Con el fin de la política del hijo único, China agrega más demanda de agroalimentos

Según diversos especialistas, generará un consumo adicional de al menos 20 millones de toneladas de granos porUS$ 5000 millones a 2030 y comprará más carne y productos con valor agregado; destacan oportnidades para la Argentina.
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Según diversos especialistas, generará un consumo adicional de al menos 20 millones de toneladas de granos porUS$ 5000 millones a 2030 y comprará más carne y productos con valor agregado; destacan oportnidades para la Argentina.
La locomotora china se prepara para volver a acelerar a fondo. Para 2030, su población podría sumar hasta 50 millones de personas, el equivalente a una Argentina, y generar así una demanda adicional de 20 millones de toneladas de granos por US$ 5000 millones. Además, esa nueva población requeriría el consumo de otros tres millones de toneladas de carne.
Ése es el impacto en términos de demanda que tendría la decisión que tomó hace poco el Partido Comunista de China (PCCh) de ponerle fin a la política del hijo único, una medida que desde 1979 impidió el nacimiento de entre 300 y 400 millones de personas. Había sido tomada en ese momento para reducir los problemas de superpoblación, pero al final terminó envejeciendo a la población y generando escasez de mano de obra, en un país que venía creciendo a tasas altísimas.
Ahora, las parejas podrán tener un segundo bebe. El Credit Suisse ya estimó que podría haber un aumento de entre tres y seis millones de bebes por año y que eso traería un gasto de hasta US$ 36.000 millones por año, empujando a la economía. China busca llegar a 2050 con un aumento de 30 millones de personas en su fuerza laboral, que ronda los 940 millones de personas y luego de haber tocado un máximo empezó a bajar.
«Además de agregarse al 2030 otra Argentina en China, está surgiendo una demanda de alimentos, bebes y niños, con mayores estándares de calidad, más sofisticación y mayor control en lácteos, carnes, etc. Siendo que los chinos no confían en su industria local, es una gran oportunidad para la Argentina», expresó a LA NACION Horacio Busanello, autor del libro China. El gran desafío: ¿conquistador o socio estratégico?
China consume unos 595 millones de toneladas de granos, entre 118 millones de trigo, 148 millones de arroz, 86 millones de soja y 243 millones de toneladas de forrajeros.
«Unos 50 millones adicionales de habitantes significaría un aumento del consumo de unos 20 millones de estos granos por un valor de unos US$ 5000 millones. Las importaciones adicionales de soja y forrajeras serán de 11 millones de toneladas, estando nuestro país en condiciones óptimas de capturar una parte sustancial de esa demanda», precisó Busanello.
En el gigante asiático, el aumento en el consumo de carne (porcina, aviar y vacuna) por parte de la creciente clase media china pasó de ocho millones de toneladas en 1978 a 77 millones en 2014. El consumo por habitante es de 54 kilos. «Un aumento de 50 millones en la población supone una demanda adicional de unos tres millones de toneladas de carne si se mantienen los niveles actuales de consumo per cápita», agregó.
Para Fernando Vilella, director del Departamento Bioeconomía, Políticas Públicas y Prospectiva del Programa de Agronegocios y Alimentos de la Fauba, el fin de la política del hijo único es importante porque agrega demanda a la ya establecida. De hecho, en su opinión, a los 16 a 17 millones anuales de nacimientos [una Argentina completa cada 2,5 años] se agregarán otros cuatro millones de nacimientos.
«Este tema es importante porque agrega demanda a la ya establecida, pero tanto o más son las medidas anunciadas en el mismo congreso del Partido Comunista, que busca llegar en 2020 con el doble de ingresos per cápita que en 2010, empezando por aumentarlos en 2016 en línea con estas proyecciones», dijo.
«Está claro que esta política china de cambiar su eje de las exportaciones al crecimiento del mercado interno tiene ganadores y perdedores entre los países proveedores de commodities: pierden los de metales y energía, y ganan los de alimentos. El primer cambio cuando suben los ingresos es la mejora de la alimentación. Una clase media urbana consume el doble de carne que un pobre rural», agregó Vilella.
Agustín Tejeda Rodríguez, economista jefe de la Fundación INAI, coincidió en que las autoridades chinas apuntan a lograr impactos positivos en el consumo y las importaciones de productos agroalimentarios. Sin embargo, cree que lo que está en discusión es «la magnitud de esos impactos». En 2014, China importó productos agroindustriales por 135.000 millones de dólares y exportó por 72.000 millones.
En las proyecciones de las Naciones Unidas, China alcanzaba en 2028 un pico de 1416 millones de personas y luego descendía a 1348 millones para 2050. Ahora hay una corrección. «En la hipótesis más optimista, la población china alcanzaría su máximo precisamente en 2050, con 1486 millones de habitantes. El relajamiento de la política de único hijo podría acelerar el crecimiento de la población, atrasando la llegada del pico. No obstante, los efectos no los veremos en el corto plazo», opinó Tejeda Rodríguez.
Para este economista, la relación comercial de la Argentina tiene «un enorme potencial» con varios productos en la lista.
«Entre los productos que muestran mayores oportunidades, por su mayor dinamismo, presencia de proveedores del Sur y ausencia de restricciones de acceso se encuentran carne bovina congelada deshuesada, alas de pollo, naranjas, pasas de uva, frambuesas, frutillas, pomelos, leche en polvo, manteca, vino, jugo de naranja y algunos artículos de confitería como las galletas dulces. También pueden destacarse oportunidades en carne porcina, sorgo, maíz, semillas, pesca, carne bovina enfriada y con hueso, peras y manzanas», señaló.
Hoy, las ventas argentinas al mercado chino se encuentran concentradas. En 2014, el complejo sojero representó el 84,5% de las exportaciones.
Por otra parte, si bien China continúa aumentando sus compras de productos agroindustriales, las exportaciones argentinas a ese destino vienen descendiendo por cuarto año consecutivo. «Las importaciones chinas de estos productos desde las Argentina totalizaron 4536 millones de dólares en 2014, un 21% menos que el nivel alcanzado en 2010», dijo el economista.
Los expertos enfatizan que para aprovechar la nueva oportunidad que presenta China hay que generar acuerdos donde ese país se asegure la seguridad alimentaria que busca y la Argentina la posibilidad de exportar con mayor valor agregado.
«La Argentina puede capturar una porción en leche, leche maternizada, diversas carnes (hoy China ya es el principal comprador argentino en volumen de carne bovina, con 26%) y productos con valor agregado. Lamentablemente, entre 2010/2013, donde estos productos crecieron casi 50%, nuestra participación bajó del 2,1 al 0,8 %», concluyó Vilella.
Las claves de una decisión
Envejecimiento de la población
La política del hijo único impidió el nacimiento de entre 300 y 400 millones de personas, ocasionando envejecimiento de la población
Caída de la fuerza laboral
Tras la caída de la fuerza laboral, China busca que aumente en 30 millones de personas para 2050. Hoy, la fuerza laboral total ronda los 940 millones
Fortalecer el consumo interno
Con más nacimientos se fortalecerá el consumo de diversos productos en el mercado interno
http://www.lanacion.com.ar

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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