Argentina: Una mirada exigente sobre el futuro de la #lechería

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Carreras opinó que la lechería local “transita un camino maduro”, pero deberá afirmar las exportaciones y ceñirse a pautas internacionales.
En el universo lácteo, el sol sale para todos. Pero para que salga para los pequeños productores, estos deberán jugar una apertura hacia esquemas asociativos. Ese formato les permitiría crecer en forma vertical (ocupando los diferentes eslabones), realizar inversiones y mejorar la productividad.
Esta fue una de las definiciones que dejó Oscar Carreras, presidente de Sancor, al exponer sobre el presente y el futuro de la lechería argentina durante la quinta jornada nacional de Forrajes Conservados, en el Inta Manfredi.
También hizo foco sobre el siempre candente tema de los precios. Consideró que este (el precio) no es el único factor que explica la rentabilidad de la producción, ni mucho menos su competitividad relativa, dado que el costo de los concentrados en el país es sensiblemente más bajo que en el resto del mundo (por efecto de los impuestos a la exportación).
El crecimiento de la participación de los concentrados en la dieta del ganado lechero 
–mencionó– genera una sensible ventaja de costos, que alcanzaría para cubrir la diferencia de precios con el resto de los países de la región (Brasil, Chile, Uruguay).
Industria fragmentada
El referente cooperativo (productor de la zona de Sacanta, en el sur del departamento San Justo) analizó otro flanco: contra una tendencia internacional, el país cuenta con una estructura industrial fragmentada; existen unas mil industrias lácteas, de las cuales cuatro captan el 40 por ciento de la leche y las 10 más grandes el 58 por ciento. En la vereda primaria, unos 11.500 tambos producen un promedio de 2.800 litros diarios (20 litros por vaca), con una ocupación de 1,5 vaca por hectárea (el 40 por ciento en campos alquilados). ¿Se puede avanzar con este nivel de productividad?, se preguntó, para responder que son necesarias inversiones y crecer en forma vertical, en los diferentes eslabones. Entre 2001 y 2011, el renglón que más creció es el de los tambos de más de seis mil litros diarios.
Describió que la lechería y su industria transitan a nivel internacional un alto grado de concentración, relacionadas con capitales globales. “Veo una lechería internacionalizada, pero me gustaría que quede en manos argentinas”, opinó, en sintonía con la política de Sancor, que en los últimos años se basó en acuerdos con otras empresas, sin resignar su figura cooperativa. Esto tras un “salvataje” financiero en 2007 (acuerdo binacional mediante, de los hoy fallecidos presidentes Néstor Kirchner y Hugo Chávez, de Venezuela).
Según Carreras, con 75 por ciento de la producción dirigida al mercado interno y 25 por ciento en exportaciones (casi 400 mil toneladas y 1.700 millones de dólares en 2013), la lechería local transita “un camino maduro”, pero deberá encarar varios deberes, orientarse mayoritariamente a la exportación y desarrollarse en función de pautas internacionales de competitividad, en costos y calidad.
www.lavoz.com.ar

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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