Si bien no está definido el día, entienden desde la Cuenca Abasto Sur que es la manera de trasladar al plano nacional la crisis del sector.
Por Elida Thiery – Previo al feriado del Bicentenario de la Independencia, será hoy una jornada de debate sobre lechería, con todo el arrastre de un miércoles muy cargado.
Será a partir de las 14:30 horas que en el Ministerio de Agroindustria el Subsecretario del área reciba a entidades de productores e industriales para volver a dialogar y evaluar situaciones que hacen a un contexto muy complejo, donde sobre todas las cosas, lo que falta es rentabilidad. Sin el comercio presente y con la eterna deuda desde cualquiera sea el color del Gobierno, ninguno de los asistentes tiene demasiadas expectativas en cuanto a definiciones de peso.
A cuatro años, durante estas horas, del último gran conflicto, en aquella transición entre julio y agosto de 2012, cuando con el fogoneo del ex funcionario, Jorge Videla, se empezaban a gestar asambleas, bloqueos e incluso derramamiento de leche en toda la región, hoy por hoy las cosas no parecen haber cambiado. Con menos productores, con herramientas vanas aplicadas a situaciones reiteradas, pero con precios internacionales caídos y una preocupación industrial de indefinición para el futuro cercano, la lechería se la juega para intentar llegar al próximo año lo más ilesa posible, pero con muchos caídos en el camino.
Un estado que invirtió por demás en subsidios, esporádicos y poco efectivos, pero que no movió piezas claves de la política, deberán explicarse hoy las formas para poder seguir adelante, en todos los estamentos.
Mientras, en Coronel Brandsen ayer la Sociedad Rural dio el espacio concreto de replanteo de estrategias del sector productivo.
Tomas Bohner, en diálogo con CASTELLANOS explicó que ante la representación de 20 departamentos de la cuenca Abasto-Sur de la provincia de Buenos Aires, se repasó el deterioro de las condiciones que enfrentan los productores. Como anfitrión recordó que “hasta hace poco tiempo en la zona teníamos algo así como un sobreprecio, respecto a otras regiones tamberas, pero ahora estamos de 30 centavos a casi un pesos por debajo de otros lugares, cobrando entre 3,20 pesos por litro y 3,77 como máximo”. Esta situación corresponde a una cartelización dada entre Danone, que produce el segmento de postres y yogures de La Serenísima y Vacalin.
“A partir del informe que se conoció del IAPUCO, queda demostrado que como productores cobramos un diez por ciento del precio que los yogures tienen en las heladeras de los supermercados, mientras el costo calculado por el INTA en nuestra región nos da 5,40 pesos por litro; y simplemente queremos llegar a los 4,20 para emparejarnos con otras cuencas”, señaló el dirigente de Carbap y CRA, sobre la lógica imperante de debilitamiento que tiene la materia prima ante el comercio, que quedó demostrado en el relevamiento que replicaba en este portal, por parte del Instituto Argentino de Profesores Universitarios de Costos.
Aunque convocaron, las empresas no asistieron al encuentro, por lo tanto se avanzará en el pedido de audiencia al Ministerio de Asuntos Agrarios de Buenos Aires, así como trasladar la inquietud a las entidades superiores, Carbap y CRA, pero también a la Mesa Nacional de Productores de Leche y a instituciones de similar rango en la provincia.
Finalmente, Bohner confirmó que “se empezó a coordinar una protesta para los días que en Palermo se lleve a cabo la exposición rural, para poder exponer claramente nuestra problemática y que tenga impacto nacional”. A esta iniciativa que aún no tiene fecha se sumarían varias entidades del resto del interior del país, que registran situaciones desesperantes entre sus productores.
Elida Thiery