“Claro que nos preocupa la situación del productor; nosotros somos conscientes de los niveles de precios y costos del tambo, pero le digo que estamos haciendo el mayor esfuerzo para acelerar la máquina, pero también hay que entender que es un momento dificultoso para las empresas”, señaló el presidente del Centro de la Industria Lechera (CIL), Ing. Miguel Paulón, en diálogo con el programa radial “Adn Rural”.
A pesar de que el Gobierno dio a conocer que el precio promedio pagado al productor por la leche de junio se ubicó en 6,75 $/litro, el vocero industrial afirmó: “el valor que a nosotros nos está dando recibidos los primeros datos de las liquidaciones del mes de junio, estamos prácticamente en $6,90, así que estamos muy cerca de los $7, y para el mes próximo se anuncian incrementos en torno al 4 o 5%”, lo que daría unos 35 ctvs más aproximadamente. Y aclaró: “hoy la industria está pagando por arriba del poder de compra que tiene, o sea que se está haciendo el esfuerzo también para tratar de asignar a los productores más recursos para que se recompongan los niveles de producción de leche, que en el primer semestre está dando un 7 a 8% más que el año pasado”. Para Paulón, “hay que continuar esta tendencia porque evidentemente hay una posibilidad del mercado internacional que hasta hace dos meses no lo teníamos”.
Mercado interno vs. Exportación
“Estamos jugando con las reglas del mercado y el consumo interno tiene un techo que si uno aprieta con precios cada vez más importantes, la reacción es que el consumidor deja de comprar; la frazada corta es para todos los actores de la cadena”, graficó Paulón, quien admitió que la recuperación en el precio para el productor se debió a la dependencia de este segmento durante la primera mitad del año. “La situación de mayor producción que se generó en el primer semestre y la imposibilidad de exportar, hizo que se inclinen las ventas fundamentalmente al mercado interno; tal es así, que en el orden del 90% los ingresos de la cadena se generaron en este período en el mercado interno”. El referente industrial repasó: “el hecho de tener un tipo de cambio bajo en los primeros meses del año, significó perder demasiado dinero en la exportación, entonces todo el mundo se tiró al mercado interno que retribuía mejor, pero hasta un cierto punto”. Ahora, “hay un cambio abrupto en las reglas de juego, el tipo de cambio se devaluó más de un 50% y eso impactó muy fuerte en los productores porque tienen dolarizados alrededor del 70% de sus costos de producción, mientras que en la industria estamos hablando de un 30%, aunque también pega fuertemente en insumos que son importados”.
En este contexto, “en el primer semestre las exportaciones crecieron alrededor de un 24%, alcanzándose ya al 16 o 17% del volumen de producción total, prácticamente duplicando la exportación en estos dos meses después del salto del tipo de cambio”. Paulón se mostró optimista en cuanto al aprovechamiento que se puede hacer de este escenario: “hoy el mercado internacional está retribuyendo un poquito mejor que el mercado interno y se está tratando de impulsar todo lo posible la exportación para que los precios sigan más al escenario del mercado internacional; tenemos que utilizar esta ventana competitiva que ha generado esta devaluación tan abrupta de poco tiempo y exportar, por eso digo que la tendencia es ir corrigiendo rápidamente los valores, no estamos tan lejos de los $7 y el mes próximo ya lo va a superar”. Y enfatizó: “hay que transmitir fuerza, un poco de calma, que las cosas están caminando en el buen rumbo hacia recuperar los valores que necesitan los productores en el corto plazo”.
¿Puede hacer algo el Gobierno?
El presidente del CIL opinó que esta situación crítica afecta a todos por igual y que el Estado no está en condiciones de hacer demasiado para auxiliar a la cadena: «lo que se está pidiendo desde la Mesa de Competitividad es que el Gobierno fije un precio sostén para el sector primario, un precio que supere o compense al costo de producción, pero en ese caso tiene que aparecer un comprador de última instancia que asegure a toda la cadena esa cuestión”. Sin embargo, Paulón observa que “del otro lado hay un Estado que está peleando contra viento y marea para poder conseguir los recursos para financiar el déficit fiscal, mantener la economía en un tono de estabilidad y les está costando muchísimo, hasta las propias licitaciones del Estado no se están pudiendo mantener en condición regular, con 120 días de plazo para cobrar”. Aquí surge el otro gran obstáculo de la crisis: “no conseguimos financiamiento adecuado del mercado; hoy las tasas para financiarse son para pegarse un tiro; cuando uno busca dinero apurado está pagando más del 50% en bancos y hasta 150% en financieras”, admitió el presidente del CIL.
El desafío de la Mesa
Respecto a la posibilidad de que algunas entidades de productores se retiren de la Mesa de Competitividad que se reúne con el presidente Macri, Paulón consideró que “sería una lástima que se rompa la Mesa, son situaciones de crisis y siempre traen enojo o dificultades, pero hay que serenarse un poco y ver cómo encontramos la forma de trabajar con las cosas que siempre nos darán estabilidad y proyección, que son las cosas estructurales”. A su criterio, “la Mesa debería trabajar en ver cómo generar una medida para las emergencias como ésta”.
En este sentido, el vocero industrial adelantó que el próximo encuentro con Macri será recién en agosto.
Autor: Gustavo Gigena
Fuente: Nuestro Agro
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