El estrés calórico es el principal enemigo del tambo

Israel Flamembaun: Lo que la vaca siente es algo que nosotros llamamos un Índice de Relación Temperatura-Humedad (ITH). De hecho, el problema no es el calor ambiental, sino el calor que genera la vaca. La vaca tiene que disipar ese calor al ambiente.
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Israel Flamembaun: Lo que la vaca siente es algo que nosotros llamamos un Índice de Relación Temperatura-Humedad (ITH). De hecho, el problema no es el calor ambiental, sino el calor que genera la vaca. La vaca tiene que disipar ese calor al ambiente.
El especialista Israel Flamenbaum (foto) dijo al portal argentino TodoAgro que el tambo pierde por estrés calórico más dinero que por mastitis o por problemas de fertilidad. Destacó que en Argentina se está utilizando genética con el doble de potencial de producción de lo que se está obteniendo.
El técnico brindó una charla en la sobre bienestar animal y estrés calórico, su exposición fue en la Universidad Nacional de Villa Marí.
Poco antes de su exposición fue entrevistado por TodoAgro. El siguiente es el diálogo con el técnico:
TodoAgro: ¿El estrés calórico viene solo por el calor, o la humedad también influye?
Israel Flamembaun: Lo que la vaca siente es algo que nosotros llamamos un Índice de Relación Temperatura-Humedad (ITH). De hecho, el problema no es el calor ambiental, sino el calor que genera la vaca. La vaca tiene que disipar ese calor al ambiente al igual que el radiador de nuestro coche tiene que liberar el calor que genera el motor. Los problemas empiezan cuando las condiciones ambientales no le permiten a la vaca liberar ese calor, entonces ese motor empieza a bajar. Para protegerse, la vaca deja de comer y es ahí donde deja de producir. Ella se salva, pero el tambero no.
TA: ¿Qué combinación de temperatura y humedad es el límite en el cual la vaca deja de producir?
IF: Con un ITH de 70 deja de producir. La combinación es de 25 ºC con una humedad de 20%, pero 20ºC si la humedad es de 80%. Ahí la vaca empieza a sufrir. Normalmente en estas regiones llegamos a un ITH mucho más alto.
TA: ¿Cuál es la zona de confort de la vaca en términos de temperatura y humedad?
IF: La vaca se siente muy bien entre 0º y 18ºC. Pero cuando las temperaturas superan los 18º ya la vaca empieza a poner en marcha mecanismos corporales para eliminar el calor. Cuando las temperaturas llegan a 25ºC, si la humedad es alta, ya la vaca entra en estrés calórico porque con todos sus mecanismos biológicos ya no puede disipar el calor que genera.
TA: Usted hace mucho que visita la Argentina, ¿Cómo estamos en materia de estrés calórico?
IF: En estrés calórico están muy bien… tienen mucho (risas). En mitigación de estrés calórico todavía les falta muchísimo. Hay conciencia, INTA trabaja sobre esto, tengo muchos exalumnos que vinieron de Israel a visitar. La estructura del tambo argentino es diferente al israelí y creo que el sector lechero argentino en esta zona va a tener que tomar decisiones muy serias y muy estratégicas para el futuro porque estamos viendo que ustedes están usando genética con el doble del potencial de producción de lo que están produciendo las vacas. Y gran parte de la causa por la que no se llega a explotar el potencial genético de esas vacas es el confort y el estrés calórico. Cuando hablo del confort de la vaca no es solamente la mitigación con aspersión y con ventilación. Antes de todo la sombra. Aquí falta mucha sombra. La radiación solar directa es el enemigo número uno de la vaca.
TA: ¿Cuál es el impacto en números por no mitigar el estrés calórico?
IF: Ustedes están dejando de producir un 30% o más del potencial productivo de la vaca. Por ejemplo, si se logra evitar que las vacas bajen en producción, el tambero en Israel puede quedarse con 200-300 dólares más después de cubrir todos los gastos. Pero hay mucho por hacer porque implica mucha infraestructura.
TA: ¿Cómo podemos establecer una hoja de ruta para el tambo argentino?
IF: Vaca de alta producción y con el potencial genético que tienen aquí las vacas en Argentina al igual que en Israel, requiere alrededor de 15 metros cuadrados de sombra con techos altos. La vaca debe estar todo el verano protegida totalmente de cualquier tipo de radiación solar, directa o indirecta. Aquí las vacas no tienen nada. Asique si queremos empezar debemos hacerlo por la sombra. Pero la sombra no ayuda a la vaca a perder calor, sino que la protege del calor extra que viene del sol. En el momento en que tenemos sombra adecuada, entonces el enfriamiento va a tener los resultados que podemos esperar. Hoy lamentablemente, la vaca tiene que volver a su corral y comer gran parte del día al sol, entonces por más que tengan un sistema de enfriamiento en el corral de espera, esa exposición al sol hace que el impacto del enfriamiento se pierda en gran parte. Hay mucho que hacer.
TA: Una vez que se colocó sombras en los corrales de espera, ¿Cómo debería seguir?
IF: Las tecnologías están desde hace 20 años en la Argentina. Enfriamos vacas en un sistema de enfriamiento directo, una combinación de duchas y de ventilación artificial. Pero hay que hacerlo muy frecuente y durante muchas horas por día. La vaca de alta producción genera 2.000 watts de calor. Y la gente muchas veces se equivoca en pensar que si meten a la vaca 5 minutos en un corral con ducha, las vacas van a perder el calor. No es un humano, que genera muy poco calor y que con una ducha de 5 minutos se refresca. La vaca necesita media hora o más para ello. Mucha gente no lo entiende, no lo sabe, o no lo puede hacer. Hay mucho que hacer aquí.
TA: Las dietas mal formuladas, ¿potencian el estrés calórico?
IF: Claro que sí. Lo primero que la vaca hace cuando sufre estrés calórico es dejar de comer. Cuando deja de comer baja la producción. Si no puedo mitigar el calor y me conformo con que la vaca produzca menos, tengo que usar cambios en lo nutricional para corregirlo, incrementar la densidad energética y proteica de la dieta, dar minerales que la vaca está perdiendo, levaduras, etc.; pero hay que entender que cuanto más liberemos a la vaca del estrés calórico menos manipulaciones nutricionales vamos a tener que hacer.
TA: ¿Cómo está la lechería israelí en términos de sustentabilidad? ¿Se mantiene el número de tambos?
IF: En general la lechería en Israel está mejor que en el resto del mundo porque está muy protegida. La tendencia de disminución en el número de tambos existe, pero no creo que sea solamente por una cuestión económica sino también social; es una tendencia mundial. No todos los tambos familiares tienen continuidad. Los hijos no quieren seguir, el papá ganó mucho dinero, los mandó a estudiar medicina, leyes o finanzas; ellos quieren seguir con sus profesiones. Asique se están vendiendo.
http://www.todoelcampo.com.uy

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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