Críticas a Agroindustria, todavía por lo bajo

Reuniones con el sector agropecuario sin anuncios concretos del Gobierno son objeto de críticas de los productores, que están a punto de dejar de ser un "run run" para a convertirse en voces claras y fuertes de protesta.
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Reuniones con el sector agropecuario sin anuncios concretos del Gobierno son objeto de críticas de los productores, que están a punto de dejar de ser un «run run» para a convertirse en voces claras y fuertes de protesta.
Los resultados se miden por las crisis sin solución que enfrentan los citricultores, fruticultores de pepita y el sector lechero, pero también la demora en la implementación del prometido Plan Belgrano que permitiría el despegue del NOA.
En tanto, los comunicados del Ministerio abundan -a veces hasta cuatro por día-, y recuerdan al gobierno kirchnerista que intentaba a través de la llegada a la prensa con mensajes vacíos de acciones concretas demostrar que «hacía».
La cornisa es filosa y así por ejemplo siempre por lo bajo alguien señalaba el día del periodista agropecuario el último jueves, que desde mediados de diciembre, para el campo no hay nuevas medidas.
Dardo Chiesa, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), en ocasión de la inauguración de la Exposición Ganadera, Agrícola, Industrial y Comercial de la Sociedad Rural salteña, manifestó que «hay muchas desigualdades a la hora de tener que comercializar los productos».
Fue en referencia a la necesidad de logística que el Plan Belgrano, con su desarrollo ferroviario, debería facilitar cuando se comience, pero aún está en papeles.
«El productor de soja y el de maíz no llega a los puertos (en el NOA). Hay que pensar en mejorar las condiciones de los fletes. Hay que ayudar a que los productos lleguen. Quizás también hay que pensar en poder embarcar por puertos chilenos y esto lo venimos hablando con Cancillería», precisó el presidente de CRA.
Algunas de las cosas que causan desconcierto por la falta de aprovechar la oportunidad es la situación de la Cooperativa del Frigorífico «20 de Junio» de Bella Vista (provincia de Tucumán), ya que los productores cañeros que lo recuperaron esperan hace casi dos meses que algún funcionario del gobierno nacional concurra a inaugurar la planta.
El diputado nacional Juan Casañas realizó gestiones a nivel nacional para ayudar a que termine la espera, pero no tuvo éxito hasta el momento.
Hace cinco años se construyó el frigorífico de llamas y cerdos (Tucumán no tenía frigoríficos de porcinos hasta su llegada), con créditos, fondos y subsidios tanto del gobierno nacional como provincial. Cristina Fernández lo inauguró dos veces, aunque jamás se puso en funcionamiento.
Ahora, la Cooperativa junto con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) lo hacen funcionar con servicio a la comunidad y la generación de trabajo.
Dentro de la semana, hubo un diálogo que esta columnista junto con otros colegas mantuvo con el ministro de Agroindustria de la provincia de Buenos Aires, Leonardo Sarquís, quien reconoció a NA que «falta una reforma impositiva en la Argentina que debería conducir al contribuyente a pagar menos».
Los conflictos con el campo parecen, en su mayoría desarticulados en el territorio bonaerense donde se consiguió financiamiento para iniciar la primera parte de la cuarta etapa del saneamiento de la Cuenca del Salado que permitirá recuperar dos millones de hectáreas.
Respecto de la lechería es vox populi que como dijo Juan Manuel Otero, responsable de la Asociación de Productores Lecheros de la Argentina (APLA), a NA, el estado de cosas en Buenos Aires es diferente para los tamberos, por lo climático, que en Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos, verdaderamente complicados.
Sarquís sabe que en su jurisdicción todavía hay leche y que el gobierno provincial compró 1.890.000 litros para asistencia social lo que alivió a la cadena.
El funcionario se encuentra muy conforme, por otra parte, al haber conseguido 25 millones de pesos para el Plan Ganadero y porque el 15 de septiembre se va a abrir la Mesa Ovina provincial, sector para el que obtuvo siete millones de pesos.
Considera otro éxito el haber lanzado la estrategia al año 2020 para que las hortalizas vayan al consumidor de manera directa, a partir de un préstamo del FIDA, por dos millones de dólares, que preparará también para la actividad exportadora.
En la provincia de Buenos Aires se produce el 36 por ciento de la horticultura del país, es decir un tercio de la huerta nacional, mientras que hay 15 mercados concentradores inexplotados.
Otro de los planes en marcha son los de reestructurar los puertos con dragados y actualizaciones para sacar por mar la producción agropecuaria en la costa provincial y no depender del polo exportador del Gran Rosario, en Santa Fe.
Chiesa por su parte, destacó lo bueno del gobierno nacional para el campo: «es de puertas abiertas. Nos recibe. Nos quitaron las retenciones, menos a la soja -todavía pagamos el 30%-, nos devolvieron la libertad de comercio» al «haber eliminado los ROEs», dijo.
Lo que falta saber ahora es si esas medidas alcanzan para acallar las voces que susurran «no es suficiente».
https://economia.terra.com.ar/criticas-a-agroindustria-todavia-por-lo-bajo,bb12d54129658a21e94ebc8d8da105e72x7h9ygp.html

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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