El otro impacto: puestos de trabajo que peligran

En el caso de la leche, cada tambo mediano da trabajo a al menos cinco familias.
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En el caso de la leche, cada tambo mediano da trabajo a al menos cinco familias.
Francisco Omar Biglietti es trabajador de un tambo de la Región, tiene 56 años, lleva 28 desempeñándose en la lechería y dice que no recuerda ningún otro momento en que la leche se haya pagado tan poco al productor ni mucho menos uno en que la brecha que separa a ese precio del que paga el consumidor en la góndola haya sido tan grande.
Francisco trabaja a porcentaje y como todos los tamberos ve afectados seriamente, desde mayo de 2015, a hoy, sus ingresos.
“Para el trabajador del tambo es como una paritaria negativa: mientras todo aumenta, él pierde plata”
“Para el tambero es como una paritaria negativa: mientras todo aumenta, él pierde plata”, dicen desde la entidad que nuclea a los propietarios de tambos, Control Lechero de Brandsen.
Allí indican que sólo alrededor de esa ciudad existen alrededor de 55 tambos, cada uno de los cuales le da trabajo a alrededor de cinco familias.
“La preocupación, entonces, es muy grande, porque todos los días vemos carteles de tambos que se venden, de propietarios que empiezan a pensar en otra alternativa porque la leche no rinde y nadie soluciona esa zona gris que es la formación del precio”, afirman en Control Lechero de Brandsen.
Las proporciones de rentabilidad en la cadena de las que se hablan en la localidad sostienen que “el 20% del precio que paga el consumidor se lo llevan hoy los tamberos, mientras otro 20% se llevaría la industria, 14% el gobierno a través de los impuestos y un 36% las grandes cadenas de supermercados”, según sostiene Diego Espinosa, que integra el directorio de la Sociedad Rural de Brandsen.
Para Alejandra Espinosa, hermana de Diego y continuadora de un tambo familiar que funciona en la zona desde hace alrededor de siete décadas, además de la preocupación por las fuentes de trabajo, inquieta el impacto de la situación en el ánimo de los productores.
“Nosotros teníamos una inversión importante prevista para innovar las instalaciones, pero tenemos que postergar todo eso, porque hoy la situación es de completa incertidumbre. Nunca sabemos cuánto nos van a pagar por la leche y estamos perdiendo rentabilidad desde hace un año”, cuenta.
Mariana es ingeniera agrónoma, pero dice que en los últimos tiempos se ocupó más de cuestiones contables y administrativas que de las propias de su profesión.
“Hoy nos sostenemos gracias a nuestros proveedores, que nos extienden los plazos porque saben que con este precio no podemos pagar nada. Pero mientras tanto muchos productores se endeudan y se descapitalizan”, dice.
Para los tamberos nucleados en Control Lechero, la situación ya se refleja en la comunidad, también, a través de una caída del consumo.
O como elige decir Francisco Omar Biglietti “con esta situación todos perdemos y si los tamberos no ganamos, toda la comunidad lo siente, porque disminuye el consumo de una cantidad importante de familias”.
http://www.eldia.com

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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