La política jamas entendió a la lechería

Por Elida Thiery - De paseo por las propiedades de un acólito se la vio en las ultimas horas a Cristina Elizabet. Por primera vez en un campo, al que seguro llego en las camionetas que detesta, pero posee en sus múltiples propiedades.
Share on twitter
Share on facebook
Share on linkedin
Share on whatsapp
Share on email

No sólo entre la tierra y el viento del descampado, sino en un tambo, en el horario en el que la sala de ordeño ya se limpio y el hedor a bosta quedo reducido, la ex Presidente se lamentó por la lechería. Como un caso ajeno, embroncando a quienes la registran desde el máximo destrato a la actividad.
El hermano del ex intendente de Lincoln fue el único capaz de abrir la tranquera para que pase la señora que insultó al yuyo, pero vivió de él y las retencuones durante sus mandatos y el de su esposo; y la misma que instauró las compensaciones a los tamberos como forma última de acción, pero la que también permitió que se esfumaran aquellos mas de cien millones de dolares que el Gobierno retenía por precio de corte a las exportaciones de leche en polvo.
La vergüenza es algo que escasea en este país y que no es condición de la clase dirigente. Esto esta a la vista, las campañas lo pueden todo, incluso contradecir más de una década de gestión.
Llorar sobre la leche no producida no tiene sentido, sin embargo Ella lo hace, sin que se le mueva un pelo y no gracias a tanto fijador del salón de peinados privado.
Cristina quiere ser senadora nacional por Buenos Aires, una de las provincias más golpeadas por la crisis lechera. Entrerrianos, cordobeses y santafesinos miran horrorizados el cuadro. Los que ya no están en la actividad la tienen bien individualizada como responsable de sus desgracias, junto a la parva de funcionarios que sólo llenaron de palabras los momentos y los tiempos de accion y hoy reposan en la abundancia.
No fue sólo su mandato el que no supo salir de la crisis. Actualmente la cosa sigue muy complicada. La lechería como tema urgente al momento de asumir Cambiemos no modificó su condición, pero si se olvidó en la lista de prioridades.
Hablar de un mercado que se ordene sólo es olvidar a los pueblos que viven de los tambos, de las pequeñas usinas y hasta de las grandes industrias lecheras.
En 2016 se presentaron varios proyectos de ley inviables y que no llegaron ni a debatirse en comisión, en el Congreso. Las provincias hicieron lo que pudieron y todo fue poco.
Hay funcionarios de este mismo Gabinete nacional que de lechería saben mucho, pero al momento de aceptar responsabilidades y afrontar los cargos prefirieron «tercerizar» las decisiones y así estamos, sin solución alguna a los temas de base, al famoso ordenamiento que precisa toda la cadena, que no llega ni con una ley sectorial, ni por una palabra contundente en la mesa jamas convocada, que contenga a tamberos, industriales, supermercadistas y comerciantes, pero también a gobiernos provinciales. En tanto, se le sigue dejando bien largo el cordel a la gremial que carga con la responsabilidad de una sangría económica en la industrias con impacto directo en los tambos. Empresarios y gobiernos deben aceptar el error de años de falta de negación ante condiciones insólitas.
No hay chance de debatir la comercialización, nadie quiere poner la cabeza. Lo máximo que se hace es ofrecer datos, que muestran que el negocio se contrae, en mercado interno y externo, para dejar crecer a las importaciones.
Las industrias cambian de estrategia productiva, la Cooperativa mas grande agoniza esperando el segundo pago de un crédito nacional y los remates de animales de tambo no cesan, eso si, con la mejor genética.
Este es un país que pareciera no tener sanación y la lechería es una muestra de ello.
Quizá algún día, alguna vez, la política pueda entender que la cadena láctea es fundamental y en eso acompañe su adaptación a las nuevas condiciones globales. Mientras tanto sigamos disfrutando con los dientes apretados de las imágenes que surgen de redes sociales, del milagro de zapatos con tierra sólo por conmover por un voto, para llegar a una banca desde la que jamas se levantara la voz para defender a ningún eslabón del que tanto hablamos día a día.
Elida Thiery

Mirá También

Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

Te puede interesar

Notas
Relacionadas