#Argentina: Una receta tan sencilla como exitosa

Share on twitter
Share on facebook
Share on linkedin
Share on whatsapp
Share on email

En este sistema de producción de leche, el INTA desarrolla una fórmula que demuestra que el tambo chico todavía tiene sólidos argumentos para ser rentable, pese a la caída del precio. El secreto: cabeza abierta y ganas de trabajar.“Hoy nos vendieron el tema que intensificar es encerrar, y no es necesariamente así”, nos dice el Ing. Mario Mondino, mientras tomamos unos mates en el nuevo salón de capacitación recientemente erguido en las instalaciones del Tambo Roca. Justamente él, a quien se la asignó la misión de comprobar que se puede seguir siendo eficiente en un tambo chico promedio de la zona, nos demuestra con los números en la mano los resultados del éxito alcanzado por el emprendimiento.
Para llegar a esto, previamente el INTA decidió reinventar su tarea de extensión: había que transformarse en empresarios exitosos para demostrar que se puede. En ese camino, emprendió el desarrollo de tres tambos bien diferenciados, donde se monitorea todo el caudal de información del día a día: uno con la máxima tecnología disponible; otro enfocado a la búsqueda de sólidos en leche a través de la cruza Holando con Jersey; y Tambo Roca, que apunta a exhibir el potencial de un establecimiento chico a través de la optimización de cada eslabón del sistema.
Hablando de sistema, se trata de uno básicamente pastoril de alta productividad, basado en tecnologías de procesos (organización, planificación y manejo) y con muy bajas inversiones. Se destacan como factores relevantes y de fuerte impacto, la capacitación de la mano de obra, la adecuada gestión empresarial y el asesoramiento profesional.
El secreto: no hay secretos
La alimentación es, tal vez, el puntal sobre el que se sustenta la ecuación. Las pasturas de alfalfa y los forrajes conservados (heno, silaje de maíz y/o sorgo) cubren en promedio el 70 % de los requerimientos energéticos del plantel lechero. El resto es aportado por los concentrados, usados estratégicamente con niveles que oscilan entre los 5,5 y los 6,5 kg/vaca/día año, equivalentes a 250/300 gramos por litro de leche producido).
Tambo Roca es un establecimiento promedio de la región, con un plantel aproximado de 220 vacas totales, con 180 en ordeño y una reposición anual del 22%; aunque en el manejo ya se empiezan a notar las diferencias: la carga animal es de 1.94 VT/ha.
Si bien disponen de dos tractores, un míxer vertical y una desmalezadora, para las labores primarias como siembra, pulverización y confección de reservas, se terceriza con contratistas.
El ordeño se realiza en un sistema lado por lado (12 x 12), que modificó una antigua instalación de brete a la par, en función de adecuarlo al planteo técnico productivo mejorando la eficiencia operativa, las condiciones de trabajo y la productividad de la mano de obra.
Un campo, un equipo
Se trabaja con un tambero a porcentaje, que además de las tareas específicas del ordeño realiza junto a dos empleados a su cargo, las diversas actividades complementarias, incluyendo la inseminación artificial. Es Daniel Leguizamón, un joven cordobés que llegó a nuestra provincia con muchas ganas de progresar, y que en Campo Roca encontró la oportunidad que estaba buscando. “Arrancamos el primer ordeño a las 4 y media de la mañana”, nos cuenta. Allí comienzan con la rutina del ordeñe y luego la limpieza de todas las instalaciones, luego se largan los rodeos y se desayuna. “El empleado y yo salimos a darle más pasto a las vacas de acuerdo a las asignaciones diarias”, completa, agregando que la cosa no termina allí: se “hacen” los boyeros, se revisan las secas, los molinos, el suplemento del silo; se preparan los piquetes, se desmaleza, y se ponen o sacan los rollos. Luego, viene el almuerzo, una breve siesta y a las 15 “arrancamos de vuelta con el segundo ordeñe (dos horas y media, con limpieza y todo). “Se toma unos mates y se hace lo mismo hasta la tardecita/noche, repasando las pasturas, boyeros y haciendo cosas hasta terminar del día”, nos cuenta.
Para Daniel, las buenas condiciones de trabajo redundan en una mayor eficiencia final. “Para eso, se incorporó la pala frontal al tractor y un mix vertical (antes se usaba un pinche y una palita), eso ayudó mucho. Este año cambiamos el tractor. La rutina del ordeñe con comederos automáticos también agiliza mucho la actividad, con pulsadores electrónicos para un mejor funcionamiento de la máquina”, destaca.
Daniel no es un tambero cualquiera. También insemina y analiza las pasturas, midiendo una muestra del lote. “Voy viendo cuando termino un potrero, y hago la medición de las primeras dos franjas del lote. En base a eso asignamos el requerimiento alimenticio, de acuerdo a la época del año. Obtengo los requerimientos dividiendo por la materia seca aprovechable, y tengo los metros cuadrados que tengo que dar en el día”, explica. “A esta altura le estamos entrando a las pasturas cada 22 o 23 días, y si veo que hay que ajustar la dieta, lo hago”, describe este joven que en 2007 hizo el curso del profesional tambero, lo que “me ayudó mucho a saber el motivo y el porqué de las cosas y descubrir los beneficios de cada trabajo”.
¡A la mesa!
La alfalfa es la base de la alimentación del tambo. Buscan los máximos rindes en base a pastoreo rotativo intenso con adecuados períodos de descanso y correctas prácticas de manejo. La ración se compone de grano de maíz, por porciones variables de expeller de soja y girasol y un núcleo vitamínico mineral acorde a los requerimientos. Semilla de algodón todo el año junto con el silaje de maiíz y/o sorgo. Además, se utilizan los forrajes conservados (heno y silaje). El silaje de maíz y sorgo se usa como reserva para garantizar la estabilidad del sistema.
En cuanto a la reproducción, el servicio se hace con Inseminación Artificial usando como estrategia el bloqueo de servicios y pariciones en un sistema bi estacional de 84 días de servicio cada uno, para vacas y vaquillonas con un adicional de servicios en febrero y marzo para partos en diciembre, lo que mantiene estable el número de vacas en ordeño. A partir del 2010 comenzaron a incrementar la carga con vaquillonas propias producto de un ajuste en el manejo y en la alimentación durante la recría. Esto permitió que una mayor número de vaquillonas entren a servicio a los 14/15 meses disponiendo de un mayor número de hembras. Los objetivos para 2012 incluían una carga de 2VT/ha con una producción individual de 23 litros, y un volumen de 13.800 litros, los que finalmente consiguieron.
Mística tambera
“El tema es producir más pero con eficiencia, viendo de qué manera metemos más litros, con la tecnología disponible para lograrlo”, dice entusiasmado Mario Mondino, para quien Tambo Roca es “una propuesta de cambio bien entendida, un proceso de intensificación que trata de hacer eficiente cada uno de los componentes del sistema, y no confinar vacas o hacer grandes inversiones”.
Para Mondino, la intensificación, significa ser más eficiente. En el manejo de las pasturas, en la suplementación, en la reproducción. “A estos sistemas reales de producción, el INTA le da mucha fuerza, y tenemos más de una, haciendo extensión a través de sistemas reales, donde el productor, además de conversar, puede ver las cosas y cómo las hacemos para que incorpore métodos sencillos de profesionalización de la tarea para crecer”. El gerenciamiento, la actualización propia y de la mano de obra, son aquí puntales esenciales. “Se puede; ese es el mensaje en positivo que queremos dar. La organización del trabajo implica planificar los objetivos y participar al personal, hay un poco de todo”, agrega.
objetivos claros
Desde sus inicios, los objetivos fueron claros: lograr la máxima eficiencia económica a través de una propuesta tecnológica simple y apropiada. Que orienten al productor en la toma de decisiones tendientes a mejorar los resultados físicos y económicos de la explotación.
Algunas características: alta productividad en base a tecnologías de proceso, ajustada alimentación durante todo el año, suplementación estratégica con concentrados, eficiente manejo reproductivo, bloqueo de servicios y pariciones, recría de vaquillonas en sistema de hotelería, personal motivado integrado y capacitado.
“Se necesita un enfoque integrador del sistema”, dice Mondino. Y sentencia: “los sistemas pastoriles tienen un gran margen de progreso. Disponen de deficiente tecnología de bajo costo. Son más estables y flexibles. Pueden ser altamente competitivos y sustentables. Pero los recursos humanos son esenciales, y marcan la diferencia”, enfatiza.
Metas 2013: no sólo investigar
En una de los últimos micros institucionales, el director de la EEA Rafaela del INTA Carlos Callaci adelantó los objetivos trazados para el año que comienza. “Como experimental esperamos mantener los niveles de las unidades de producción”, sintetizó Callaci, quien explicó que si bien la mayor atención siempre estuvo puesta en los tres tambos, últimamente se desarrollaron “unidades de producción como sistemas de apoyo”: una recría de vaquillonas (donde se concentran todas las hembras), otra de cría -“La Palmira”, en Las Avispas- y otra de invernada en Ceres, más una agrícola “y una de crianza artificial que estamos armando ahora”, donde todos los animales destetados permanezcan hasta los 6 meses de edad. “Hemos tratado de mostrarle a los productores -resumió- cómo se pueden integrar las unidades de producción como una empresa en un todo, donde aquellos que puedan hacerlo en su establecimiento lo hagan; pero a su vez abrir la posibilidad a sistemas asociativos”.
El director de la Experimental remarcó también que este sistema de trabajo “posiciona al INTA como una empresa” y brindó números que prueban la capacidad de producir de la dependencia (y no sólo de investigar) en condiciones competitivas. “En 2012 produjo más de 5 millones de litros de leche, más de 300.000 kilos de carne entre invernada de novillos y descarte de vacas; más de 250 vaquillonas de buena calidad; y algunas toneladas de trigo y soja”.
Para este año Callaci advirtió que si bien “no sabemos bien lo que puede pasar, no sólo en Argentina sino en el mundo”, las expectativas para la lechería “siguen siendo muy buenas”.
Federico Aguer
faguer@ellitoral.com
http://www.campolitoral.com.ar

Mirá También

Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

Te puede interesar

Notas
Relacionadas