El sector está trabajando con pequeños márgenes de ganancia y, en casos, a pérdida, dicen los productores.
La crisis del sector lechero no cesa y, peor aún, se agudiza en la Región. Los insumos y el alimentos de los animales aumentan de precio al ritmo de la inflación, pero sin embargo y a contramano de esos incrementos que impactan en el mantenimiento de los establecimientos, lo que pagan las industrias elaboradoras de lácteos por litro de leche a los tamberos es cada vez menos. Así, las cuentas no cierran y por eso a los referentes del sector de Brandsen y zona de influencia, como Jeppener, no les parece raro que cada día cierren más tambos.
Uno de los principales productores de Brandsen se alejará de la actividad el primero de noviembre con el cierre de sus dos tambos. Alquilará parte de un establecimiento y otra parte quizás termine en un remate. Cuenta con 180 vacas y siete familias viven de la actividad que allí se desarrolla, al menos hasta ahora. “Es una verdadera pena”, expresó Norberto Mulder, de Control Lechero de Brandsen, y agregó “es una productora muy luchadora, de muchos años, que sufrió en carne propia la baja rentabilidad de este negocio que en estas condiciones se encuentra literalmente condenado”, sostuvo.
En marzo pasado una nota publicada por este diario daba cuenta que las industrias elaboradoras de lácteos pagaban $3,20 el litro de leche en tranquera de tambo de nuestra región. Hoy el precio, siempre resuelto unilateralmente por esas industrias, ronda entre los $2,80 y los $3; apenas se llega a los $3,20 cuando se trata de leche de alta calidad, con mucha proteína, apuntaron los productores.
“La rentabilidad está por el piso, las ayudas que puede brindar el Gobierno siempre llegan tarde y los productores no pueden soportar los costos de mantenimiento de los animales y el campo. Si algunos subsisten es porque todavía obtienen algo de ganancia, pero sólo eso, para subsistir y mantener un hogar. Pero se hace difícil dar trabajo a familias, como ocurría hace mucho tiempo”, expresó un tambero que prefirió mantener su nombre en reserva.
Los tamberos coincidieron en una idea: “El panorama para los productores de la región es por demás crítico, sin embargo todavía algunos pueden subsistir. Acá todo se esforzaron en los últimos años para mejorar la calidad de la leche que venden a las industrias, eso demanda inversión en sanidad, limpieza de tambo, sanidad de las ubres, etc, pero resulta que a pesar de los estándares de calidad que se logra, los compradores son los que siguen pagando el precio que les parece, y luego en las góndolas la gente compra los lácteos muy caros”.
Cierres
Si bien a los tamberos no les gusta hablar de la cantidad de establecimientos que quedan en pie, se calcula que de unos 60 que existían en 2012 en Brandsen y zona de influencia, como Jeppener, hoy siguen unos 40 y se registran más cierres.
Mulder habla de un diez por ciento de caída de tambos en los dos últimos años y de 12 por ciento en la cantidad de vacas de ordeñe. El referente de esta actividad agropecuaria sostuvo que “por cada tambo que cierra, el 60 por ciento de las vaquillonas pasan a otros tambos y siguen produciendo, pero otro 40 por ciento va a faena. Por ende, a medida que pasan los años y cierran establecimientos, baja el nivel de producción en nuestra zona”.
“Todas las semanas te enterás de vacas que se venden, tambos que se cierran”, dijo otro productor, y añadió: “cada industria paga lo que se le ocurre, son las que ponen el precio a nuestro producto y si no lo vendemos tenemos que tirarlo, o sea que no queda otra alternativa. Es irrisorio pero mientras todo aumenta a nosotros nos pagan cada vez menos, y con vacas que producen menos de lo que pueden porque la alimentación no es del todo ideal”.
Con respecto a esto último, los productores tamberos indicaron que el 40 por ciento del costo de mantenimiento de un establecimiento de este tipo es el alimento de los animales, el restante 60 por ciento lo conforman los gastos de veterinarios, personal, cargas impositivas y elementos de limpieza, ya que la higiene es fundamental en los tambos.
http://www.eldia.com