El brindis navideño sorprenderá a Alejandro Sammartino y José “Pepe” Quintana -responsables del área de Lechería de la Nación- a 10.000 metros de altura, en pleno vuelo a Dubai. Esta misión comercial fue una de las novedades que arrojó la última reunión de la Mesa de Competitividad de la Cadena Lechera con el presidente de la Nación. Si bien este destino sería en principio para leche fluida, el encuentro dejó clara la recuperación exportadora como una buena señal para el mediano y largo plazo. En este sentido, Macri adelantó que el 16 de enero se reunirá con Bolsonaro en Brasil para reactivar dicho destino.
Según Jorge Chemes -referente de CRA en la Mesa- “fue casi lo mismo que la anterior”. El ruralista admitió que no salieron con las expectativas cubiertas, aunque en el tema exportaciones “se está creciendo”. Según Chemes esa “es una buena noticia”, además de la confirmación del acortamiento de plazo de pago. “Igualmente le demostramos al presidente el deterioro de la capacidad de compra con la leche por la devaluación, y eso es fundamental para solucionar la coyuntura, y ante eso no tuvimos respuesta”. Chemes reconoció que Macri se mostró conciente del tema, pero se lamentó por no tener herramientas por la crisis macroeconómica. “Para la urgencia nos vamos con las manos vacías, aunque en el largo plazo con muy buenas noticias”, reconoció.
Plazos e informalidades
Un poco más optimista se mostró el referente de la cadena industrial, Miguel Paulón. en diálogo con Campolitoral, hizo un breve repaso de lo que dejó una reunión pasada por agua.
“Se habló de los temas vinculados a la macro: las variables que pegan en todos los sectores productivos (como las altas tasas de interés, la retenciones y la caída de reintegros)”. En este sentido hubo una propuesta para que se traten de compensar las retenciones.
Donde sí hubo avances fue en el tema de los plazos de pago de toda la cadena. “El supermercado se comprometió a una reducción de 7 días a los plazos de pago hacia la industria respetando los acuerdos vigentes, aunque la eficacia de la medida había que evaluarla en una contexto más general”, admitió Paulón. “Le pedimos al presidente que se acorten los plazos de pago de las compras del Estado, que están desfasados de las fechas comprometidas entre 90 y hasta 180 días, y se comprometió a dar una solución en el tema del ministerio de Desarrollo Social que es el principal comprador por parte del Estado Nacional”, reconoció.
El tango y la samba
A nivel de mercados, surgió el tema de la relación con Brasil y se comprometió a hablar con Bolsonaro. “El tango se baila de a dos, habrá qué ver qué hacen los brasileros”, reconoció.
En cuanto al financiamiento sostuvo que el presidente manifestó “que le duele tener que hablar de estas tasas de interés, pero que es una circunstancia que en unos pocos meses se pueda superar con tasas compatibles con el tema productivo”. De las retenciones también dijo que “no es una medida deseable pero que es una emergencia que no se veía el fondo del túnel y que se tuvo que hacer para tener una cierta previsión de largo plazo”.
Finalmente, respecto de la informalidad. “Pudimos presentar una primera aproximación a un estudio de la evasión en la cadena de la producción, la industria y el comercio, que nos da valores similares a la de la carne. Propusimos alternativas para analizar con los organismos de aplicación de control de la evasión para trabajarlo en forma conjunta al igual que otras cadenas con elementos de la tecnología y él dijo que es altamente saludable que ocurran esta cosas”.
Crisis lechera
En el informe que le presentaron a Macri y que adelantaron nuestros colegas de Nuestro Agro, se detalla que la producción de 2017 fue de apenas 10.097 millones de litros de leche, y que 2018 cerrará con un crecimiento de 4%, es decir, no superará los 10.500 millones de litros. Que los tambos que quedan en el país suman 10.722 con una tasa de cierre anual que se acercó en el último año al 4%. Otro dato preocupante es el stock de vacas lecheras (este año cayó un 7,2% respecto de 2017, con 1.595.920 vacas). También se derrumbó el consumo per cápita nacional que históricamente se mantuvo por encima de los 200 litros/persona/año y hoy se estima en 195 litros. “Si no hubiese sido porque las exportaciones aumentaron un 32% en el acumulado hasta octubre, el escenario de precios de los productores sería todavía peor”. Lapidario.