Lechería: En la cubierta del Titanic

Tamberos le piden a Macri que declare la emergencia lechera
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Tamberos le piden a Macri que declare la emergencia lechera
Rozando el escándalo, el incumplimiento del acuerdo sectorial pone en risgo a industrias y tambos. Nuevas convocatorias y pocas expectativas enmarcan la carta que varias entidades le mandaron al Presidente de la Nación, para que esta vez no pose para la foto ante las vacas, sino para que piense en ellas y cómo resolver una crisis imparable.
Por Elida Thiery – El Día del Tambero fue ayer, pero no se celebró. Los productores no tienen nada por lo cual festejar.
La crisis lechera avanza a pasos agigantados y por más voluntad que pongan, ya todos los actores del sector no pueden acompañarla y es por eso que muchos están quedando en el camino y tantos otros lo harán próximamente.
Aumentos para la energía eléctrica, la nafta, la inflación en sí y un precio que para el productor retrocede a niveles vergonzosos, son algunos de los parámetros que siguen agravando el caso.
Desde este espacio siempre advertimos sobre la situación de los productores y con conciencia, sobre la industria también afectada, pero parece que nada de eso se termina de comprender desde el Ministerio de Agroindustria que utilizó desde el inicio de la gestión a la lechería como un discurso conmovedor de urgencia, pero a la hora de actuar en consecuencia al momento no se hizo nada.
Quizá el error esté en la selección de los decisores, pero seguramente está en las decisiones en sí. Salir a prometer salvatajes y no hacer nada en ese sentido es ahogar a los náufragos, es esperanzarlos para asfixiarlos más lentamente.
Repasando someramente, la crisis lechera viene de años, con picos álgidos en 2002, 2007, 2008, 2009, 2012 y finalmente 2015, extendiéndose hasta estos días. La responsabilidad no es de este gobierno, pero sí la obligación de resolverla. A mediados de diciembre se planteó la urgencia para leche, peras y manzanas, sobre todas las cuestiones de Agroindustria, hoy, estas producciones que tienen siempre precio incierto e irrisorio, no tienen nada en la mano.
El acuerdo-marco estuvo mal gestado, CASTELLANOS adelantaba aquella voluntad borrada luego del Ministerio de obligar a las empresas a pagar 2,60 para la leche de enero, luego sólo quedó en mención en el texto y tampoco se pudo avanzar con la idea de subir 15 por ciento el precio de la leche cruda. Los créditos son los mismos que en la gestión anterior. A la cadena comercial le temen y no la sientan para cuestionarle sus eternas ganancias extraordinarias, mientras las industrias padecen como nunca la retracción de negocios, la caída de acuerdos extraordinarios como el de SanCor con Venezuela, el sobrestock y lo pagan siempre los tamberos con más fuerza negativa.
El paso del Subsecretario de Lechería de la Nación por nuestra cuenca fue para el olvido. La promesa de pagar inminentemente los subsidios en menos de un mes y medio se desvanece con el paso de los días. Ya sobre el final de febrero, los productores no recibieron –a pesar del papelerío presentado por las industrias cuando se pidió desde la Nación, que ya era tarde- ni el dinero de enero, ni el de este mes y se ve aún más lejos el pago de marzo. Esos 40 centavos para los primeros tres mil litros producidos por cada CUIT, se referían a la producción de octubre a diciembre, pero con su ausencia se siguen sumando a la lista los tambos a rematar.
Las últimas tormentas afectaron las instalaciones de muchas explotaciones y esto acelera la definición de cada campo.
Si recuerdan algunos de los presentes en el Salón Centenario de la Sociedad Rural de Rafaela aquella estimación de Alejandro Sammartino, de cobrar en abril entre 3,80 y cuatro pesos, la lógica humana hará que lo eliminen mentalmente para no sufrir lo que no va a poder ser, porque todos los analistas internacionales no ven antes de 2017 una real recuperación sectorial y en lo que va del año lo único que hizo la leche fue bajar, hasta poco más de 1.800 dólares por tonelada.
La semana anterior reflejábamos una reunión en Buenos Aires que se replicará este jueves. Allí no se definía nada, no hubo ningún elemento novedoso, ningún anuncio y no hay mucha expectativa para mañana. Estarán allí
Si no hay movimientos políticos urgentes, el tema se complicará como pocas veces antes y en múltiples sentidos.
Pedido
Se conoció ayer una carta firmada por la Mesa de Productores de Leche de Santa Fe, la Cámara de Productores de Leche de Córdoba, la Cámara de Productores de Leche de la Cuenca Oeste de Buenos Aires, la Unión de Productores Cuenca Mar y Sierras y la Asociación Civil de Productores Lecheros, Ordeñadores y Tractoristas de la Cuenca Lechera Central. Debiendo figurar por la urgencia la Mesa Nacional de Productores de Leche, que pugna hoy más por los orgullos que por los deberes respecto a los tamberos, la misiva está dirigida al presidente de la Nación, Mauricio Macri.
Apuntando a quien fue a coronar la firma del acuerdo-marco a Venado Tuerto y tan preocupado se manifestó por el sector, el pedido es concreto, para que ahora declare la emergencia sectorial y para que también esto haga que se cumpla lo comprometido y rubricado por sus funcionarios.
“Usted mismo ha reconocido la debilidad en que se encuentra el Sector Lácteo Argentino en general y en particular los productores primarios de leche, anunciando el 08-01-16 en Venado Tuerto, el otorgamiento de 40 centavos de compensaciones, compensaciones que tenderían un puente para que en pocos meses se restablezcan las condiciones de sustentabilidad, evento al que lo hemos acompañado”, inicia el texto.
“No obstante, le queremos comunicar que lo anunciado a la fecha no se ha materializado y peor aún, no se han definido líneas de trabajo para salir de la profunda crisis que estamos atravesando, producto de una sobre oferta de productos terminados en el mercado doméstico que no pueden ser colocados al mercado internacional”.
“Hoy el estado de situación es desesperante, no solo para los productores, si no también creemos que para muchas empresas industrializadoras, agobiados por falta de rentabilidad, desfinanciados y sin contar con definiciones políticas como herramientas que permitan tener expectativas para una salida a la profunda crisis que se está atravesando, a pesar de que los consumidores sin ser molestados pueden oxigenar a los primeros”.
Advierten que “de no mediar cambios urgentes y definida reglas de juego claras, veremos cómo se cerrarán tambos en los meses de marzo y abril, posiblemente cese de pago de industrias y por consiguiente cierre de alguna de ellas”.
“En tal sentido le solicitamos, declare al Sector Lácteo en Emergencia Nacional y convoque de urgencia a todos los integrantes de esta cadena, para acordar herramientas de coyuntura como así también definiciones estructurales”, concluyeron, además de saludarlo.
Por su lado
En tanto, la semana comenzó con un comunicado de Meprolsafe en el mismo sentido, pero donde se exalta que “si antes estabamos mal ahora, con las nuevas medidas de Gobierno, estamos peor”, agregando que “si esta situación no se resuelve pronto, el mercado pasará la guadaña con la desaparición de tambos, vacas y porque no esta vez de alguna industria. Estamos muy cerca de lo que fue la crisis del 2001-2002 donde nuestro producto llego a valer 0,10 U$S/litro”.
“La coyuntura se resuelve con aportes del Gobierno Nacional al sector para financiar la venta de stocks y excedentes en el mercado externo por parte de las industrias exportadoras. Si las industrias no lo aceptan, el Gobierno Nacional debería ser “comprador” de última instancia y futuro vendedor en el mercado externo de los stocks y excedentes. Esta propuesta se complementa con un acuerdo sectorial-estatal donde se garantice un precio razonable ( a discutir) del litro de leche cruda pagado al productor por las industrias, ya que superado el problema de colocación de los stocks y excedentes el mercado interno da para pagar lo que necesitamos para evitar la profundización de la crisis. Resuelta la coyuntura hay que avanzar en los temas estructurales que es lo que definitivamente va a resolver los ciclos lecheros: nosotros no creemos que el mercado por si solo los resuelva”.
Los tamberos santafesinos añaden que hacen falta 2.100 millones de pesos, los 600 de los subsidios, más los 1.500 para cubrir los stocks, lo cual es una ecuación mínima respecto a todo el dinero que la Nación entregó a productores agrícolas con la eliminación y reducción de retenciones, petroleros y mineras. Simplemente recuerdan que “la solución está en sus manos” y esta vez, como tantas otras, es así.
Castellanos

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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