Ricardo Perrig, vicepresidente de la Sociedad Rural de Las Colonias, afirmó que Arturo Videla les confirmó que estaba acordada la suba de 7% para la leche de marzo. También aseguró que “todavía no se ve ningún beneficio” de la Liquidación Única.
—Se suponía que las industrias debían aumentar un 7% en marzo, según un acuerdo que se habría realizado en la Secretaría de Comercio Interior. Sin embargo no se está pagando ¿Hubo o no un acuerdo entre Guillermo Moreno, las industrias y los productores?
—En nuestras instalaciones estuvo el Subsecretario de Lechería Arturo Videla junto a sus colaboradores Roberto Socín y Rubén Brechbhul, que están manejando el tema, y nos han confirmado que sí lo hubo: que la industria tenía que aumentar un 7% después de la reunión en la Secretaría de Comercio Interior y no lo han respetado. Para mi han burlado al gobierno, a las entidades, porque no cumplieron lo prometido. Aclaro que nosotros pedíamos entre 15 y 20% debido al aumentó de costos que hubo en gasoil, en personal, energía, en muchas cosas que hoy al tambo lo están perjudicando y lo ponen en una situación casi, para algunos productores, como las que hemos pasado en el 2001.
—La liquidación única están marcha. ¿Se nota algún beneficio para el productor?
—Todavía no se ve ningún beneficio. Lo único que se hizo es presentar un papel. Los beneficios de que la leche se analice en laboratorios con ciertas reglamentaciones; que esa información se concentre a nivel nacional y luego baje al productor, todavía no lo vimos. O sea, hoy no sabemos lo que cobramos. Las industrias siguen liquidando a precio por litro, por más que después pongan en la liquidación única precio por proteína o grasa. Pero realmente lo que se sigue negociando es por litro de leche. Vemos liquidaciones de productores de las mismas industrias y hay diferencias. Con este sistema se buscó que se liquide igual que con los granos, si vendés un equipo o cien que sea igual.
—Hace tres años que el Ministerio de la Producción recaba información sobre lo que pagan las industrias por la leche de referencia y el promedio ponderado por litro (con bonificaciones). Últimamente estos indicadores tuvieron un comportamiento opuesto: mientras uno sube el otro baja y viceversa. ¿Qué explicación le dan los productores?
—Que la industria paga según la cara del productor. Esto depende de quien hable más o menos con la industria. Hay productores que son reticentes y otros que viven protestando por el precio. Entonces ahí se ve la diferencia. Si yo te digo que entre una leche de la misma calidad a veces hay entre 13 o 15 centavos de diferencia, vos te preguntarás por qué. Y, porque depende del tipo de explotación y del productor. Para mi el sistema de la provincia no está aceitado; y a esta información la pasa la industria, que de común acuerdo pone los precios que a ella le conviene. Nuestra disposición fue siempre de ponerle un precio a la leche de referencia y respetarlo a rajatabla. Y que las diferencias se den por calidad. Siempre se opusieron porque según el tipo de producto que elaboran tienen que tener mayor o menor precio. Yo creo que la leche es una sola y tiene que tener un solo precio. Después el producto que se elabore dependerá de la habilidad de cada industrial y del comportamiento del mercado.
—Se insiste hace tiempo con la diferencia de precio que hay entre la tranquera y la góndola. ¿Todavía no saben quien se queda con la rentabilidad de la cadena?
—Yo no lo se. Me lo imagino. Cuando de mi tranquera el litro a 1.50 o 1.55 y esa leche de menor calidad -porque ya le sacaron un poco de grasa, un poco de proteína- vale 5 en la góndola. Y un kilo de queso, que algunos lo hacen con 10 litros, otros con 8 y algunos con 7, vale lo que vale. Sé lo que yo cobro. No sé cómo sale después de cada eslabón. Por eso al ministro (de la Producción, Carlos Fascendini) le dijimos que tenemos que retomar el valor de cadena y que se siente también la pata comercial; que es muy importante, porque si no nosotros no podemos producir ni la industria puede vender. Creo que tenemos que sentarnos y entre todos ver el negocio. Lo que pasa es que estas cosas no se pueden hacer ni a nivel nacional ni provincial. Ni en la Secretaría de Comercio nunca se sentó la pata comercial. Eso me hace pensar que por ahí pueden tener algunos beneficios o prebendas que nosotros no vemos.
Una suba insuficiente… ¿y alguna trampita?
El Ministerio de la Producción dio a conocer el precio promedio ponderado del litro de leche de marzo, que se ubicó en $1,549, $0,039 superior al $1,51 de febrero. La suba es de 2,6%; lejos del 7% acordado por el Centro de la Industria Lechera (CIL) con Guillermo Moreno.
Aunque marzo es el 3º mes consecutivo que las usinas santafesinas pagan con aumento, desde enero el precio se recompuso sólo $0,057 por litro, equivalente al 3,8%. Mientras que frente al mismo mes de 2011, cuando el precio promedio ponderado fue de $1.516, la suba fue de apenas $0.033 por litro, equivalente a un 2.78%.
En cambio, el comportamiento de la leche de referencia fue distinto: bajó en forma consecutiva y pronunciada desde principio de año. En marzo, el promedio informado por las industrias fue de $1,282; $0,025 menos (-1,9%) que febrero. Y desde enero retrocedió $ 0,107 (7,7%). En 2011, sin embargo, tuvo un comportamiento radicalmente opuesto, ya que trepó $0.247 entre enero y marzo, equivalente a una suba de 25.4%.
Este es uno de los elementos que alimenta la sospecha de los productores de que los industriales manipulan el precio, a pesar del sistema de liquidación única que rige a nivel nacional y que premia la calidad en lugar de la cantidad.
Juan Manuel Fernández
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