” aseguró el funcionario que recordó las palabras del Ministro Buryaile en diciembre cuando hablaba de una prioridad para el sector, sobre la cual “la hemos llevado adelante, con los errores y aciertos de cualquier gestión, pero con la honestidad de decir lo que podemos y lo que no podemos hacer. En ese sentido, estamos acá para escuchar a los productores en medio de lo que yo digo que ha sido la alineación de todas las plagas de Egipto, con un mercado internacional desplomado, donde no hubo política lechera en el mundo que resistiera caída de precios de entre el 40 y el 50 por ciento “, en tanto “con un mercado interno sobreofertado y una economía en transición que todavía no termina de asentarse, sumado a los endeudamientos que venían de antes, el desánimo y sobre toda esa agenda es la que estamos trabajando”.
Sammartino habla de “distorsión” en cuanto al reparto de la famosa renta en la cadena láctea. “A partir de la sobreoferta del mercado, como lógica del Gobierno anterior, planteando un conflicto entre la mesa de los argentinos y las exportaciones, llevó a una caída de la participación del productor en el precio. Entendemos que es un indicador clave para entender la sanidad. Si no llegamos a que el productor participe de manera equitativa vamos a tener problemas, porque ese indicador que tiene que seguir un derrotero y viene mejorando del 19 por ciento al 28, todavía falta y entendemos que todavía hay plata para recuperar”, en una negociación que aún no se inició y que simplemente tuvo una instancia inicial de planteo ante la comercialización. Sabiendo que “el supermercado hace su negocio”, es el Estado el que debe arbitrar y no intervenir, para no romper las normas vigentes. “Se pueden sancionar los abusos de poder o la cartelización, en eso estamos”, comentó sin fecha cierta de nuevo encuentro con ese segmento.
En este marco, el funcionario reconoció, “tenemos que seguir asistiendo financieramente a los productores lecheros en esta adversidad, eso es clave y vamos a seguir trabajando en ello. Entendemos que el precio se ha recuperado en términos interanuales un 30 por ciento. Podemos decir que todavía no alcanza y estamos de acuerdo, pero el precio va a seguir evolucionando positivamente, lamentablemente por la caída de oferta que hay”, como clara consecuencia del factor climático.
Si bien el Gobierno Nacional no arriesga cifras sobre el cierre de tambos, se habla mucho de los altos niveles de marginalidad que se conservan en el sector primario, mientras se espera el balance de la reciente vacunación antiaftosa del Senasa para conocer el nivel de existencias de vacas. “Entendemos que ha habido mucha vaca que fue a frigorífico, parte de las vacas de rechazo que se adelantaron y parte que podría haber sido productora de leche también”, remarcó, en el reconocimiento de un achicamiento de los planteles lecheros.
Mientras el debate sobre los stocks de manteca abruman los problemas de base, los dirigentes en general no pierden de vista los temas fundamentales y las necesidades argentinas de mejorar las condiciones de un mercado esencial y que puede salir a pelear liderazgos en lo global.
“Todo el mundo entiende que la situación va a mejorar” asume Alejandro Sammartino, mirando de modo optimista a un sector que “necesita plata y créditos”, para acompañar una recuperación con una oferta de dinero acorde a lo que compromete hoy a la lechería.
La opción de un endeudamiento es algo que se tiene que debatir de manera más pormenorizada y quizá en las próximas semanas tenga algún indicio más concreto.
Elida Thiery