La crisis nos muerde los talones dicho esto por el oficialismo, la oposición y por nuestros propios talones y sin embargo, el señor Presidente de los argentinos acaba de eximir del impuesto interno a los vinos espumantes (champanes). Los primeros en festejar fueron los propietarios de la empresa Chandon.
Presionado por el gobernador mendocino, el jefe radical Alfredo Cornejo, el jefe del Estado concedió la gracia de eliminar el 12 por ciento de impuestos internos que es lo que pagaban al fisco este tipo de bebidas alcohólicas. Vale aclarar que esta medida fue oficializada por Macri incluyéndola en el Presupuesto, pero en 2005 cuando Néstor Kirchner era presidente, las bodegas que fabricaban espumantes cumplían la ley 24.672 que determinaba los impuestos internos que tributan diferentes productos fabricados en el país. En su artículo 33 estipula que «el expendio de champañas se pagará en concepto de impuesto interno el doce por ciento (12%) sobre las bases imponibles respectivas»».
Ahora, con la aprobación del Presupuesto, este beneficio queda fijo y es ley y no depende de la voluntad de tal o cual Poder Ejecutivo. Es decir que ya será más difícil restablecer el tributo derogado. La presión ejercida por Chandon Argentina (LVMH Group), un conglomerado de productos de alta gama y lujosos, además de ser la principal empresa vitivinícola de nuestro país, le permitirá ahorrarse unos cuentos millones de pesos cada año. O sea que el ajuste llega a las PYMES, a la clase media pero no al champagne.
Amigos son los amigos aunque en el país el hambre avance. Lo terrible de esto y que parece no inquietar al Gobierno es que le quitan el 12 por ciento de impuesto al champagne y no al agua, la leche o los jugos. De hecho la leche no paga IVA en muchos países del mundo pero aquí no paga el champagne.
Expliquen lo que quieran. Digan y justifiquen lo que quieran, pero Chandon y Catena Zapata no pagan impuesto por uno de sus productos más lujosos y la medida la impulsa el mismo Cornejo que quiere que los jueces paguen ganancias, pero prefirió el beneficio a los amigos que seguir insistiendo con el tema de los magistrados que sí incomoda al Gobierno.
No tienen vergüenza y no me vengan a decir que no tiene nada que ver y que hablamos de cifras menores, porque por poco que sean esos millones que las bodegas ricas se ahorran, con eso podría ayudarse a otros emprendedores que están al borde del cierre definitivo. Piensen muchachos, sáquenle el IVA a la leche, a la harina, al hambre por decirlo con dureza. A quién puede joder que una botella de champagne cueste mucho dinero; si quieren yo les puedo decir quién puede alegrarse que el litro de leche y el kilo de pan cuesten el 21 por ciento menos. ¿Se entendió lo que digo? Y les juro que no es demagogia, es sentido común, se les ve el plumero y eso les hace mal.
Ya sabemos que son amigos de los directores de Chandon y de la familia Catena, pero esos no necesitan su ayuda y menos que ustedes hagan el ridículo haciéndoles rebajas. Igual querido lector si usted es tomador de espumantes no se haga ilusión, en las góndolas a partir del 1 de enero los precios no van a bajar el doce por ciento, es más subirán, porque en el mundo de las burbujas la quieren toda para ellos.