A César Jáuregui ya se le pasó la amargura de encontrar el tambo arrasado por el tornado qué pasó por Lobería el viernes pasado. Pero lo que viene por delante es duro. Tendrá que hacer un nuevo tinglado porque el que tenía quedó hundido.
«Va a haber que hacer todo de nuevo», contó a LA NACION. El tambo, ubicado a 3500 metros del pueblo, tiene más de 25 años. Allí hay 120 vacas en ordeñe con una producción diaria de más de 2500 litros.
El tornado pasó cuando ya estaban terminando el ordeñe. Sólo quedaban cuatro vacas en el lugar. El mayor daño fue precisamente sobre el tinglado, mientras que hubo problemas de menor magnitud para el equipo de ordeñe.
En medio de la tormenta, tres empleados buscaron refugio en una sala de insumos, pero el techo se les cayó encima. Salieron ilesos.
«Hay chapas por todos lados. No sé lo que va a costar esto, pero espero poder solucionarlo en un mes», expresó.
Por lo pronto, gracias a la solidaridad sus vacas ahora están en el campo del productor Juan Manuel Larrea. Jáuregui también recibió apoyo de un grupo de productores de la cuenca lechera Mar y Sierras.