Ricardo Buryaile admitió que la “situación de la lechería es grave” principalmente en Santa Fe, producto de las inundaciones, en sintonía con la afectación a la soja y otros cultivos en esa provincia y en Buenos Aires, La Pampa, Córdoba y Río Negro.
El funcionario macrista continuaba hoy encuentros con productores en Rafaela; en tanto que los productores se reunían además en Presidente Roca antes de concurrir con sus planteos a la cabecera del departamento Castellanos.
Representantes de Coninagro, Federación Agraria, lecheros, Bolsa de Comercio de Santa Fe y Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe estuvieron presentes ayer en la Casa Gris durante el encuentro entre el funcionario nacional y el gobernador Miguel Lifschitz.
El titular de Carsfe, Gustavo Vionnet, ya había participado de un encuentro previo con el mandatario santafesino, donde “se hizo hincapié en el área lechera, que es quizás la más crítica a raíz del estado de gravedad en el que se encuentra el sector”.
Buryaile reconoció que “la situación de lechería es la más grave y, por supuesto, lo es la siembra de soja”, enfatizó Buryaile al evaluar las consecuencias del fenómeno climático. Y amplió: “Las pasturas que se vienen haciendo fundamentalmente para tambos van a quedar degradadas”.
“Si no baja rápidamente el nivel de agua, se va a entrar en el invierno sin reserva de forrajes, lo cual es grave porque ésta es la época que se hace la pastura para el invierno”, admitió después de que Santa Fe calculara pérdidas preliminares por 1.100 millones de dólares para la agricultura y la lechería, sin contabilizar daños en infraestructura.
Los tambos y “el riesgo de sufrir cierres masivos”
“Estamos muy preocupados por ciertas situaciones que la emergencia hídrica ha complicado aún más. Es el caso de los tambos que ya tenían un panorama complejo y ahora están peor: enfrentamos el riesgo de sufrir cierres masivos de tambos, con todas las consecuencias a nivel social y de empleo que supone un problema tan grave”, sostuvo el ministro Pablo Farías.
Si no se logra revertir la situación en que están “van a ser muchos los tambos que van a cerrar”, dijo el ministro y subrayó que el gobierno provincial trabaja para evitarlo. Explicó que “la situación que enfrentaron el año pasado era seria, pero este año las cosas son aún más difíciles”, dijo.
“En 2016 se logró asistirlos, encontrar salidas para enfrentar una coyuntura económica compleja, pero ahora las cosas se han agravado de tal manera que muchos están planteando el cierre”, advirtió el ministro de Gobierno.
“Nosotros vamos a hacer todo lo posible por evitarlos. Su situación es parte de las líneas que analizamos con el gobierno nacional para la ayuda de fondo tras la emergencia, lo hemos conversado funcionarios de ambas administraciones con productores rurales y con referentes de distintas localidades”, afirmó.
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