Argentina:La lechería, primera víctima de la inflación de costos. #Lecherialatina

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Por Félix Sammartino | LA NACION.En una realidad K nadie se estaría haciendo demasiado problema de tener el precio de la leche congelado durante un año a 1,50 pesos el litro. En ese mundo feliz los tamberos tendrían la misma renta de aquel entonces porque los costos no hubieran subido de forma inflacionaria a un ritmo del 30%. Pero como de la ilusión no vive el hombre y los tamberos no parecen ser una excepción, 30 plantas industriales lácteas fueron bloqueadas durante la semana en una de las protestas más extremas y sin precedente de la que se tenga memoria. Piden una fuerte recomposición de los precios para dejar de trabajar a pérdida o contra el filo del precipicio. Miles de litros de leche se tiraron en las cunetas desde Rafaela hasta Villa María, la región que concentra más del 70% de la leche del país, y también en las de Trenque Lauquen. Nuevamente, y a pesar de todos los esfuerzos que se vienen realizando por aceitarla, la cadena láctea cruje con el riesgo de romperse.
El alto voltaje que tomó el conflicto se explica en que la industria y la producción están peleando por algo que ya no existe. La renta de los industriales se la fue llevando los precios pisados en góndola, las subas salariales, los costos de transporte y logísticos que se impusieron en la era Moyano y la caída del precio de la leche en polvo, que de los 3500 dólares la tonelada pasó a los 2600 dólares. Este último no es un dato menor si se tiene en cuenta que el 40% de la leche producida en la primavera deberá ser exportada. Miguel Paulón, presidente del Centro de la Industria Lechera (CIL), entidad que sobrelleva una fuerte interna, ya advirtió que las empresas trabajan a pérdida y que conviene no tensar la cuerda para no «poner a las empresas en un endeudamiento estructural». Los casos de Milkaut y de SanCor, que vendió negocios importantes para desendeudarse, todavía están muy frescos en la memoria de los empresarios.
Lo cierto es que desde hace un año, industria y producción compiten por no ser el eslabón más débil de la cadena. «De los 60.000 millones de pesos anuales que factura el sector lácteo, los industriales y los tamberos se reparten sólo 33.000 millones. La comercialización y el Estado se quedan con 27.000 millones. Esta desproporción es una parte importante del problema», analizaba un especialista del sector.
En los papeles, bastaría con que el supermercadismo y el Estado resignen una pequeña parte de su tajada, alrededor de un 2%, para resolver el problema de precios al productor hasta fin de año, momento en que se espera un efecto rebote de los precios internacionales. La sobreoferta mundial de leche que provocaron las producciones récords de las lecherías de Europa, los EE.UU., Nueva Zelanda, Australia y la Argentina se consumiría en los próximos seis meses. Y todo volvería a la normalidad.
Algunos dirigentes tamberos alientan expectativas de obtener del Gobierno una solución, vía un subsidio o un acuerdo con la comercialización que los obligue a disminuir sus márgenes de ganancia. Las probabilidades de alcanzar alguna de estas soluciones son extremadamente bajas si se tiene en cuenta que, más allá de lo que diga Cristina Kirchner, lo que impera es un ajuste de las cuentas fiscales. Se necesita demasiada ilusión para creer que al Gobierno se le pueda escapar una moneda en forma de ayuda a los tamberos. Además, la interna entre el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, y el ministro de Agricultura, Norberto Yauhar, tampoco ayuda. Y por otra parte, ¿alguna vez se lo vio perder al supermercadismo en este tipo de pulseada? Definitivamente, nunca.
A primera vista no hay una solución que desactive el conflicto y la encerrona que vive la lechería parece perfecta. Lo lamentable es que se podría haber evitado el desmadre que se vivió por estos días. Por ejemplo, una economía sin inflación de costos podría haber efectuado una gran contribución a la estabilidad de la actividad en su conjunto. O el uso de herramientas financieras como las que aplicó la lechería uruguaya, que ya es experta en la construcción de puentes para transitar los ciclos de precios. Eso sí, cuenta con una inestimable costumbre: la de anticiparse a los problemas.
En marzo de 2008, los tamberos uruguayos emitieron un Fondo de Financiamiento y Desarrollo Sustentable para la Actividad Lechera, un fideicomiso financiero de 42,5 millones de dólares que se repartió entre 3300 tamberos en forma proporcional a la leche que remitían a las fábricas. La emisión de títulos de deuda obtuvo la mejor calificación de riesgo (AAA), lo que les permitió contar con una tasa de interés muy baja, y fueron comprados por inversores públicos y privados.
Lo interesante de este fondo es que los productores lo pagan con los litros de leche que producen y que la industria descuenta a razón de un monto que se reajusta cada seis meses en función de la evolución del dólar. Debido al récord de producción de la lechería uruguaya de 2011 -tuvo un crecimiento de casi el 20%, ritmo que se mantiene en el primer semestre de 2012- los tamberos saldarán la deuda adquirida con dos años de anticipación a su vencimiento original de marzo de 2016. Gracias a este Fondo, los tamberos uruguayos no sólo pudieron pagar deudas pasadas y efectuaron las inversiones planificadas, sino que no dejaron caer la producción en momentos muy complicados como fueron los meses de bajos precios internacionales de 2009 y la seca más intensa que sufrió la cuenca lechera uruguaya en su historia. Trabajaron a pérdida pero pudieron superar el bache sin descarrilar, ni abandonar la actividad. Se entiende que este tipo de soluciones y herramientas parezcan cada vez más sofisticadas. Aquí los problemas se arreglan a golpe de teléfono y a pura voluntad.
RESUMEN
139%
Costos tamberos
Es la suba entre 2008 y 2012
LA FRASE
«El Gobierno tiene que tratar de escuchar al sector lechero y darle una respuesta»
Jorge Chemes
Diputado nacional (UCR-Entre Ríos)
http://www.lanacion.com.ar/1498025-la-lecheria-primera-victima-de-la-inflacion-de-costos

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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