La semana entrante habrá otro encuentro con referentes de cooperativas, entidades y pooles de leche, para poder dar marco legal a la iniciativa de comercialización de materia prima que puede colaborar en el ordenamiento inicial del sector. Aun las compensaciones no fueron cobradas por los productores.
Por Elida Thiery – A algunos incomoda que a pesar de la crisis del sector, de las contingencias climáticas se pueda avanzar en otro sentido en la provincia de Santa Fe. Aunque falta mucho para un ordenamiento completo, desde el Gobierno provincial se trabaja de forma consistente sobre la intención de generar una consignataria de leche, una negociadora a granel de materia prima para conseguir mejores precios para los productores. Esta iniciativa que cobró fuerza con el año, ahora empieza a recorrer un sendero más firme.
Con encuentros esporádicos pero contundentes, más de 15 organizaciones están participando de esta idea, de esta estrategia para dar ventajas competitivas y sustentables en el tiempo para la producción de leche. Lo que indican algunos de los impulsores es que la consignataria abre a una posibilidad de diversificación en este negocio, con la opción de encontrar distintos destinos de comercialización de la leche cruda, como una forma viable de transparentar el mercado, conseguir mejores valores y sobre todo eludir el «paternalismo» histórico que siempre rigió a la lechería.
Con una gran dispersión geográfica de la disponibilidad de leche que hay manifiesta en toda la Provincia, para volcarla a esta nueva organización, que aún no tiene definida una figura legal formal, podría convertirse en una sociedad de bolsa, para tener un método de control, garantía e incluso un estándar fiduciario, donde esté muy bien destacado el rol de cada aportante, así como el peso impositivo sobre esta nueva forma de negocio.
Para muchos es una molestia este tipo de iniciativa, mientras para otros, los eternos débiles de la cadena lechera, esta es una bisagra, que no resuelve las crisis eternas, los problemas globales que no permiten crecer a esta producción conforme a las expectativas internas y externas, pero sí logra una consolidación del esquema de compra y venta, con fortalezas bien remarcadas, incluso, desde la Bolsa de Comercio de Rosario, a partir de lo cual se podría comenzar a utilizar el sistema de contratos para la compraventa de la materia prima, elemento disponible pero que aún no entró en vigencia, por la reticencia de productores e industriales de someterse a compromisos numéricos ante un mercado tan fluctuante, variante e insólito, que con un volumen de unos cuatro millones de litros diarios en manos de la consignataria podrían hacer más previsible el negocio, en rasgos genéricos.
Esta semana hubo una reunión con buenos rasgos de avance, liderada por el secretario de Lechería, Pedro Morini y el director del área, Marcelo Bargellini, donde se sentaron las bases para un encuentro en los próximos días, donde el marco legal será clave para los avances en esta consignataria que se dedicará a la venta de la producción, lejos de procesamiento alguno.
Lo que pasa
Mientras algunos funcionarios se van en optimismo y se alejan del realismo, la lechería sigue teniendo urgencias desatendidas, que van más allá de cuestiones de estructura como la consignataria.
Como para comenzar un breve listado, esta semana no se cobraron los subsidios prometidos. Publicados hace una semana en el Boletín Oficial y con efectivización prometida para el lunes o martes, no llegó el dinero a la cuenta de los productores ni siquiera el viernes y la espera sigue estirando posibilidades de pago de compromisos que van desde la prestación de servicios, hasta las deudas más profundas de cada explotación.
Mientras tanto, también se sigue esperando la convocatoria al supermercadismo, a la fase comercial por parte del Ministro de Agroindustria, para aclarar los tantos en el reparto de la renta, esa misma que el Instituto Argentino de Profesores Universitarios de Costos, en el que basa muchas de sus estadísticas la cartera, define a ese segmento como el gran ganador estando por encima del 31 por ciento la ganancia sobre el precio final de los lácteos, muy por sobre las industrias, los productores y el propio Estado.
Ahora con el anuncio de los créditos, con tasa subsidiada del cinco por ciento para los que tienen certificado de emergencia y al 22 por ciento en total para los que no, se abre una oportunidad de toma de deuda que no es abarcativa, porque lo que abunda es el rojo en las cuentas, mientras sigue merodeando la idea no considerada oficialmente de toma de deuda por parte del Estado, con préstamos en efectivo y con devoluciones a muy largo plazo, para que hagan posible la intención de no perder productores o que no se vayan más que los que ya no están del esquema primario.
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