Las nuevas inversiones y los compradores de gangas

A contramano del relato K, agregar valor en el agro terminó siendo un pésimo negocio. Ni siquiera zafaron los que obtuvieron ventajas por medio de prebendas como es el caso de los molinos harineros.
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A contramano del relato K, agregar valor en el agro terminó siendo un pésimo negocio. Ni siquiera zafaron los que obtuvieron ventajas por medio de prebendas como es el caso de los molinos harineros.
Hoy la gran mayoría de los pequeños y medianos empresarios agroindustriales sufren una Doble Nelson letal: la falta de financiamiento para capital de trabajo y la presión de los sindicatos. Tienen que sobrellevar el peso de las deudas acumuladas con proveedores y clientes, las intimaciones de la AFIP y la angustia mensual de juntar hasta la última moneda para cumplir con los sueldos de sus empleados. A lo que hay que sumar, en el peor de los casos, la vigilancia y coerción de algunos gremios que se han puesto muy beligerantes.
En el interior de nuestro país ya es un deporte hablar sobre el momento que pedirá la quiebra o entrará en convocatoria de acreedores tal o cual industria láctea, frigorífico o fabricante de maquinaria agrícola. Esta debacle generó una estrepitosa caída en el valor de los activos de las empresas alimenticias. De otra forma, los 50 millones de dólares que a fin de año pagó Arcor nunca hubieran llegado a comprar el 25% de una láctea líder como Mastellone Hermanos.
A la debilidad financiera de estas empresas sólo se le contrapone la creencia que la tabla de salvación está relativamente cerca. Que es cuestión de esperar la bonanza asociada a un mejor tipo de cambio y a la ausencia de persecución política y de medidas discriminatorias.
Este escenario sufrirá cambios drásticos. En los próximos meses entrará al tablero de la producción un nuevo jugador.
La presencia del presidente Mauricio Macri en el Foro Económico Mundial de Davos, donde anunció el regreso de la Argentina al concierto mundial, aceleró los procesos de inversión que están en danza. Para los analistas consultados, los fondos de inversión durante 2015 se abocaron a la tarea de juntar plata. Las trabas para girar dólares al extranjero terminaron facilitando la tarea a muchos fondos locales. El calendario propuesto a los inversionistas fija que en 2016 se deben ejecutar las inversiones. «Ahora, la tienen que poner», afirmó sin medias tintas un ex banquero especialista en agronegocios.
Esto no deja de ser una excelente noticia, aunque hay que advertir que tiene un doble filo. En circunstancias de debilidad financiera y bajo precio de los activos, buena parte de la industria alimenticia parece encontrarse en la arena de un circo romano esperando que le suelten los leones. Por ahora no hay noticias que hayan salido de compras, pero es evidente que los leones, o mejor dicho los Fondos, se encuentran en las gateras oliendo oportunidades de negocios. Que no es sangre, aunque se le parezca, sino comprar barato algo que apuestan será más caro en el futuro. Se da entonces una situación de inequidad que sería saludable corregir a fuerza de brindar herramientas financieras lógicas y accesibles que atiendan la emergencia. Se evitaría que por asfixia financiera, empresas con trayectoria terminen saliendo a la venta a precio de ganga. Salvo para el que compra, es un mal negocio para todos.
Lo ideal sería que las nuevas inversiones vengan a sumar empresas y actividades. Que no reemplacen valor, sino que lo generen. Hay optimistas como Bernardo Piazzardi, consultor y profesor en Agronegocios de la Universidad Austral, que creen que llegarán inversiones positivas para el desarrollo y focalizadas en regiones extrapampeanas. «Hay interés por actividades no tradicionales del agro. Por ejemplo, planes de inversión en tecnología y en nuevos servicios agrícolas. También se observa con mucho interés las provincias del Norte. Si las obras de infraestructura que propone el plan Belgrano logran desarrollar esta región, conectarla con Bolivia y Chile y hacerla competitiva, puede convertirse en un boom de inversiones y producción», dice.
Además del Norte hay otras regiones que generan interés. Como el demostrado por inversores en viñedos y bodegas de Cuyo, olivares en San Juan o los 23 productores australianos de ovinos que desde esta semana recorren la Patagonia para invertir.
Después de años de letargo, la inversión en el agro vuelve para ser protagonista.
Soja
57,1%
Más ventas
Fue lo que creció la exportación a China de poroto de soja durante 2015, con 9,44 mm/tt
LA FRASE
Dardo Chiesa
Presidente CRA
«Quisiera saber dónde tiene la carnicería el señor Alberto Williams»
Félix Sammartino
LA NACION

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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