Se ha dicho hasta el cansancio. Argentina apostó al consumo interno y no a la producción y a la exportación que es como ingresan dólares y se saca al país de su situación. Pero claro, esto no da votos y el gobierno está en otra cosa. No sabemos si quienes tienen que tomar medidas para encaminar la lechería no pueden o no quieren o no saben pero lo cierto es que no lo hacen.
En los momentos en que la lechería pudo exportar se le pusieron trabas de todo tipo y en ningún momento de estos años “de gran desarrollo” se vio la producción progresar. Mal que le pese y a lo que diga el Subsecretario de Lechería, la producción de leche es prácticamente la misma que hace más de diez años. Es verdad que hoy la situación del mercado mundial es difícil pero también es cierto que la relación de cambio la hace peor. Quiénes dicen que podemos ser más eficientes, tienen razón. Podemos cambiar el sistema de producción y producir a menor costo que lo actual ¿quién no?, pero las reglas no ayudan a arriesgarse a cambiar de sistema o a siquiera producir más sin tomar créditos que no existen u futuros que no se ven. La incertidumbre frena y llevamos muchos años sin saber a qué atenernos y sin tomar las medidas coyunturales que el sector necesita.
Tal vez las crisis colaboren en la unión de todos los tamberos por la que también venimos bregando con poco éxito pero lo cierto es que cada vez somos menos y nuestras demandas caen en el desánimo con que se miran unos a otros. Esperemos que con el cambio de gobierno algunas cosas también cambien. Quienes están sólo miran cómo llegar hasta diciembre y quiénes vienen no lo saben ni tampoco hablan del tema. Habrá que rezar y soportar. Falta menos al menos para saber qué nos espera.
Unión General de Tamberos (UGT)