Carsfe quiere evitar que canibalicen a los tamberos

La entidad reflotó un índice que determina la capacidad de pago de la materia prima de siete productos lácteos de consumo masivo.
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La entidad reflotó un índice que determina la capacidad de pago de la materia prima de siete productos lácteos de consumo masivo.
Carsfe retomó la publicación de un índice de precios de productos lácteos en planchada de fábrica, a partir del cual se deduce la capacidad de pago de las industrias a los productores por la leche cruda. Se trata de una especie de FAS para la materia prima de siete productos de consumo masivo a salida de fábrica. El trabajo, que había sido publicado por última vez a mediados del año pasado, demostraría que algunas usinas pagan menos de lo que podrían a sus remitentes.
Tomando la calidad de la leche estándar definida por la provincia de Santa Fe en 2010 (3.25% de proteína, 3.5 de grasa y 12.2% de sólidos totales), el relevamiento indica, por ejemplo, que en diciembre de 2015 una firma que vendió un sachet de leche fluida a $8.50 podría haber abonado por la materia prima entre $4.63 y $5.08. En cambio, los ruralistas mencionaron que los productores recibieron alrededor de $2.20. Pero, además, la tabla incluye una banda de capacidad de pago por proteína y grasa, por lo cual cada productor podría hacer el cálculo según la calidad de su producción.
El coordinador de lechería de Carsfe, Eduardo García Maritano, explicó que el trabajo surgió en 2010, cuando el mercado presentaba características de sobre oferta y caída de precios similares a la actual. Aquella vez producción e industrias Pymes consensuaron una metodología, a partir del costo de los elaboradores, por la cual se definió este índice que comenzó a publicarse en la web. Pero luego, cuando los valores para la industria volvieron a repuntar, se dejó de hacer público. Los productores afirman que en su momento aceptaron la baja cuando el mercado así los indicaba. Pero ahora, que hay un repunte, se quejan de que la mejora no se traslada.
García Maritano recordó que el Centro de la Industria Lechera (CIL) informó a mediados de 2015, mediante una circular, que con un valor de $22.000 para la tonelada de leche en polvo no podía pagar más de $2.20 a los productores. Los ruralistas lo aceptaron, entendiendo que los precios se traccionan desde la demanda. Pero hoy la tonelada vale $31.000 y “con la misma lógica debieran pagar $3.10, pero pagan $2.20”, advirtió el ruralista. De ahí la necesidad -explicó- de monitorear la suba, porque de lo contrario “la industria, otra vez, va a canibalizar los precios al productor en el 2001/02”.
La idea de informar valores de distintos productos de consumo, ya que muchas fábricas elaboran más de un artículo, es darle al productor un parámetro de negociación. “Es para que se siente a discutir”, indicó.
Según Maritano, al observar el desempeño del índice a lo largo del tiempo, “se demuestra que los pisos de precios son mucho más altos de lo que está diciendo la industria”.
De ahí que la intención de dar a conocer estos precios sea “transparentar” el mercado. El objetivo es “un mercado lácteo en serio”, dijo el dirigente y lo definió de la siguiente forma: “tiene que haber una estándar, precios de referencia, arbitraje de la composición de leche y contratos formales, porque hoy se vende de palabra y es inarbitrable”.
El trabajo genera una banda de precios “FAS” de la materia prima, para contemplar la variación de costos entre las industrias. Y consigna que se usa información de plantas que procesan hasta 200.000 litros diarios. Según García Maritano “quien puede lo menos, puede lo más”, por lo que la capacidad de pago de industrias más grandes sería mayor.
Finalmente, el referente lechero de Carsfe indicó que hoy el productor “tiene que creerle al industrial cuando le dice que tiene problemas de mercado, es una cuestión de fe; y la verdad que de comercial eso tiene poco”. Y remató: “si el productor de soja debiera vender como se comercializa la leche, no vendería soja: sin pizarra, sin contrato, sin estándar, sin arbitraje. Es lo que ocurre con otros granos (sin referencia), como cebada, garbanzo, arveja, poroto, donde canibalizan el precio”.
Desconocimiento
El gobierno de Santa Fe impulsó la elaboración, que concretó la Bolsa de Comercio de Rosario, de un modelo de Contrato Lácteo hace ya más de un año. El objetivo es darle previsibilidad tanto al productor como a las industrias. Sin embargo, aún no se conoce que se haya celebrado ni siquiera uno.
“Nadie usa lo que no conoce”, sintetizó el coordinador de lechería de Carsfe, Eduardo García Maritano. A su entender, es el gobierno quien tiene que la obligación de hacerlo conocer. “No puede hacerlo boca a boca el productor”, dijo, y agregó que, “mientras no haya pizarra es difícil, porque el contrato es contrato cuando hay precio”.
Fuente: Esperanza Día x Día

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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