El gremio lechero sugiere a sus trabajadores no hacer horas extras, no asistir a las empresas en los feriados, e incluso no aceptar tareas anexas a sus responsabilidades, aunque se prometan más pagos por ello. Una contienda de fuerza, recién comienza.
Básicamente explicando que se querrían disminuir las horas extra, que se podrían tercerizar muchas tareas en las industrias, sacando de convenio a muchos trabajadores; con una escala más acotada de categorías; e incluso hablando de una “polifuncionalidad”, el gremio avanza incluso sobre una reinterpretación de la situación donde se les recortaría la antigüedad, el presentismo y cuestiones ligadas a los accidentes laborales.
Es por todo esto que desde mediados de este mes se viene trabajando a reglamento, tal como lo dispone la Ley de Contrato de Trabajo y el Convenio Colectivo 2/88.
Con comunicados que se difunden por redes sociales y mensajería instantánea, haciendo uso de los neologismos con x para no cargar de género al verdadero idioma castellano, se van complementando los lineamientos a medida que pasan los días. En otro escrito se habla de un “proyecto neoliberal que nos ataca sin piedad. ¡El enemigo es fuerte, pero los trabajadorxs unidos somos invencibles!”. Es así que hablan de no hacer “ninguna colaboración extra”, ni siquiera aunque se prometa remuneración alguna. Pero dan un paso más al llamar a no trabajar en los feriados.
En una de las comunicaciones gremiales se expresa que “cada uno prestará servicios en sus sectores , sin ir a colaborar a otros sectores (sin excepciones), además del trabajo de feriados y francos (solo quedará una guardia mínima recibo y servicios para cumplir con la ley de contrato de trabajo, en estos sectores en el caso que ningún compañero quiera asistir acompañaremos la decisión )”.
Además se les sugiere a los trabajadores que ante la presencia de escribanos recorriendo las plantas, para constatar tareas se responda que solo se debe estar en el sector de trabajo al que se corresponde.
Con sugerencias de cambio en las relaciones entre empresas y gremio, Atilra está llevando a sus trabajadores a perder las horas extra en junio, a no computar trabajo durante los feriados mensuales, con lo cual los salarios tendrán así un impacto involuntario, ya que las industrias dicen estar buscando más regularidad en el trabajo. Con más presentismo, con mayor productividad, ese sector de la cadena láctea podría tener un orden visible, sin embargo las altas y bajas en el comportamiento económico de cada empresa no hace más que seguir debilitando a estas estructuras y sobre todo, afectando a la mano de obra, a las miles de familias que están detrás del procesamiento de materia prima.
Este es un tironeo que recién empieza, originado en el reciente paro de “solidaridad” por el tema SanCor, que sin un sentido concreto es un día que se descuenta en los salarios. Aquí los trabajadores serían la soga de la cinchada y lo menos pensado es que sin horas extra, sin feriados, los sueldos que se paguen sobre los días trabajados en el mes de junio serán mucho más magros, una consecuencia que el gremio no advierte en sus instructivos de reclamo.