En el primer bimestre de 2017 se declararon exportaciones argentinas de fórmulas infantiles por 700 toneladas equivalentes a 3,06 millones de dólares versus 1005 toneladas por 5,19 millones de dólares en el mismo período de 2016.
Semejante caída –30% en volumen y 40% en divisas– se presentó incluso a pesar del reintegro del 6% que este año el gobierno nacional implementó para las exportaciones de fórmulas infantiles.
La mayor parte de las operaciones de comercio exterior de fórmulas infantiles es realizada a mercados latinoamericanos (fundamentalmente Paraguay, Bolivia, México y Colombia) por las firmas de capitales argentinos La Sibila y Nutribaby, además de las filiales locales de la estadounidense de Mead Johnson Argentina (recientemente adquirida a nivel global por la británica Reckitt Benckiser) y de la suiza Nestlé.
En 2015 se habían registrado ventas externas del producto por un valor FOB de 69,2 millones de dólares versus 25,4 M/u$s en 2016. Pero la mayor parte de las declaraciones realizadas en 2015 (53,5 M/u$s) correspondían a envíos a Venezuela instrumentadas, en su mayor parte, en el marco del programa “petróleo por alimentos” gestionado por el fideicomiso “Néstor Kirchner” del Banco Nación (es decir: no eran operaciones comerciales genuinas).
A fines de 2014 las autoridades de la Administración Nacional de Certificación y Acreditación de China (CNCA por sus siglas en inglés) autorizaron el ingreso de leches maternizadas elaboradas por dos compañías lácteas argentinas. Pero el negocio hacia ese destino clave no prosperó: en 2016 apenas se declararon ventas por 44.000 dólares. Y en lo que va de 2017 no se registró una sola operación destinada a China (ver planilla).
En 2016, según datos aduaneros de la nación asiática, China importó 225.330 toneladas de fórmulas infantiles (vale tener en cuenta que el año pasado las colocaciones argentinas totales del producto fueron de apenas 5541 toneladas). La mayor parte de las ventas al mercado chino son realizadas por industrias lácteas de Nueva Zelanda y Europa (Argentina, además de ser menos competitiva, no tiene una estrategia de marketing sólida en ese mercado).
Un tipo de cambio sobreapreciado, como el vigente actualmente en la Argentina, castiga, en términos directamente proporcionales, a todos aquellos productos con alto empleo agregado (como es el caso de las fórmulas lácteas infantiles). Es decir: cuánto mayor sea el componente de empleo agregado, menos competitivo es el producto porque se lo comen vivo los costos.
El Tipo de Cambio Real Multilateral (TCRM) calculado por el BCRA se encuentra actualmente en 85,9. Se trata de una cifra inferior a la registrada un año atrás (105,6) y similar a la de dos años atrás (86.0). También se ubica por debajo de la presente en la misma fecha de 2014 (111.0), 2013 (100.9) y 2012 (111.8).
http://www.valorsoja.com/2017/03/03/los-ingresos-de-divisas-generados-por-la-exportacion-de-formulas-infantiles-cayeron-40-a-pesar-de-tener-un-reintegro-del-6/#.WLkyDDvhDIU