Agroindustria, lácteos, frutas, metalmecánica, turismo y call centers, entre otros, padecen el retraso cambiario y ven caer las exportaciones.
El tema cambiario impacta a nivel general; algunos lo sobrellevan según los costos de producción, pero el retraso golpea a todos”. Así de claro fue el resumen que realizó Carolina Shuff, economista de la consultora abeceb, cuando iEco le preguntó acerca de los sectores que más sufren con el retraso del dólar. En esta línea, Jorge Vasconcelos, de la IERAL, un instituto de la Fundación Mediterránea, hace hincapié en la delicada situación que atraviesan las economías regionales: “Para la mayoría de los productos –dijo– se observa una caída del 20 al 57% del tipo de cambio real sectorial, tomando como referencia 2007. Y para el caso de las actividades con mano de obra intensivas, el deterioro de la rentabilidad es mayor”.
La pérdida de competitividad afecta a otros sectores, en un ranking en el que aparecen, de acuerdo con la consultora IES, la agroindustria, lácteos, frutas y hortalizas, vitivinícola y metalmecánica. A los que habría que sumar a la exportación de servicios (entre ellos, el de los call centers), el turismo y el biodiésel, aunque en este último caso inciden especialmente las trabas impuestas por Europa.
Un primer análisis indicaría que los mayores perjuicios recaen sobre sectores cuyas exportaciones resultan menos atractivas –o inviables– producto del dólar retrasado y el alza de costos internos. Al respecto, IES advierte que las exportaciones del país en el primer trimestre del año cayeron un 7,9%. Aunque no todo obedece al problema cambiario, las peores caídas las registraron el textil e indumentaria (9,9%%), productos químicos (28,2%), siderurgia (23,3%) y cosméticos (7,4%), plástico, caucho y sus manufacturas (15,8%).
En el caso del biodiésel, una joven industria que depende básicamente de insumos agrícolas, sobre todo de la soja, afronta un presente mucho más complicado a pesar de su alta rentabilidad, en gran medida por las trabas aduaneras implementadas recientemente por Europa, principal comprador de ese fluido sustituto del gasoil. “En el primer trimestre del año, las exportaciones totalizaron 254 millones de toneladas, una caída de 51,2% con respecto al mismo período de 2012”, dice IES.
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