Busso dijo que el tema era “muy difícil y muy angustiante ya que intervienen una multiplicidad de variables“. Además señaló que las autoridades nacionales están intentando destrabar el tema para encontrar una solución a la vez que auguró un acercamiento a la empresa y los trabajadores para colaborar en lo que fuera necesario.
“Yo no me animaría a hablar de despidos” aunque advirtió que sí conocen informaciones en torno a las suspensiones en algunas plantas de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires.
En diálogo con el programa “Quién paga la cuenta”, el ministro se refirió también a la actualidad de la actividad lechera en la provincia, la que describió como “complicada“. “Córdoba está en emergencia. Las lluvias complicaron todo, muchos productores no pueden mover su producción. Incluso hubo algunos que estuvieron prácticamente aislados durante una cantidad de tiempo muy grande“, dijo.
También advirtió que en la actualidad “la media histórica está a dos millones de litros menos” y señaló que todo se complica con una marcada “caída de consumo” y una cadena de distribución que “está muy distorsionada”.