Según los medios alemanes, cerca de 10.000 empresas nacionales reducirán la fabricación de productos lácteos para elevar el nivel de los precios mundiales tras su desplome a causa del embargo alimentario ruso.
Después del mercado alemán y el de la UE, Rusia era la mayor compradora de productos lácteos alemanes como la mantequilla y el queso. Debido al embargo, este mercado desapareció de la noche a la mañana, lo que supuso un duro golpe para el sector. «Rusia era nuestro mercado de exportación más importante fuera de la UE», comenta Frank Feuerriegel, director ejecutivo de la Unión Regional de Productores de Leche de la Baja Sajonia en una entrevista con Sputnik.
El responsable espera que las sanciones terminen pronto, pero tiene poca esperanza en que se estabilice rápidamente la situación tras el levantamiento del embargo.
Hasta el momento, el sector lácteo teutón tiene dudas acerca de si Rusia volverá a ser un cliente importante. «No esperamos que en Rusia vuelva a haber una gran demanda de productos alemanes como antes», afirma. En primer lugar, el mercado ruso ha pasado por un proceso de autorregulación. En segundo lugar, según Feuerriegel, el «poder adquisitivo de los rusos ha disminuido a causa de las sanciones». A estos factores se sumarían también los procesos de la sustitución de importaciones.
Actualmente, la UE se ve obligada a reducir la producción a cambio de un paquete de compensación por un importe de 150 millones de euros. Se prevé que para 2017 la tendencia cambie y los precios aumenten.
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