El lunes debía darse un paso más en lo que es el tironeo por la paritaria lechera. Era a las 13 que en el Ministerio de Trabajo de la Nación las partes estaban citadas, fue la industria, estuvo el representante del Estado, ansioso por cerrar un acuerdo después de tanto tiempo en el marco de esa cartera, pero la gremial estuvo ausente.
La Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina no se presentó.
De la que fuera la única propuesta del nueve por ciento de aumento, que ya cuenta con muchas semanas, su rechazo inicial no pudo encontrar otra oferta, ya que en el encuentro anterior se había centrado el debate en lo que es el Fondo Solidario, este aporte de 1.500 y 750 pesos por empleado, por mes, en industrias grandes y pymes, respectivamente. La temida pérdida de la caja destinada por el sindicato supuestamente a la salud es lo que más preocupa, a pesar que los trabajadores necesiten asegurar sus ingresos. La demora, la falta de respuesta, pone puntos suspensivos a un nuevo encuentro que no tiene fecha, al menos hasta que reaccione el gremio y puedan acordar una nueva agenda que supondrá una escalada en lo que puedan pagar las empresas y que se podría entender con un piso pretendido del 15 por ciento por los representantes de Atilra.
No fueron estos días fáciles, con mucha exposición a causa de la investigación de la Justicia Federal sobre averiguación de delitos de Héctor Ponce, pero también por otros conflictos menores del gremio con algunas empresas que tensan el ánimo y dejan de lado la prioridad del debate salarial.
Autor: Elida Thiery
Fuente: EDairyNews