El sistema abarata los costos de energía y es una solución para eliminar desechos. El INTI desarrolló un prototipo adaptable a cualquier escala de producción.
Un tambo de Vaqueros puso en marcha un biodigestor, que le permite entre otras cosas generar energía barata para incorporarla en su ciclo productivo. Se trata de un prototipo desarrollado en la sede local del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).
Patricia González, ingeniera química del organismo, contó a El Tribuno que ahora el desafío es difundir los beneficios de este tipo de tecnología tanto para los productores, como para las empresas que pudieran interesarse en fabricarlos en serie. «A diferencia de experiencias que ya se realizaron en establecimientos a gran escala, este es un prototipo domiciliario que ha dado excelentes resultados en la finca La Huella, donde funciona un tambo de cabras y se dedica a la elaboración de quesos», dijo González.
Uso de desechos
La especialista salteña explicó: «El biodigestor se alimenta fundamentalmente con el estiércol de las más de cien cabras de la finca La Huella.
Ese desecho orgánico es el combustible que genera el gas que luego es utilizado por los quemadores que permiten calentar el agua que es utilizada en el proceso de pasteurización de la leche, con la que se elaboran los quesos».
González agregó: «Esto no solo significa un gran ahorro para el emprendimiento en cuanto a costos de energía, sino también constituye una solución para la disposición final del estiércol, un tema muy importante en emprendimientos de este tipo».
Las oficinas del INTI Salta están en Fragata Libertad 350, Ciudad del Milagro. Por mayor información y asesoramiento, los interesados pueden comunicarse al 0387 – 4257053.
El prototipo fabricado por el INTI Salta cuenta con un tanque con una capacidad de 200 litros, pero puede adaptarse éste a las necesidades de cada establecimiento. Ya hay productores de cerdos de Rosario de la Frontera y de aves del Valle de Lerma interesados en incorporar biodigestores a sus actividades productivas.
Desde el organismo nacional informaron, que ahora dará inicio un período en el que se brindará información sobre el uso y los beneficios que aporta este tipo de tecnología, que en un futuro no muy lejano podría ser aplicada en los hogares. El proyecto de biogás está a cargo de los ingenieros del INTI Patricia González y Jesús Cabrera.
La proyección
En la medida en que surjan interesados en incorporar a sus pequeños y mediados establecimientos productivos tecnología que les permita transformar los desechos en energía y con ello abaratar costos, seguramente surgirán empresarios interesados en fabricar en serie este tipo de artefactos. «Ese es uno de los objetivos del INTI, cuya función se basa fundamentalmente en investigar, brindar asesoramiento técnico y en generar puntos de encuentro entre productores y empresarios», detalló la ingeniera González.
El objetivo de un biodigestor es llevar a cabo el proceso en que naturalmente las bacterias convierten la materia orgánica en biogás. Y aunque lo común es encontrar biodigestores para uso industrial, avanzan los intentos de fabricar artefactos de tipo casero para necesidades puntuales. Su uso es altamente beneficio en lugares donde el acceso a la energía es limitado o se producen grandes cantidades de desechos orgánicos.
Proceso y beneficios
El proceso comienza al colocar los desechos orgánicos en el contenedor. Estos se descomponen en biogás y minerales al no estar en contacto con el oxígeno.
Cocinas y calefactores pueden funcionar con biogás. Es una buena alternativa para lugares con problemas de acceso a energía o por razones de economía.
Esta tecnología permite reutilizar los desechos orgánicos que se convertirían en basura. Se obtiene energía y se ahorra en consumo de fuentes más contaminantes.
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