Anoche en la Sociedad Rural de Rafaela se reunieron los dirigentes con sus pares de Humberto Primo y Sunchales para seguir avanzando en la unificación de criterios para canalizar reclamos por obras para la zona rural y urbana del Departamento Castellanos.
Con mucha agua aún en la región, a pesar de las altas temperaturas que ayudan en la tarea de descompresión, al menos visual, que no se logra de otra forma por la falta de infraestructura, en el encuentro se plantearon las necesidades elementales que se deben cubrir de inmediato, para que no vuelva a repetirse este fenómeno que en un año tuvo tres episodios, con dos de más importante gravedad.
«Las tres rurales tenemos una historia de trabajo conjunto y creemos que es una buena medida conversar entre nosotros para tratar de clarificar algunas situaciones y aunar opiniones respecto a los pasos a seguir. Queremos que este sea un lugar de reunión para poder expresar una sola postura», sostuvo el presidente de la SRR, Pedro Rostagno, que recordó que desde junio pasado se advertía que al momento de no haber más agua impidiendo la producción, se iba a perder notoriedad, sin embargo, «para que esto no suceda ahora, es que trabajamos las tres entidades de forma mancomunada», teniendo en cuenta que más allá del canal en sí, la cuenca del Vila-Cululú «nos afecta a todos, a los tres distritos de las rurales».
Por su parte, Javier Bollatti, el presidente de la rural sunchalense añadió durante el encuentro que se deben generar acciones que puedan darle respuesta a los productores, pero también enfatizar el control hacia los gobiernos. «Teniendo a las tres entidades juntas, la fuerza es mucho más intensa que una sola», apuntó, al tiempo que remarcó con mucha contundencia que «los políticos no están a la altura de las circunstancias, al menos los de mi ciudad, entonces se diluye el problema, porque nosotros tenemos pedidos desde abril que ya se deberían haber puesto en marcha y ahora se sale a hablar de una obra para el canal por 300 millones, el Bajo Ricci, está todo planificado». Bollatti entiende que en el caso de los concejales de Sunchales, que tienen dedicación exclusiva y salarios acordes, «deberían estar dedicados a esto las 24 horas y no se ve que se hayan hecho gestiones».
Del mismo modo, cabe destacar que hay muchos reclamos que recalan en las entidades, sin pertenecer a las mismas para pedir obras, con lo cual se destaca la necesidad de institucionalización que tiene el sector agropecuario, «para ordenarnos», sobre todo, teniendo en cuenta que estas instituciones tienen en el último año un cúmulo de más de 50 reuniones por los problemas hídricos, según aportó Norma Bessone, la secretaria de la SRR, abarcando a municipios, comunas, provincia y Nación.
En medio de una puja de intereses, lo que se intenta es «tratar de definir la emergencia, con la urgencia que se requiere, de acuerdo a la gravedad de lo que estamos afrontando».
Ya con los primeros datos aportados por algunas comunas sobre los productores más afectados por el agua, las rurales tienen la intención de generar un listado para lo que puedan llegar a ser ayudas inmediatas, comprometidas hace una semana por el Ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, en su paso por Rafaela.
En tanto, se acordó un debate en cada entidad, para avanzar hacia la convocatoria de una asamblea abierta regional, donde se puedan mostrar los ejes de reclamos ya cursados, de las reuniones realizadas en todo este año transcurrido y generar un espacio de alternativas para los productores que pueda ser trasladado a las autoridades.
Por otra parte, si bien hay ya cursado un pedido informal de encuentro con el flamante presidente del Banco Nación, para poder avanzar en la flexibilización de créditos, aún no se tienen detalles de las ayudas que generarán Provincia y Nación, juntas o por su parte, sin embargo se entiende que los accesos a fondos por fuera del sistema bancario serán fundamentales.
Con muchos tambos quedando en el camino, la preocupación por el impacto social y comercial que hay en los pueblos, pero también en las ciudades es mucho, además de tener en cuenta que será notoria la falta de recaudación impositiva, que en cuanto a tasas en comunas ronda los 11 mil pesos el bimestre, que no se podrán recaudar por la falta de movimiento económico.
Aguardando hasta el próximo lunes, para un nuevo encuentro entre Miguel Lifschitz y la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe, tal como se comprometió hace una semana atrás, se intenta llegar con el mayor caudal de información para no desatender ninguno de los aspectos de esta emergencia hídrica.
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