En ese sentido aseguró que «desde la UNaF se puede capacitar» a dicho productor y que de hecho realizan un acompañamiento para que progresen.
Cabe destacar que Gómez posee una amplia carrera profesional desarrollándose además como director fundador de la entidad de control lechero, integra el Consejo de Entidades del Control Lechero de Argentina, realiza de forma permanente pruebas de producción y registro de crías a los tambos de Formosa y la región, está especializado en pruebas de producción de rodeos lecheros, gestión de calidad en tambos, formulación y proyectos de inversión, entre otras cosas.
«El pequeño productor que mueve la economía de los pueblos de Formosa, Chaco, Corrientes, del interior de Paraguay, Colombia, Venezuela, Perú, Bolivia, dinamiza la economía todos los días, se dice que son productores proveedores, también ocurre acá, en las ferias francas de Formosa se vende el queso, que se produce acá, a eso hay que incorporarle varios componentes, nosotros hicimos la experiencia de 23 años con tambos de punta de Paraguay y con tambos de mediana y baja tecnología en Formosa y hemos hecho un estudio donde demostramos que la brecha tecnológica está dada por la baja capacitación permanente del productor lechero nuestro que ahora gracias a Dios tiene más ayuda, esto fue un desafío que tuvimos en los últimos años, porque nosotros íbamos como universidad para ayudar a los productores, cuando los dejábamos solos un tiempo ellos volvían a sus hábitos anteriores, no corregían la costumbre entonces empezamos a trabajar más sistemáticamente con el control lechero y con el equipo de la cátedra de Recursos Naturales para incorporar a ese productor a un proceso sistemático de producción», explicó.
«Hoy tenemos tambos en la zona de Pirané que producen 200 o 300 litros de leche por día con una calidad excelente, hoy los tambos de Formosa están en 200 mil sendas somáticas (poco volumen), lo que indica que la atención que le están dando a sus animales es mala, el gobierno de la provincia ha hecho un aporte importante en este tema porque ha mecanizado a muchos tambos, les ha otorgado máquinas de ordeñe que por sí solas no sirven en la medida que no haya asistencia permanente de un técnico», agregó Gómez.
«Nosotros observamos esta fortaleza que es la máquina de ordeño, pero la no capacitación permanente del tambero y no conocer lo básico hace que no puedan crecer. Hace dos años hemos creado el segundo laboratorio de la Argentina, en la DAP que es la Dirección de Asuntos Técnicos del Ministerio de Agricultura en conjunto con la Facultad de Recursos Naturales el primer, laboratorio de tecnología de ordeño donde en colaboración con la empresa multinacional que trabaja con nosotros en forma gratuita, estamos asistiendo a los productores en este tema en Formosa».
De la misma forma aseguró que «el gran problema que tenemos en el subtropico argentino, tanto en el NOA como en el NEA es la informalidad del sector productivo lechero de esta zona».
Respecto a cómo está la lechería argentina hoy en día y también en Formosa, Gómez se explayó. «Tenemos que partir de la base de que la leche de vaca es un alimento de baja sustentabilidad, es un alimento casi indispensable en la casa, en los hogares, consumido por los niños. La importancia de la leche radica en que hace al desarrollo cognitivo de nuestros niños, mientras en nuestro país discutimos por producción en el mundo desarrollado se están preparando un batido con aminoácidos esenciales concentrados para que en ese vaso ya tengan los niños de esos países esos aminoácidos en el cuerpo para crear razas intelectuales superiores a la nuestra.
La capacidad de los aminoácidos que son ladrillos para las células y para el cerebro hace más inteligentes a los pueblos, no es casualidad que los países líderes del mundo en calidad de vida, longevidad, son los que más consumen leche y la menor cantidad de vaca está en esos países con mayor producción de leche, algo vital para el desarrollo de los niños, por eso la Federación Panamericana de Lechería instó por segundo año consecutivo a los países miembros del Mercosur a que los gobiernos nacionales, locales estimulen el vaso de leche, el expresidente de Brasil Lula Da Silva lo hizo, por algo llevó a 40 millones de brasileros a la clase media», expresó.
En cuanto al problema de la empresa «Sancor», Gómez aseveró que «ese tema de Sancor es algo particular que escapa al tema económico, es un tema a resolver por los directivos y sus asociados, no es un tema de esta coyuntura».
Asimismo sobre la consulta de un oyente de si se puede empezar a producir con dos vacas dijo que «por supuesto que sí, pero para entrar en rentabilidad hay que producir mil litros, hoy se habla de 2 mil litros para entrar en la Pampa Húmeda pero en el norte tenemos una diferencia sustancial con el sur al no haber usinas que le coloquen el precio de la leche todos los días , un productor nuestro hoy vende la leche a $10 o $12».
En ese sentido explicó que la usina es «la que compra la leche al productor a $4,75 el litro de leche para transformarla en yogur, queso y otros derivados, por ejemplo, La Serenísima, Milkaut, todas las corporaciones, es el valor agregado, hay una diferencia inmensa entre $4,75 y $20. Yo revisaba información internacional y me di cuenta de que el precio de la leche nuestra es bueno, el problema es la inflación y la alta carga tributaria que tiene el sector manufacturero, Brasil está pagando en estos momentos $6 por litro a los productores, en Nueva Zelanda están pagando un poquito más que nosotros, pero con una inflación de 2.7 a 1.7 anual, ahí está la diferencia. Acá la lechería nunca va a dejar de ser necesaria porque la leche es un alimento fundamental y así como uno va a comer asado tomar leche es importante, nosotros los argentinos consumimos por año 210 kilos de derivados de lácteos, descontando la leche que está entre 35 y 40 litros por habitante, mucho queso consumimos los argentinos por eso la lechería va a tener que ser más competitiva, en la medida que la Argentina pueda establecer una relación franca entre el sector primario y manufacturero y se pueda destrabar la carga impositiva que tienen, creo que la Argentina puede integrar el grupo cerrado del mundo para vender leche y exportar».
Al ser consultado sobre cuántos litros de leche se pueden producir en Formosa, el veterinario explicó que «tenemos un base de datos y estimamos un cálculo hace unos días por un trabajo que estamos haciendo para Buenos Aires, para el Ministerio de Ciencia y Tecnología, tenemos un millón y medio de muestras procesadas en 20 años, en grasa, proteína por vaca de la región subtropical de todas las razas y las cruzas, la información es tan importante porque no solo tenemos datos de los sólidos que produce cada animal sino que del periodo de los partos, esa información está siendo procesada porque la gran pregunta es cómo hacemos rentable la producción lechera en esta parte del país. En Formosa uno de los problemas es que no hay usina, el productor no le puede poner precio a la leche, otra es que hay dispositivos especiales, diseñados especialmente para que el productor pueda vender desde su tambo en un aparato especial que se llama dispenser donde solo la tiene que pasteurizar, uno pone la moneda y carga la leche, es un trabajo de innovación y adaptación que hicimos, lo presentamos hace poco en un congreso y fue destacado porque le da una alternativa de comercialización a la leche no formal y con un componente muy importante de que el productor le puede colocar el precio».
«Acá hay un tema que es fundamental, nosotros hicimos un estudio que indica que la brecha tecnológica entre productores que no incorporan tecnología y los que sí incorporan es abismal, un producto con tecnología avanza de manera progresiva, a través de la entidad del control lechero pero ayudada por otros organismos del Estado como el INTA, el gobierno provincial, todos los organismos vinculados a esta temática que deberíamos trabajar en conjunto porque es un esfuerzo de todos para que la lechería crezca, nuestro trabajo es hacer los controles de producción y de calidad», manifestó Gómez.
Agregó que «se hicieron estos estudios preliminares que demostraron que todos los productores del subtrópico no sabe utilizar el pico de lactancia, lo que es un dato importantísimo desde el punto de vista productivo porque si no sabe utilizar está perdiendo plata».
Para finalizar aseguró que «el año antepasado nos presentamos en el Congreso Interamericano de Lechería, donde estuvieron varios países y nuestros trabajos fueron destacados porque hemos demostrado que acá el productor pequeño tiene posibilidades, tiene que legalizar su ingreso al sistema, lo que depende de organismos como Bromatología, la universidad tiene un rol importante en la investigación científica de aplicar tecnología, darle herramientas de control al productor».
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