Por Elida Thiery – La realidad lechera de hoy requiere medidas técnicas, estrategias que permitan soluciones rápidas y posibles para que los tamberos recuperen rentabilidad, mientras a la industria se le encuentran alternativas de exportación potables.
Pero cuando todo se trata de diálogo, de charlas que no terminan en políticas inmediatas, las buenas voluntades se desvanecen en medio de un cúmulo de necesidades que se multiplican con algo más que una sensación de desastre financiero que no dejan más alternativas que la reacción inmediata.
Para una salida urgente de la crisis las alternativas no son muchas pero las hay.
Se podría comenzar con concretar la reunión que en una semana se daría en el Ministerio de Agroindustria, entre funcionarios, industriales y comerciantes de la lechería, donde se requerirá de firmeza para que se replantee el reparto de la renta de los productos. Por lo demostrado hasta ahora es mucho pedir, pero es una obligación hacerlo, si es que realmente se quiere sostener una lechería diversa, con pequeños productores, con más productividad. De todos modos se puede hacer y no hay que perder la esperanza.
La idea de presentar en unos días alternativas de créditos, de manera rimbombante, no aporta solución, porque si el tambero no tiene con qué pagar, no podrá seguir endeudándose, por lo tanto hay que recuperar dinero que entre a su bolsillo o cuenta bancaria.
El temor de tocar la cadena comercial es lo que afecta al sector lechero y al consumo en general, con una inflación que parece tener ritmo propio, pero cuando la urgencia apremia, las decisiones deben tener el mismo impacto.
En la reunión que el martes se dio entre los ministros de la producción de las provincias lecheras y Ricardo Buryaile quedó claro que no hay nuevas estrategias que maneje la Nación, pero fue cada representante de gobierno territorial el que exigió medidas efectistas.
Santa Fe, adelantábamos ayer, propuso modificar la mirada de ordenamiento per se del sector a través del mercado y generar acciones concretas. Las bandas de precios que oficializó nuestra Provincia son una buena alternativa.
Estos precios orientativos sobre la posibilidad de pago por producto al tambero son una herramienta que se viene desarrollando hace muchos años, de la mano del ordenamiento lechero que planifican algunas entidades en la provincia desde hace tiempo y que con el decreto lechero de 2009 comenzaron a afirmarse.
La capacidad de pago que tienen los productos lácteos en referencia
a la materia prima, demuestra fácticamente que hay renta en la cadena, solo se necesita poder repartirla mejor.
Citando a un productor de ideas bien técnicas y muy entendido en la materia, «estas son las acciones legitimas institucionales de parte de los gobiernos que ayudan a que las relaciones comerciales entre privados, para que se comience a desarrollar un marco de equidad entre las partes».
Hace un tiempo la Nación citó al referente del Instituto Argentino de Profesores Universitarios de Costos, lo cual indica que hay un atisbo de iniciativa por abordar una mejor distribución de la renta en la cadena que hoy está en la siguiente situación. De casi 2,50 pesos por litro al tambero, el consumidor paga más de 11 pesos un litro de leche en góndola, sobre lo cual la renta queda repartida en 24,7 por ciento para los tambos, la industria 31,1 y el comercio recibe el 28,4, mientras que el 15,8 por ciento queda en manos del Estado, por cargas impositivas. La resignación de espacios y equiparación de fuerzas puede hacer posible una lechería mejor.
Entonces, si una provincia puede ordenarse, respetando leyes vigentes y otras aspiran a igualarla, ¿cuál sería el impedimento de ordenar la lechería a nivel nacional y de manera ágil?.
Cambio posible
Mientras los productores ya sueñan con el cobro de los subsidios pendientes que le alivien alguna deuda, esa calma de los ojos cerrados hace que el tiempo pase el perjuicio sectorial sea muy grande.
Como hay otras herramientas posibles, la Provincia presentó el martes en Agroindustria ejemplos concretos a través de su banda de precios.
Luis Contigiani, ministro de la Producción le comentaba a CASTELLANOS, en nombre de la administración que encabeza que «estamos convencidos que podemos corregir los márgenes de precios, dentro de la cadena láctea. Desde Santa Fe demostramos con un mix de precios que hay una mayor capacidad de pago al tambero».
Con ejemplos varios en un cuadro que se actualizará mes a mes, se nota la dispersión de precios entre la planchada de fábrica, con el cálculo proporcional sobre la materia prima, que permite evaluar la dispersión hasta la góndola. «Hay un segmento sobre el que hay que trabajar que va a contramano del discurso oficial que dice que el problema es el sobrestock y por eso la industria está en una situación muy difícil. Pero esto no es tan así, hay que ver todos los números y por eso desde la Provincia se seguirá trabajando en este sentido, porque estamos convencidos que en la cadena láctea podemos avanzar en la recuperación de precios para tamberos», sobre los mismos valores que hoy manejan los lácteos, pero en un redireccionamiento de ganancias.
Este esquema impulsado por Carsfe, avalado por técnicos del ministerio y de otras entidades se sometió al análisis del propio Iapuco, el cual convalidó la solidez de los cuadros estadísticos que permiten ver con claridad el margen de rentabilidad disponible para capturar por parte de los tamberos, porque no aplica aquí la lógica del mercado y el sobrestock, con lo cual se tiene que evitar la lechería de achicamiento y concentración, aunque sea el paradigma que ronda en los pensamientos de algunos referentes nacionales.
No hacen falta leyes extraordinarias, ni medidas de meditación eterna, sino un poco de idea técnica sobre la cadena, tomar alguno de los tantos debates que se dieron estos años y también la resignación de egolatrías, que puedan acoplar iniciativas.
Las 18 entidades lecheras se tienen que reunir, apoyar puntos en común, impulsar la tarea de los gobiernos en pos de esos objetivos e intentar salvar a la mayor cantidad de productores. Hoy por hoy, nada vale más que el fortalecimiento lechero, para las diferencias habrá otro tiempo.
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