En esta cuenca lechera hay varios productores que decidieron liquidar sus producciones. Uno de los casos es de la familia Bracco, que después de 25 años desiste de la actividad. “O cierro o me fundo”, aseguró.
Canals.- Después de 25 años de dedicarse al tambo, el próximo 15 de abril la familia Bracco liquidará su producción, ante la imposibilidad de seguir dedicándose a esta actividad que hoy afronta una fuerte crisis, con reclamos por aumento en la producción y políticas de estado que apoyen esta actividad.
Igual determinación han tomado otros cuatro tamberos quienes ya adelantaron que en los próximos meses cerrarán sus establecimientos puesto que aseguran están al punto del quebranto. El bajo precio que hoy tiene la leche a tranquera es una de las razones principales que lleva a los productores lácteos a tomar esta decisión.
En diálogo con PUNTAL, Martín Bracco, quien junto con su familia tiene un tambo en la zona de Canals, se refirió a la situación que están atravesando al tiempo que confirmó que en un mes más liquidarán esta empresa productora láctea.
“Mis padres empezaron hace 25 años con este tambo y bueno ahora se tomó la decisión de cerrarlo por el tema económico. Por la situación que estamos viviendo el sector tambero desde hace 8 a 9 meses. Es muy complicada, estamos casi al quebranto y estamos perdiendo alrededor de 100 mil a 150 mil pesos por mes”, relató.
Con 220 vacas en ordeñe esta explotación llegó a generar unos 7.000 litros de leche; pero en los últimos meses este número se redujo sustancialmente.
Entre la caída de precios y de la producción -como consecuencia de las altas temperaturas del verano- este productor lácteo pierde a razón de $ 100 mil a $ 200 mil por mes. “Ocho meses atrás facturábamos $ 6009 mil, y ahora apenas llegamos a $ 270 mil. Es imposible mantener una explotación con estos números”, se lamentó Bracco.
El cierre del tambo no sólo tiene un gran impacto en la familia propietaria, sino que también provocará pérdidas de varios puestos laborales. Sólo directos se encuentran la de los obreros tamberos, un tractorista y un guachero; e indirectamente -es decir aquellos que prestan servicios a la producción- son otra veintena de puestos de trabajo que se cierran. “Uno se pone a pensar en frío y por lo menos de gente que labura desde afuera, prestando distintos servicios, por lo menos son 20, 25 personas”, señala Martín Bracco.
El impacto no sólo será económico sino además social, de allí la preocupación de los dirigentes ruralistas de Canals y la zona.
La realidad hoy decreta que son 5 los tambos que dejarán de existir en el corto plazo, pero no se descarta que la cifra siga en aumento.
Bracco, quien ha fijado el 15 de abril para el cierre de su tambo dijo: “Realmente es un dolor muy grande a nivel personal, porque el tambo no es como la agricultura que uno viene siembra y se va . Acá es tarea de todos los días, los 365 días por los 25 años de trabajo que viene haciendo la gente. Y uno laburando y poniendo toda la garra todos los días. Aunque llueva o haga 5 grados bajo cero”, manifestó.
Finalmente, sostuvo que en el caso de su familia la decisión ya no tiene vuelta atrás: “O cierro el tambo o me fundo trabajando y tengo que vender el campo para pagar las deudas”, sentenció.
El próximo 15 de abril saldrán a remate los más de 200 animales, y gran parte de ellos irán a feria.
«El sector está fundido»
El presidente de la Sociedad Rural de Canals, Fernando Parellada, describió la crítica situación que atraviesa el sector al considerar que «está fundido».
“El tema del precio que hoy se paga por la leche es una de las causales principales de que esta actividad vaya achicándose. Es imposible sostener los costos de producción, y recibir tan poco”, aseguró el dirigente.
Y sostuvo que con el cierre de cada tambo se pierden más de 20 puestos de trabajo. “Además se verán afectados sectores como los de servicios, los veterinarios, o sea todo lo que significa el movimiento de un tambo”.
Asimismo, en una comunidad de Canals el cierre de tambos impactará fuertemente. “Hay que calcular que en el movimiento económico de Canals, como mínimo el 40% es de la actividad tambera. Y esta situación ya se está sintiendo en la zona”, precisó.
Patricia Rossia
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