El parche para los sobrestocks de leche no sirve

La promesa de compra de stocks no conforma a las empresas, por la propuesta endeble desde el Gobierno. Crece la tensión en el sector.
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La promesa de compra de stocks no conforma a las empresas, por la propuesta endeble desde el Gobierno. Crece la tensión en el sector.
Por Elida Thiery (especial para Lechería Latina) – Respirando el aire campero de “El Umbral”, en Expoagro el Gobierno nacional creyó poder aquietar las aguas de la lechería con un anuncio en boca de Ricardo Buryaile, también replicado por el propio Mauricio Macri. La idea es que el Gobierno compre, no bajo el modo de leche social, sino como capital para salir a negociar con mercados externos. Lejos de la idealización que la protección mediática del Ministerio de Agroindustria elaboró a mediados de la semana, nada es concreto, mucho menos esa alocada estimación de llegar a Venezuela, mientras el tironeo político se impone sobre los negocios y las necesidades de ambas partes, entre alimentos y petróleo.
Con todo este marco, la semana anterior el Centro de la Industria Lechera cumplió con otro de sus encuentros, donde no faltó el debate.
Mientras quedaron atrás muchas de las diferencias del año anterior, que no se descarta que regresen, de la mano de lo que será la futura negociación paritaria en la que se espera un pedido exorbitante de los lecheros, bajo la potestad de pedir todo y mucho más con todas, las concesiones que vienen limitando a las industrias, el diálogo se va unificando en intenciones desde las empresas más grandes.
Los responsables de la exportación que componen la entidad fueron muy concreto en cuanto a la materialidad de tener un solo mercado firme, que es el de Brasil, que viene muy afectado por la falta de productos lácteos propios, derivados de la afección climática de El Niño, entre lluvias muy copiosas en el centro-sur del país y sequías muy marcadas hacia el norte.
De todos modos hace ya varios años que la situación entre partes no viene bien. De aquel conflicto partiendo de las automotrices y con la genética puesta en el kirchnerismo y su intención de cerrar fronteras, las industrias de gran porte hicieron un mal negocio, el de aceptar una cuota de venta con acento portugués. De las 3.600 toneladas habilitadas para el comercio entre partes, se sumaron ahora, este marzo otras 600 más lo que hace que el flujo de salida se amplíe mínimamente, pero no como para descomprimir los totales producidos. Mientras tanto, las pymes aspiran a un poco más que su fracción de 300 toneladas y ahí se fundamenta otro de los tantos tironeos gentiles entre el CIL y Apymel.
Es por eso que la intención de “intervención” del Estado presenta más dudas que certezas, las cuales no se cree que pueda disipar Ricardo Buryaile este martes por la tarde, convocada durante el fin de semana, cuando ante entidades de diversos eslabones de la cadena intente al menos aclarar cuántas toneladas comprará el Ejecutivo, ya que los corrillos de Expoagro van de 20 a 40 mil unidades de medida de peso.
Son muchos los que creen que sería más factible que se pueda en algún momento hacer una evaluación positiva de la gestión anterior en la Subsecretaría de Lechería, que se concrete esta idea de manera ágil y efectiva. Algunos hacen comparaciones más crueles, aunque graciosas sobre protagonistas del sector y sus imposibles.
En definitiva, la frase que nos queda por parte de los industriales es muy clara. De esa mesa surgió que “si quieren comprar ahora la leche en polvo para que podamos pagar una vez cuatro pesos por litro al productor y después volvamos para atrás con los precios, que la leche se la quede Sammartino”.
Tanto los productores como la industria exigen definiciones más concretas de la política lechera. No manotazos o anuncios de ocasión que ya tanto mal le hicieron al sector.
Hoy en Villa María y Entre Ríos, el miércoles en la localidad santafesina de Nuevo Torino, los tamberos prepararán el terreno para lo que promete ser un paro nacional tambero, para dentro de una semana. Esta es la muestra del malestar.
El punto clave de la reflexión es el siguiente, si el Gobierno repensó desde diciembre la estrategia para derivar al sector tambero unos 600 millones de pesos para las compensaciones, según lo reconocido por el Ministro de Hacienda en aquel día de Venado Tuerto, ¿cuán rápido podrá desembolsar varios miles de millones para cubrir todas estas toneladas de excedentes que tiene hoy la industria?.
El tiempo nos dará la razón a todos, con las realidades que ofrezca.
Elida Thiery para www.edairynews.com/es

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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