Un proyecto consensuado desde FADA puede ser la alternativa correcta
Por Elida Thiery – Son millones de letras las escritas en este espacio en pos de conseguir una línea de ordenamiento para el sector lechero. Muchas ideas, no todas correctas, pero si bienintencionadas, son las que conforman un imaginario que sólo en la provincia de Santa Fe tienen alguna certeza. Claramente, la lechería depende de su mejora en cuanto a la decisión política al respecto, he allí la clave.
En tiempos de crisis climática, de pérdida muy contundente de la producción que llega al 12 por ciento anual en general, de cambio productivo, con una importante cantidad de animales vendidos para carne, tambos fusionados y un deterioro visible, los mensajes oficiales optimistas no alcanzan para llegar a 2017 de mejor manera.
Con intenciones genéricas que no resuelven las urgencias de un mercado inmenso para la Argentina, donde la informalidad en todo sentido lo deteriora hasta afectar el crecimiento de los pueblos a pocos kilómetros de nuestras casas, parece que ya no hay otra alternativa que la letra escrita y formal.
Las Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina elaboró un informe titulado “Propuestas para el sector lechero”, de la mano de sus especialistas que analizan todas las variables del campo, pero también junto a productores asociados, la Sociedad Rural de Río Cuarto y Confederaciones Rurales Argentinas, valiéndose así de datos concretos para el diagnóstico y posteriores propuestas.
En 20 años, de 1995 a 2015 se registran 19.041 tambos menos, es decir la proporción abarca a 952 tambos menos por año, si bien la concentración permite que hoy se produzcan cinco mil millones de litros más que en 1995, mientras que en la industria, la concentración también es llamativa, siendo que de mil empresas lácteas, sólo cuatro concentran el 40 por ciento del procesamiento de leche, que tiene una proporción de hasta 800 litros por empleado, cuando la ecuación debería trepar a 2.500 por operario en planta.
Con la característica de una materia prima perecedera, con mercados endebles y valores desconocidos, al igual que los plazos para su pago en el inicio de la cadena, con tan sólo el 25 por ciento del total destinado a la exportación, se presenta un panorama confuso para un negocio fundamental.
Diario CASTELLANOS conversó con David Miazzo, economista y coordinador de investigaciones de FADA, quien ayer martes presentó ante la Comisión de Agricultura de la Cámara de Senadores de la Nación una propuesta simple y concreta para el ordenamiento sectorial. Convocada por Alfredo De Angeli, su presidente, tuvo presentes también a representantes de FAA, CRA, Coninagro, SRA y la MNPL.
“Expusimos nuestra propuesta y visión, con comentarios de los presentes, teniendo muchas coincidencias”, aseguró partiendo de “soluciones que pueden generar las tan reclamas reglas de juego y transparencia, como son los precios de referencia y los contratos, estabilidad con un fondo anticíclico, pero también una propuesta en pos de los mercados internacionales, siendo tres de los problemas centrales que se podrían resolver”, como base para poder avanzar luego a estrategias de asociativismo para comercialización conjunta, por ejemplo, como lo que ya trabaja Santa Fe con un formato de consignataria de leche.
Miazzo sostiene que “todo esto depende de decisiones políticas que tienen un muy bajo costo, por lo tanto son cuestiones que se pueden decidir muy rápido y operativizar en tan sólo unos meses, teniendo en cuenta que encontramos para el estudio bastantes coincidencias”.
Destacando la inquietud del Senado, de convocar y conocer detalles para poder avanzar en un proyecto de Ley, mientras en Diputados ya caminan algunas ideas no tan concretas. “A los principales proyectos que hay en la Cámara Baja nosotros desde FADA les hemos hecho devoluciones, con observaciones, destacando la iniciativa de hacer algo, porque de distintas maneras hablan de contratos, de fondos anticíclicos también, e incluso de precio sostén, lo cual demuestra diagnósticos bastante coincidentes”.
Cabe destacar que la Fundación tiene un seguimiento concreto de las actividades en el Congreso, con lo cual se podría esperar algún tipo de debate más concreto y definición posterior para acceder a una norma, en un marco “de una cadena muy compleja, con muchos actores y muchas instancias, por lo que tratamos de generar una idea lo más simple posible para solucionar los problemas más grandes y que no requieren de inversiones, como lo son los de infraestructura. Tenemos que salir del análisis de toda la problemática, reducirla a lo fundamental, para poder resolver esas cuestiones y avanzar”, sostuvo el economista.
Lo importante
Con un viso muy realista y abarcativo, este ordenamiento de base que propone FADA puede llegar a convencer a la mayor parte del sector, hecho que no es sencillo, más aún si se tiene en cuenta que las experiencias previas en cuanto a leyes nacionales no fueron buenas.
Sobre los precios de referencia proponen dos sistemas simultáneos un valor “teórico” de la leche de las industrias en base a datos de precios de exportación, de góndola y estructuras de costos; y uno de “referencia” en base al mercado de la leche cruda, diferenciado por zonas de producción, estándares y condiciones de entrega y pago, con publicación en tiempo real y de libre acceso, algo similar a lo que intenta nuestra provincia ya.
En cuanto a los contratos, proponen que la compra-venta de materia prima tenga marco en contratos que garanticen el cumplimiento de las voluntades de las partes, aportando transparencia, previsibilidad, e institucionalidad al mercado, para lo que se necesita la definición de leche, la estandarización de parámetros sobre la leche cruda, donde operarían las últimas definiciones de Agroindustria al respecto.
En cuanto al fondo anticíclico, sería un cúmulo de fondos aportables en tiempos de precios internacionales altos, que puedan compensar las bajas, para aliviar al productor en momentos de rentabilidad negativa, evitar el cierre de tambos y asegurar el suministro de materia prima a las industrias. Muchos recordarán aquí el mal empleado “precio de corte”, pero suponiendo que haya una reglamentación, sería más aplicable.
En cuanto a las exportaciones, FADA indica que se deben desarrollar mercados internacionales con una agresiva estrategia comercial y sanitaria, además de hacer más competitivo al sector, trabajar en mejoras e inversión en tambos, caminos rurales transitables e inversiones e incremento de la productividad en las industrias lácteas.
Tiempo ahora el de escuchar a todas las entidades, pero sobre todo de conseguir una figura que pueda ser contundente al momento de las conclusiones, sin intereses ocultos y con la claridad de favorecer a todo el sector. Puede que sean tiempos impensados y de acuerdos insólitos.
Elida Thiery