La implementación del Pago de Leche por Calidad ya genera debates en el sector. Desde la industria aseguran que podría haber importantes cambios en el precio, tanto para arriba como para abajo.
La publicación en el Boletín oficial de la Resolución Nº344/2013 del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca que modifica a su similar Nº 1094 y Nº648, de fecha 18 de octubre de 2011, implementada juntamente con el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, creando el Sistema de Pago de la Leche Cruda sobre la base de Atributos de Calidad Composicional e Higiénico-Sanitarios en Sistema de Liquidación Única, Mensual, Obligatoria y Universal, produce un significativo avance para mejorar el pago por calidad a los productores lecheros.
La anterior vigente establecía que el pago por calidad tomaba un 80% para los atributos de calidad composicional e higiénico-sanitarios y el 20% para otras bonificaciones que deciden las distintas industrias en su zona. Transcurrido más de un año de la implementación de la resolución de octubre de 2011 y “manteniendo el objetivo de generar medidas e instrumentos que tiendan a la transparencia en la relación entre los actores de la cadena láctea, principalmente productores y operadores lácteos”, según se menciona en los considerandos de la resolución 344/2013, además de citar la necesidad de avanzar en competitividad para ofrecer alimentos elaborados de alta calidad para el mercado interno e internacional, ahora se profundiza este sistema de pago. En consecuencia, se eleva a un 95% para el pago de leche cruda con los atributos de calidad ya establecidos en la anterior resolución y deja sólo un 5% para otras bonificaciones comerciales que pueda establecer el operador industrial.
En el artículo 2° se menciona que “la valorización que corresponda a los contenidos de sólidos (grasa y proteína) y calidad higiénico-sanitaria, deberá respetar la siguiente proporción: a) 65% para grasa y proteína, b) 30% para calidad higiénico-sanitaria. En cuanto al restante 5% los operadores deberán bonificar encuadrándose en cuestiones de: permanencia-antigüedad (tiempo de relación comercial), certificado Unión Europea (UE), adicional por leche plus, ayuda forraje, confección de silos y siembra de pasturas, tambo en saneamiento, libre de otras enfermedades, crecimiento interanual, etc.
El artículo 4° establece que las industrias deberán informar a la Subsecretaría de Lechería, mediante declaración jurada y con cinco días hábiles de anticipación al primer día de comienzo de recolección de materia prima, los valores que establezcan para los contenidos de los sólidos con destino al mercado interno y externo, la escala de bonificaciones y penalizaciones por calidad higiénica – sanitaria, y la fecha de pago.
Un primer análisis
Si bien la nueva resolución significa un importante paso para la lechería argentina, colocándola a la altura de las exigencias que ya existen desde hace muchísimos años en los países líderes productores de leche, también es bienvenida a partir de los reclamos que hicieron durante años los productores tamberos argentinos. No obstante, esto obligará a muchos, que aún no se han adecuado al cumplimiento estricto de estas exigencias, a realizar un importante esfuerzo para ponerse en sintonía con estas normas que, en definitiva, las exige un mundo globalizado. Se estima que un 30% de los productores de todo el país tendrán dificultades no sólo por lo que significa calidad composicional, sino por las cuestiones higiénico-sanitarias, un punto débil aún a partir de zonas donde todavía no están erradicadas la brucelosis y tuberculosis, por ejemplo. Ante la diversidad de situaciones que van a aflorar, también se producirá una fuerte distorsión de precios en el pago de la materia prima.
Es decir, donde el pago por calidad no se ha implementado masivamente y aún se habla de “litros” y no de “sólidos”, existiendo productores que reciben 10 o 12 centavos por encima del promedio (2,10 $/lt), seguramente la aplicación de esta resolución motivará diferencias de entre 30, 40 y hasta 50 centavos por litro, entre los que se ajustan a la calidad y aquellos que no. En otras palabras, quienes estén produciendo leche de calidad verían incrementados sus pagos porque ahora la calidad vale más y, por el contrario, aquellos que aún se manejan con deficiencias higiénico-sanitarias y una magra composición de sólidos, podrían ver disminuido aún más su actual precio, porque además, las bonificaciones valen menos.
Según las consultas efectuadas por Nuestro Agro en altas fuentes oficiales y de las principales industrias lácteas, no se descarta que algunos productores pasen a cobrar menos de lo que perciben actualmente, lo que pondría en riesgo la sostenibilidad de muchos tambos, no necesariamente chicos, ya que aquí se trata de “calidad” y también de “sólidos” y los distintos parámetros que se tienen en cuenta (Recuento de Células Somáticas, Unidades Formadoras de Colonia, etc).
Estas importantes voces de la industria consultadas por Nuestro Agro, aseguran que ya han comenzado a tratar las consecuencias de la implementación de esta resolución porque “preocupan sus efectos inmediatos” y en tal sentido, podrían pedir al Gobierno que extienda el plazo de implementación o que lo haga en forma gradual.
Al respecto, desde la Subsecretaría de Lechería descartan que se recurra a una gradual puesta en vigencia, porque “se trata de una resolución largamente reclamada por la cadena en su conjunto y hubo suficiente tiempo para amoldarse a la misma”.
Sin dudas, se avecinan tiempos de inflexión en la lechería.
Fuente: Nuestro Agro