Desafío lechero: “Los modelos de base pastoril son mucho más flexibles ante condiciones cambiantes”

Entrevista a Francisco “Pancho” Lugano y Fernando Zubillaga. Autor: Fuente: Valor Soja Link: https://www.valorsoja.com/2018/01/05/desafio-lechero-los-modelos-de-base-pastoril-son-mucho-mas-flexibles-ante-condiciones-cambiantes/
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El presidente y vice de CREA, Francisco “Pancho” Lugano y Fernando Zubillaga, son productores lecheros. Ambos integran empresas que comenzaron en la actividad a comienzos de los ’90. Y venden la leche a diferentes industrias a través de grupos de comercialización. “Empezamos a ordeñar el 21 de septiembre de 1990”, recuerda Fernando.
Si recordás el día preciso, entonces fue un momento importante en tu vida.
FZ: Sí, era un sueño de mi padre, que murió dos años después; éramos ganaderos de ciclo completo y agricultores, y él quería diversificar la empresa. Pensábamos inicialmente que al llegar a las 300 vacas, nos íbamos a quedar ahí.
¿Cuántas tienen actualmente?
FZ: Unas 700 vacas en ordeñe. Mi padre decía que la lechería era la pata que le faltaba a la empresa. Como todos los tambos que arrancaron en esa época en la zona oeste bonaerense, luego fueron creciendo en escala con instalaciones que se fueron agrandando, quizás no tan ordenadamente. En la zona de Arenaza (partido de Lincoln) en esa época surgieron muchos tambos y se fue armando un polo lechero importante en la zona.
PL: Nosotros empezamos en 1993. A comienzos de los ’90 en la zona solamente había una empresa que tenía tambo desde los ’70. Pero luego fueron surgiendo más porque en la comparativa de gestión y de análisis de resultados se observaba que las empresas agropecuarias con tambo se destacaban. Y actualmente se transformó en un CREA (Nueve de Julio) en el que casi todos son tamberos, entre los cuales algunos se dedican únicamente a la actividad lechera, aunque recientemente ingresó al grupo un empresario agrícola sin tambo. Nosotros teníamos un campo de invernada con algo de agricultura, pero mi padre se dio cuenta de que tenía que intensificar y diversificar las actividades de la empresa, por lo que empezó a vender la invernada Hereford para poder comprar vacas Holando de origen cordobés y así comenzar a armar el tambo.
¿Creen que el futuro de la lechería argentina va hacia modelos estabulados con alta intensificación, especialmente a partir de los golpes climáticos recurrentes que vienen recibiendo los tambos pastoriles en los últimos años?
FZ: En un lugar donde llueven 1000 milímetros anuales es complejo tener un tambo pastoril de alta carga, es muy difícil, porque se rompen las vacas, los tractores, los caminos y finalmente la gente. No necesariamente creo que vayamos hacia modelos de free stall (estabulado), pero cambios en ese sentido van a llegar. Con el grupo CREA Lincoln fuimos recientemente a Brasil para ver camas de compostaje bajo techo, que podrían ser una solución para las situaciones de excesos hídricos, aunque no es barato. El compost puede elaborarse con diferentes materiales, como aserrín, cáscara de maní o sorgo picado. Esa puede ser una salida.
PL: Podemos pasar años discutiendo el modelo productivo argentino para la lechería, pero, más que el clima, la clave para diseñar los sistemas es la situación macroeconómica del país, porque los sistemas estabulados justamente buscar reducir la variabilidad que pueda llegar a presentarse en los modelos de base pastoril, aunque estos últimos, precisamente, son mucho más flexibles ante condiciones macroeconómicas cambiantes. Hicimos recientemente con el CREA un viaje a Nueza Zelanda y Australia que me hizo cambiar de opinión en muchas cosas
¿En cuáles?
PL: Venimos de una carga de tres vacas y media por hectárea, de entre 17.000 y 20.000 litros de leche por hectárea, con vacas Holando de alta producción, con mucha suplementación y, de repente, con fluctuaciones bruscas del contexto económico, es difícil sostener esos sistemas. Los neocelandeses comiendo tanto pasto y de manera tan eficiente, frente a cualquier cambio fuerte en el contexto, que en el caso de ellos es el precio internacional de leche en polvo, pueden adaptarse con mayor holgura a los cambios de escenarios. Podés tener un free stall y ser muy eficiente transformando alimentos en leche o bien ser pastoril y ser muy eficiente haciendo lo mismo con el pasto. Ambos sistemas pueden ser eficientes, lo que sucede es que estamos en un contexto en el cual intervienen muchas otras variables que pueden llegar a distorsionar los números en determinados momentos y quizás un sistema muy intensivo pueda resultar más complejo. Al regresar del viaje a Oceanía, vine muy motivado para profesionalizar la gestión en el tambo. También introducimos cambios en la genética, porque no necesariamente veníamos comprando genética adaptada a los sistemas locales de base pastoril. Otra cuestión es la crianza: para los tamberos de Oceanía el mayor capital genético está en la ternera de la guachera, motivo por el cual las tienen estabuladas y muy cuidadas, mientras que en la Argentina eso no suele ser así. Otra cuestión clave es estar detrás de las necesidades de la vaca con mayor énfasis.
Ambos integran un pool lechero.
FZ: En nuestro caso somos parte del Grupo L, que comercializa un volumen del orden de 250.000 litros diarios de leche. Nació en el CREA Lincoln. Nosotros formábamos parte de un pequeño pool con otros tamberos y posteriormente todos nos sumamos al Grupo L. Nos ayudó a conocer más el mercado lácteo y a comprender que el negocio debe ser para los dos: tambero e industria.
Participar de un pool lechero implica entonces crear lazos de confianza con las industrias que permitan conocer sus necesidades y, de esa manera, articular mejor la comercialización.
FZ: Así es. Y en ese marco podemos ser los primeros en enterarnos de las buenas y las malas noticias que se presenten en el sector lácteo, de manera tal de poder capturar las oportunidades que aparezcan, así como prepararse cuando lleguen las crisis.
PL: Nosotros formamos parte del grupo GTO, integrado por 37 tambos que comercializan en conjunto más de 570.000 litros diarios. Lo que te da el grupo de comercialización, antes que nada, es información: qué empresa está mejor posicionada y qué alternativas existen, además de conocer la coyuntura del mercado, como, por ejemplo, si se está demandando más sólidos o volumen o logística, que para las industrias actualmente representa un costo elevado.
FZ: Permite profesionalizar la gestión comercial del tambo, algo que no suele suceder con las empresas lecheras que lo hacen de manera individual. Nos ha pasado en el grupo que un tambero ingresó y, luego de varios meses de envío de informes, no venía nunca a las reuniones; entonces lo llamamos para ver qué estaba sucediendo y nos dijo que era el tambero más feliz porque ahora había un profesional que se ocupaba de la gestión comercial, por lo que él ahora podía dedicarse completamente a lo que sabe hacer, que es producir. Esa es una gran ventaja, especialmente para los tambos más chicos.
 

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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