El básico mínimo de Atilra será para octubre de 19.331 pesos
Esto surge del ajuste del 23 por ciento temporario cerrado con las industrias hasta septiembre. Así el costo promedio mensual por empleado para las empresas trepa a los 55 mil pesos.
Mientras el precio de la leche se ajusta a la fuerza, con pagos entre 3,90 y 4,40 pesos por litro para los productores durante este mes y en varias cuencas, con una crisis irrefrenable, que podría marcar nuevas remarcaciones sólo por la baja productiva que luego tendrá una nueva y cruel primavera. Para ese entonces será que la free russian dating Asociación de Trabajadores de la Industria Láctea de la República Argentina, se vuelva a sentar a negociar con cuanto más en los salarios cerrar el año con el Centro de la Industria Lechera y la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas.
Les contábamos en Lechería Latina hace unos meses como se sellaba la paz, cuando la cosa se venía espesa. Lentamente el representante legal del sindicato logró a comienzos de este mes una escala temporaria, con un alza del 23 por ciento. Paulatina y por dos meses, esta nueva tregua de ajuste en alza brinda hoy números llamativos, que corresponden al derecho de los trabajadores de la industria láctea, pero también se vincula a la imposición que los privados permitieron dar, no sólo en el número de los recibos de sueldo, sino en la cantidad de empleados que proporcionalmente trabajan en relación a los litros procesados.
Un debate que perdió la industria, que le valió por ejemplo el pago del aporte solidario, ese concepto único que se añade a los aportes tradicionales a la gremial, a los acuerdos con cada empresa que quizá no se ven y que hacen que la suma se eleve en el promedio por empleado lácteo en la Argentina hoy a unos 55 mil pesos.
Lo que se estampa en los recibos de sueldo es ahora un alza del 15 por ciento no remunerativo, para agosto un cinco más que sumará ese 20 por ciento a los conceptos remunerativos y finalmente otros tres puntos remunerativos.
Para entenderlo mejor, los vamos a mirar en perspectiva, en cada uno de los segmentos del salario.
La Categoría A es la que menos se usa, porque en la práctica las industrias la deben tomar como referencia para los tres meses de prueba de las incorporaciones, para luego hacer automático un escalón más. Quien entró a probarse en mayo para la línea de producción con la actividad más básica, cobraba 15.716 pesos y llegaría a octubre con un básico de 19.331. Esto explica la contradicción por la falta de reclamo en cuanto al pago de Ganancias, que incluye a absolutamente todos los incluidos en los convenios lecheros.
En la categoría B, el progreso fue de 17.093 en mayo, 19.393 para los pagos actuales y 21.024 pesos para los básicos conformados de octubre. La categoría C fue de 16.470 pesos para el quinto mes del año y en una progresión hasta octubre será de 22,718.
La categoría D, en la que están por ejemplo los empleados de las proveedurías de las industrias, tuvo un básico de 19.847 pesos en mayo y en cinco meses pasará a los 24.412 pesos. En la E, el básico fue de 21.224 a 26.106 pesos en el plazo de acuerdo.
Finalmente, la categoría F que se consagra como la más alta de usada en gran proporción pasará en este proceso de ajuste de 22.601 en mayo, a 24.901 en este julio y finalmente a 27.800 pesos para octubre.
A esto se debe añadir la antigüedad de cada uno, las horas extra y todos los añadidos que este gremio ha conseguido legalmente en los últimos años, de la mano de Héctor Ponce en la conducción nacional, que lo único que no puede evitar es que se saquen del convenio a los administrativos que tiene algo más de un año dentro de las estructuras.
Ampliamente la gremial láctea es la más sólida, la que mejor se supo mover en las negociaciones con los privados y la que tiene la idea muy clara en cuanto al servicio a sus afiliados y al avance en cuanto a proyectos que puedan utilizar los dineros de un gremio que hoy por hoy es inquebrantable, con todo lo que el poder incluye.
Fuente: Lecheria Latina