En la localidad de San Basilio, departamento de Río Cuarto, se puso en marcha un proyecto de producción lechera destinado a acortar la brecha entre lo que se le paga al tambero -5,50 pesos por litro- y lo que pagan los consumidores -más de 25 pesos por la misma cantidad.
Se aspira a construir una planta para producir leche pasteurizada y ensachetada en origen y comercializarla a valores accesibles a los consumidores, sin que esto signifique una pérdida de rentabilidad.
De esta manera, el litro de leche podría venderse a un valor inferior al 50% del que hoy se vende en el mercado por la reducción de costos, lo que permitiría que el sector de la población que en el último año ha dejado de consumir leche pueda volver a acceder a este producto. A la vez, se evitaría el cierre de tambos y la consiguiente pérdida de fuentes laborales.
Este grupo de tamberos apunta a generar un producto regional, con sello propio, que permita evitar algunos eslabones en la cadena de la producción, incluyendo procesos industriales y de transporte.
La voz de los productores
Alfredo Cardozo, tambero de San Basilio y coordinador de la comisión de Lechería de la Rural de Río Cuarto, afirmó al respecto: “La leche social surgió como una propuesta para dar un valor agregado a la producción de la zona y a su vez fomentar que los productores no caigan en el cierre de los tambos”.
Respecto de los objetivos del proyecto, dijo: “Lo que queremos es que la leche llegue sobre todo a la clase social más perjudicada, que es la media baja que ha dejado de tomar el vaso de leche por el alto costo que tiene”.
Contó también que la idea es que otras localidades de la zona puedan participar, como por ejemplo Mackenna o Moldes. En este sentido, afirmó que “será una leche regional. No va a tener el alto impacto de la logística del traslado y vamos a arriesgarnos a que las multinacionales mañana o pasado vengan a competir con un producto de 10 pesos. Pero bueno, el tema es dar el primer paso y que la gente de escala social más baja pueda tomar un vaso de leche”.
Finalmente, resaltó la importancia de desarrollar “una cadena transparente” y de generar “valor agregado en origen” para que los intermediarios no se queden “con todo el trabajo de la comunidad”.
En el sur de Córdoba se hace frente a la crisis lechera de manera cooperativa