La industria alimenticia de nuestro país se ha convertido en un centro de atención cada vez mayor, en los últimos tiempos por ser un rubro importante de la alimentación de nuestra población y también por constituir un rubro importante de nuestras exportaciones.
La leche, se ha ido convirtiendo en un rubro de gran importancia para el desarrollo nacional pues involucra toda la cadena alimenticia, y a la producción agroindustrial del país. Ello tiene particular relevancia cuando en nuestro país se produce un gran empuje de la penetración del capital extranjero que actúa en los principales rubros de la economía nacional y que se puede decir que la apropiación por parte de capitales privados ha ido creciendo fuertemente en estos últimos años produciendo un fuerte impacto negativo en la vida nacional especialmente en los que tiene que ver con los factores recesivos.
Ante el fuerte impulso de la concentración de la tierra en el país que llega a un 42% de las tierras cultivables y a la tendencia a la desaparición de centros industriales, así como desaparición de productores lecheros pequeños en forma cada vez más amplia.
La crisis que tiene en nuestro país largos años, ahora se ha precipitado resultado de la caída de los precios internacionales, que amenaza con que miles de productores con escaso capital y lecheras, hayan enfrenten los efectos que produce la falta de protección de la industria que afecta a la agroindustria, y que obliga a los productores a enviar a buena parte de las lecheras a frigoríficos. Lo que habla por sí mismo del carácter destructor en el campo de las fuerzas productivas y que genera menos actividad económica y también menos ocupación en toda la cadena productiva de los lácteos.
Lo que es claro que el nuevo modelo productivo impulsado para el país, como el modelo sojero, la forestación, la llamada nueva matriz energética, produce una nueva crisis de concentración en el país que obviamente favorece a los grandes capitalistas que dominan la política del país.
Ello ha sido funcional a la política de los últimos gobiernos que han impulsado una extrema dependencia de las políticas financieras internacionales.
Está cada vez más claro, que en estos tiempos donde las políticas de privatizaciones y financieras han venido de la mano de los últimos gobiernos que han consentido aún más el statu quo dominante, en relación a las relaciones de propiedad de la tierra, su concentración económica que lleva implícita una creciente desigualdad en la vida social también en el campo y entre los trabajadores.
El tema de la alimentación y en este caso la lechería tiene grandes connotaciones económicas para la vida del país que no han sido correspondidas por las políticas económicas en curso, Sólo una propuesta global que tenga en cuenta la experiencia de trabajo de sus actores puede darle un rumbo diferente que la lleva aprisionada de las leyes del mercado y lleva directamente a la quiebra a pequeños productores y a miles de trabajadores a la desocupación.
La Unidad Popular prepara sus propuestas en forma aplicada para dar una respuesta al sector lechero de acuerdo a las necesidades de la producción y el trabajo nacional, como no puede ser de otra forma.
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