Todos aquellos que viven o trabajan en lugares donde no llegan las redes de agua potable conocen la necesidad de tener un pozo para extraer agua limpia y segura de napas subterráneas. En este artículo analizaremos las diferentes tecnologías para realizar esta tarea analizando sus ventajas y desventajas.
Los molinos de viento han sido utilizados extensivamente en el sector rural para bombear agua de un pozo a un reservorio o tanque. La gran ventaja es que no requieren combustible: utilizan el viento, una fuente renovable de energía. Sin embargo, la existencia de partes móviles en el molino genera desgastes y roturas, por lo que requiere supervisión, mantenimiento y reparaciones periódicas. Con el pasar de los años, la cantidad de molineros se ha ido reduciendo, siendo cada vez más difícil y costosa cada intervención. La dilatación de los tiempos muertos de un molino, puede afectar la vida de los animales, especialmente en los meses de verano, cuando la demanda aumenta. Asimismo, la producción de agua de un molino no está correlacionada con el consumo del ganado, ya que en días de sol y poco viento aportan muy poco caudal, y lo contrario ocurre en días tormentosos, cuando la demanda baja. Otra desventaja de los molinos es el rango de uso, estando frecuentemente limitado en profundidad y caudal por debajo de los valores deseados.
Otra forma conocida de bombeo de agua es mediante el uso de una bomba eléctrica sumergible alimentada por un motor generador. Los motores, al igual que los molinos, son máquinas que requieren constante supervisión y mantenimiento, también debido al desgaste en sus partes móviles. Como desventaja adicional, suelen requerir una logística de combustible complicada, sumado esto a los altos costos propios del combustible y la imprevisibilidad del mismo, además de obligar al propietario o administrador del campo a llevar una contabilidad para controlar el consumo del mismo. Los generadores son equipos altamente contaminantes y ruidosos, y tienen una vida útil que típicamente ronda los 5 años. Como ventaja, se puede mencionar la gestión del generador a gusto del usuario, además de que pueden usarse bombas sumergibles para grandes profundidades de napa y para un amplio rango de caudales, fuera del alcance de los molinos.
La revolución de las energías renovables
Con la constante disminución de costos que se viene dando los últimos años en las energías renovables, sobre todo en la energía solar fotovoltaica, comenzaron también a surgir opciones de bombeo más económicas que aprovechan el sol como fuente de energía.
El bombeo solar consiste de una bomba sumergible gestionada por un controlador, el cual se alimenta directamente de la energía producida por un conjunto de paneles solares. La bomba extrae agua del pozo en proporción a la intensidad de la radiación solar. He aquí la primera gran ventaja sobre otras alternativas: el bombeo de agua está naturalmente sincronizado con la demanda de agua. Esto es, la producción es máxima durante el verano, cuando los animales más agua demandan, y disminuye los días muy nublados, de lluvia, o invernales, de la misma manera que se reduce el consumo de agua por parte de los mismos.
Existen dentro de las bombas solares una amplia gama de opciones que abarcan un amplio rango de caudales y alturas de bombeo. Las bombas diseñadas específicamente para corriente continua son las más recomendables para bajas potencias como las que se requieren en la mayoría de las aplicaciones ganaderas, ya que aprovechan la energía producida por los paneles sin pasar por otros dispositivos como inversores, que no sólo aumentan las pérdidas de eficiencia, sino también son costosos.
El bombeo solar funciona de la mano de tanques de almacenamiento, que se usan como las “baterías” del sistema. Durante las horas de sol, el agua se bombea a un reservorio y durante la noche o días nublados, el reservorio entrega el agua solicitada. Suelen dimensionarse para poder abastecer la demanda de agua durante cuatro o cinco días seguidos sin sol.
Dentro de las innumerables ventajas que presenta el bombeo solar, se destacan que no requiere de supervisión y sólo un mínimo mantenimiento (limpieza de paneles), no utiliza combustible, por lo que también resulta ser un sistema más seguro en su uso cotidiano. Por otro lado, el generador solar tiene una vida útil de unos 25 años, superando ampliamente el ciclo de vida de un generador a diésel.
Cuando se evalúan los costos de los sistemas de bombeo solar, así como casi cualquier tecnología renovable, se debe tener en cuenta que la inversión inicial suele ser elevada, pero la misma se repaga velozmente por el ahorro monetario que produce no utilizar ningún combustible ni realizar mantenimiento o reparaciones. Un análisis comparativo correcto considerando todos los costos a lo largo de la vida útil de los diferentes sistemas, muestra claramente que el bombeo solar es la opción de menor costo por litro de agua producido.
Como hemos analizado a lo largo del artículo, los sistemas de bombeo solar podrán ayudar al sector agropecuario no sólo a mejorar sus costos y rentabilidad, sino también a mejorar la seguridad del suministro de agua, de la mano de energías limpias. Los altos costos de mantenimiento de un molino y el aumento de los precios de los combustibles seguirán siendo razones para que el bombeo solar empiece a desplazar viejas tecnologías por esta nueva alternativa más eficiente, más segura, y más ecológica. En el siguiente artículo haremos hincapié sobre el riego solar y su potencial en nuestro país.
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Autor: Nicolas Pierri
Fuente: FDG SA