Desde Santa Fe se solicitó una convocatoria inmediata al diálogo y acción, que incluya gobiernos de provincias lecheras, entidades de productores, industriales y sobre todo la fase comercial.
Por Elida Thiery – Mientras en varios puntos del país se cumplía la primera protesta tambera de la era Macri, por todo el acumulado heredado de tantos años de desatención y algunas estrategias mal aplicadas en esta gestión, la provincia de Santa Fe salía a pedir una reacción más concreta.
Fue en el Ministerio de la Producción que su titular, Luis Contigiani manifestaba que «para nuestro Gobierno, el desafío de la lechería es poder achicar la diferencia entre precio de origen de leche fluida y de destino, que es del 500 por ciento». Para eso Santa Fe llama a «que se arme un comité de crisis nacional en el que estén sentados todos porque vemos que no están dando resultado los encuentros bilaterales», con la condicion que «este comité tenga la voluntad política de encontrar soluciones para la lechería, así como se encontró para las mineras, para las petroleras y otros sectores».
Varias veces hicimos mención a la falta de fuerza que tiene el sector tambero. Esta ausencia de lobby es la que deja hoy a los productores fuera de las ayudas fuertes y muy lejos de la atención de la urgencia a la que hace referencia la Nación, en cuanto a la crisis lechera, pero que no tiene políticas contundentes para resolver, precio de la materia prima, ordenamiento comercial, pero también que no permite alternativas de nuevos mercados en lo inmediato y que no encuentra formatos posibles de sostenimiento económico sustentable en el sector.
Concretamente ayer se redactó la nota que con la firma de Contigiani se entregó a Buryaile, como titular del Ministerio de Agroindustria nacional, pero del mismo modo a la Subsecretaría de Lechería por un lado y para su responsable, Alejandro Sammartino por el otro.
La intención es que se junte en una misma mesa de diálogo y decisión a los representantes de la producción primaria, a la industria de todos los tamaños, a los gobiernos de las provincias lecheras y sobre todo a la fase comercial, que es la más beneficiada de la cadena en los últimos años; y la que también se dio el lujo días atrás de plantar a la Nación en una convocatoria para dar inicio a la negociación.
Muchos dicen que el reparto de la renta no es posible, que no tendría impacto directo para la producción, pero lo bueno sería empezar por probar estas situaciones, modificar las eternas estructuras de preponderancia, hecho que solo se logra con decisión política.
Por eso se habla de un Estado como árbitro, no como intervencionista, sino como mediador entre partes, como el que ponga el ojo en los movimientos de un sector que acumula irregularidades y que puede hacer que el interior del país pierda capital económico, pero sobre todo laboral.
La respuesta se espera pronto, a pesar de la semana corta y de toda la agenda oficial de la jornada de hoy, pero la convocatoria se debería dar para la próxima semana.
Este tipo de encuentros en la provincia de Santa Fe se desarrollan, pero hay herramientas de ingerencia nacional que se tienen que activar muy pronto y para eso solo se necesita voluntad, pero sin apurarse a definir artilugios poco claros.
Según pudo conocer CASTELLANOS, ya hubo contactos entre los gobiernos de Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos, para darle más fuerza a este pedido, que tiene el visto bueno de las entidades de productores.
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