Quienes la han probado aseguran que es de sencilla elaboración. Una opción para resolver la faltante en las góndolas.
Miguel Angel Rocchia recuerda y se emociona. “Fueron los mejores años de mi vida”, dice a la hora de referirse a su infancia en la zona rural de Sarmiento, localidad del departamento Las Colonias enclavada en plena cuenca lechera santafesina.
Frente a la escasez de manteca en las góndolas, el hombre reaviva la vieja receta que las familias ponían en práctica en casa. “El procedimiento es sencillo”, asegura.
“En el tambo el madrugón era cosa de la diaria. A las 5 de la mañana todos estaban arriba. Los hombres para el ordeñe y las mujeres de la casa arrancaban desde temprano en la cocina. La manteca era parte de la rutina y sentarme a ver cómo la preparaban era habitual para mi. Por eso puedo dar la receta”, relata el ingeniero agrónomo que se especializa en asesorar a productores lecheros, en diálogo con víaRosario.
“Aunque con menor frecuencia, todavía hay quienes hacen la manteca artesanal”, asegura e inmediatamente empieza a describir el procedimiento.
“Con la leche en la mesada, empezaban a batir por cosa de 30 minutos, hasta que se formara una especie de crema. Con una pizca de sal, a la preparación se le pasaba luego un colador y se le quitaba el líquido blanquecino que se formaba en la superficie. Se seguía batiendo hasta que el contenido del recipiente quedaba más espeso. Se pasaba a un molde y ya estaba lista. Hecha con leche recién ordeñada la manteca quedaba deliciosa”, asegura Rocchia, sobre sus vivencias en el campo de los Rinaldi, propiedad de un tío suyo.
La realidad es otra hoy, con menos gente viviendo en el medio rural y con la red caminera que permite salir del campo y estar en minutos en el supermercado para comprar un pan de manteca.
“Es que si partimos de la base que a principios de los 90 había 25 mil tambos más en Santa Fe, no resulta ilógico que la vida en el campo fuera más habitual”, precisó quien en enero le escribió una carta a Macri para relatar las penurias del sector. En la actualidad sobreviven unos pocos establecimientos que a duras penas pueden con una retribución por litro de leche que casi no llega a cubrir los gastos.
En medio de una fuerte merma de producción a partir de los últimos fenómenos climáticos, las usinas se inclinan por la elaboración de quesos, un rubro más rentable. En el medio la manteca empieza a escasear. ¿Será cuestión de volver a elaborarla en casa?
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