Los productores exigen una recomposición del precio de la leche que ya lleva congelado dos años. Hablan de subas en los costos y falta de apoyo gubernamental. 
En Olavarría cada vez son menos los que se dedican al sector lechero y plantean que los que quedan subsisten.
«En Olavarría había una cuenca lechera muy importante y ahora no debe haber más de 20 tambos, entre chicos y medianos. Ya no hay ninguno grande. Los tambos no han crecido porque acá lo único que te puede permitir crecer es la política de este gobierno con la soja. Como no somos sojeros, los números son desastrosos». De esta manera el productor tambero Ramiro Rigada se refirió a la situación del sector lechero a nivel nacional en diálogo con el programa radial «La Mañana de 98Pop».
Días pasados productores lecheros amenazaron con bloqueos en usinas lácteas si luego de la reunión de la semana entrante con el Ministerio de Agricultura no conseguían una respuesta favorable al pedido de recomposición en el precio de la leche que cobran del la industria lechera. En la actualidad el precio, que ya lleva congelado dos años, que perciben por litro es de entre $ 1,40 y $ 1,60. Estiman que el nuevo precio tendría que ser de casi $ 2 para poder recuperar la rentabilidad en la actividad.
A propósito de ello, Ramiro Rigada expresó que «estamos con una inflación del 30 por ciento anual y con un precio de leche igual al que hace dos años atrás» y explicó que «los costos nuestros son elevados. Estamos complicados los tamberos chicos y los medianos, igual que las industrias medianas y pequeñas porque los costos fijos son mucho más importantes que los tambos grandes o las industrias grandes que los licuan de otra forma».
Sobre los costos fijos detalló que son «todo lo que tenga que ver con la producción directa, combustible, luz, elementos del campo, que en este época del año el tiempo es bastante desfavorable. Pero también la presión fiscal que tenemos que es totalmente abusiva. Cargas fiscales, cargas sociales, es todo un combo, no es solamente un impuesto que no ha aumentado. Es todo».
Recalcó que otro de los problemas a los que se enfrentan tiene que ver con el aumento en el impuesto rural y aseguró que «ahora con el revalúo fiscal nos intentan cobrar como si fuera un campo del sur de Santa Fe y acá son campos de cría o un poco mejor».
La situación del sector en Olavarría
«Las industrias de Olavarría hacen lo imposible para que el tambero mediano y chico puede subsistir y que no se fundan. Pero siempre tienen bajada de línea y tienen que seguir la corriente de las grandes, que son tres o cuatro en todo el país» manifestó Ramiro Rigada y agregó que «ellos tienen otros apoyos nacionales y otras perspectivas pero las industrias chicas nos están ayudando y estamos trabajando juntos para no desaparecer porque si desaparecemos nosotros también desaparecen ellos. Es una ayuda mutua». Y recordó que Olavarría era una cuenca lechera muy importante, aunque en los últimos años el sector fue haciéndose cada vez más pequeño y hoy sólo llegarían a 20, entre chicos y grandes». El productor lechero aseguró que «mucho tiene que ver la política estatal con la soja y como nosotros no somos sojeros, los números son desastrosos».
Como ejemplo de la situación local del sector recordó que «teníamos dos fábricas de lácteos, Ildosa y La Casiana. Hoy solamente queda La Casiana» y agregó que «la política es que el productor mediano y el chico molestan y hay que sacarlos del camino. Que venga la industria grande, monopolice todo el mercado y ahí sí estaríamos liquidados del todo».
La industria local les planteó dos cuestiones a los productores lecheros. Pagar $ 1,56 a cobrar en 30 días o pagar $ 1,40 al contado. De acuerdo con ello, Rigada aseguró que «estamos hablando de $ 1,60 de hace años y ahora quieren pagarnos $ 1,40. Es una cosa que no cierra para nada».
A propósito de la relación entre el precio que percibe el tambero y el precio que paga el consumidor en la góndola del supermercado. «Fijate el disparate que debe pagar el consumidor por un lácteo en el supermercado. Pasa con el trigo y el pan. El trigo está regalado, no hay forma de colocarlo y el kilo de pan está a $ 10 y un queso vale un disparate el kilo. Acá hay una ecuación que no cierra» concluyó.
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